TURQUÍA-SIRIA: Por qué Erdogan intenta sostener a Assad

Luego de la exitosa presión del sábado 26 para transferir de Francia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte la conducción de la guerra aérea contra el líder libio Muammar Gadafi, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan vuelve su atención a un problema más cercano: Siria.

Erdogan y el presidente de Siria, Bashar al Assad, mantuvieron conversaciones telefónicas diarias el fin de semana, y los siguió el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, que en una teleconferencia con su homólogo Walid al-Moualem ofreció la ayuda turca a un eventual proceso de democratización.

El jefe de la inteligencia de Turquía, Hakan Fidan, fue despachado el domingo a Damasco para expresar la preocupación de su gobierno por cómo se multiplica el malestar social sirio desde Daraa, en el sudoeste, a ciudades más grandes, como Latakia, un puerto sobre el mar Mediterráneo cercano a la frontera turca.

Desde que comenzaron las protestas, dos semanas atrás, casi 100 manifestantes han muerto y cientos sufrieron heridas en los choques con fuerzas policiales y militares.

Los problemas domésticos sirios causan especial escozor en Turquía. Si bien ambos países todavía mantienen diferencias territoriales, la agitación en uno puede desestabilizar al otro. La frontera que comparten, de 800 kilómetros, es una zona de continuo pasaje de activistas políticos.
[related_articles]
Una preocupación clave para las autoridades turcas es la población kurda que reside en Siria, 1,4 millones de personas que, en caso de colapso del régimen de Assad, podrían operar en acuerdo con los 15 millones de kurdos de Turquía, los otros siete millones que viven en Irán y los seis millones del norte de Iraq para reclamar un Kurdistán independiente.

Para prevenir semejante extremo, Ankara y Damasco crearon en 2009 el Consejo de Cooperación Estratégica de Alto Nivel, y en abril de 2010 celebraron sus primeros ejercicios militares conjuntos.

Desde 1978, Turquía sostiene un conflicto armado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización separatista calificada como terrorista por el gobierno turco, la Unión Europea y Estados Unidos.

Las hostilidades han causado la muerte de al menos 40.000 personas, entre soldados y gendarmes turcos, guerrilleros y civiles kurdos, mientras los heridos pasan de 30.000 y hay unos 17.000 desaparecidos.

Un estudio realizado en 1998 por la estadounidense Brunswick University estimó que, a raíz de la guerra, al menos tres millones de personas se habían desplazado del sudeste de Turquía y de la zona fronteriza con Iraq, mientras 3.000 aldeas habían sido total o parcialmente destruidas.

La autonomía kurda es un tema muy delicado para la opinión pública de Turquía, Irán y Siria, países en los que la integridad territorial constituye un tema prioritario desde que se independizaron del control de Occidente.

Los gobiernos de Irán y Siria son intransigentes en cuanto a otorgar libertades a los kurdos, mientras Erdogan, en el poder desde 2002, abrió un diálogo con la minoría kurda de su país para autorizar la autonomía cultural, que, tras las elecciones nacionales de este año, podría evolucionar hacia la cesión de algunos poderes de gobierno a las administraciones locales.

Ante tal perspectiva, los partidos nacionalistas y el ejército muestran una hostilidad implacable.

El malestar turco ante la situación interna que vive Siria también obedece a factores geopolíticos y económicos. Luego de un largo período de frialdad, con ocasionales amenazas de choques armados, Assad y Erdogan superaron las diferencias y desarrollaron una estrecha relación.

En el plano estratégico, los dos países consideran que la cooperación es clave para mantener el statu quo geopolítico regional, basado en la integridad territorial de Iraq, para frustrar las aspiraciones pan-kurdas y para mantener bajo control la agresividad de Israel y de Irán.

El primer ministro turco dijo el lunes 28 a la prensa que había reclamado a Assad adoptar un espíritu conciliador con su pueblo.

"Aconsejamos a Assad que responder positivamente a las demandas populares con una posición reformista ayudaría a Siria a superar más fácilmente los problemas", dijo Erdogan. "Y no obtuve un ‘no’ como respuesta", comentó, añadiendo que esperaba de Damasco anuncios de reformas esta semana.

El régimen sirio tiene una larga trayectoria de mano de hierro, destinada a asegurar la supervivencia del gobernante partido Baaz. Hafez al Assad, padre del actual mandatario y líder del golpe que instaló a esa fuerza política en el poder en 1963, impuso de inmediato una ley de emergencia que suprimió casi todas las libertades civiles y que sigue hoy en vigor.

El partido Baaz —dominado por los alauitas, una corriente del chiismo musulmán tolerante en materia religiosa—está enemistado con el movimiento sunita sirio. En 1982, Hafez al Assad reprimió con violencia una revuelta de la sunita Hermandad Musulmana, matando a unos 20.000 rebeldes.

Siria suele encabezar la lista de países con leyes más represivas de Medio Oriente, según Amnistía Internacional.

En un intento de calmar los espíritus, Bashar al Assad ofreció la semana pasada reformar la ley de emergencia y autorizar la formación de nuevos partidos. Pero el gesto fue desestimado por los opositores, que reclaman una democratización total.

Empresarios y observadores turcos han pedido a Erdogan que incluya en sus consejos para Assad medidas destinadas a reducir la corrupción, el nepotismo y el clientelismo, endémicos en la economía siria y una de las fuentes de pobreza, que obstaculizan la llegada de inversión extranjera turca.

Pero Turquía –un estado de mayoría sunita con minorías religiosas que fueron "domesticadas" por los militares en el siglo XX—no está cómoda dando consejos a su vecino, un socio comercial cada vez más importante.

Con el malestar social creciente en la casa del vecino, pero también en Bahrein, Jordania, Yemen y, en menor medida, en Arabia Saudita, Argelia y Marruecos, es muy probable que los ambiciosos planes turcos para Medio Oriente y el norte de África vuelvan a fojas cero.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe