ELECCIONES-NIGERIA: Una carrera de obstáculos

Dificultades para distribuir el material de votación en todos los circuitos el fin de semana obligaron a postergar el inicio de los comicios presidenciales, legislativos y locales en Nigeria. La última complicación de un proceso accidentado.

La campaña electoral se vio manchada por episodios violentos, atentados con bomba y ataques armados contra actos políticos, asesinatos y enfrentamientos entre partidos rivales.

"La violencia complicará la participación, la gente tendrá miedo de ser atacada cuando vaya a sufragar", alertó la semana pasada la coalición Nigeria Elections Situation Room (sala de emergencia para elecciones de Nigeria), que aboga por la realización de comicios creíbles.

Pero el factor decisivo de la postergación de las elecciones fue la distribución de material y la asignación de funcionarios. Algunas personas ya habían votado cuando se decidió interrumpir los comicios.

Las elecciones legislativas se realizarán este sábado 9, las presidenciales una semana después y las locales, el 26.
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Doce de los 36 estados del país sufrieron episodios de violencia durante la campaña electoral, indicó el Comité de Información y Medios sobre Gestión de Emergencia (Micem, por sus siglas en inglés), integrado por portavoces de agencias de seguridad y de emergencia de Nigeria.

"Esos estados concentraron la atención pública y de los titulares de prensa sobre actividades agresivas de partidos y actores políticos", señaló el director de Información de Defensa y del Micem, coronel Mohammad Yerima.

Violencia generalizada

En las últimas dos semanas murieron por lo menos 20 personas en enfrentamientos políticos, indicó la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres. "La violencia causa un inmenso daño al país y a sus instituciones", se lamentó el subdirector de Amnistía para África, Tawanda Hondora, en un comunicado divulgado el viernes. "Los políticos deben asumir su responsabilidad por sus acciones y contener a sus partidarios antes de que las elecciones se vuelvan un caos", añadió.

Las amenazas contra defensores de derechos humanos dificultan su labor como supervisores, fundamental para garantizar un buen desarrollo del proceso electoral.

Amnistía también está preocupada por las masivas detenciones realizadas por las fuerzas de seguridad y la orden que tienen de disparar sin previo aviso.

Pero son pocos los que se sorprendieron por lo acontecido.

"El poder es dulce", dijo a IPS Morris Alagoa, de la Organización para las Libertades Civiles. "La violencia está vinculada con la búsqueda de poder. Los políticos actúan como leones heridos para alcanzarlo a toda costa", añadió.

La ocupación de cargos públicos promete el control de miles de millones de dólares procedentes de los ingresos por el petróleo.

Presidencia, el premio gordo

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, originario del sudeste de este país rico en petróleo, disputa la presidencia con otros tres candidatos del norte.

El ex jefe de Estado general Muhammadu Buhari, del Congreso por un Cambio Progresista, será otra vez candidato a la presidencia, tras su fallido intento de 2003.

El otro presidenciable es el ex director de la agencia contra la corrupción, Nuhu Ribadu, del Congreso de Acción de Nigeria.

Varios grupos de interés del norte están molestos con la posibilidad de reelección de Jonathan porque, según ellos, atenta contra un acuerdo interno del gobernante Partido Democrático Popular, para que un presidente del norte alterne con otro del sur.

Partidarios de Jonathan sostienen que él fue vicepresidente del gobierno del norteño Umaru Yar’adua y que asumió la presidencia en mayo de 2010 por la muerte de aquel.

El Foro de Líderes Políticos del Norte, integrado por musulmanes, trató de hacer renunciar a los otros dos presidenciables para tener un candidato único y derrotar a Jonathan.

"Será una elección difícil para el presidente Jonathan si compite contra un solo candidato del norte", dijo a IPS el analista Tunde Akanni, de la Universidad de Lagos.

Renacen viejas disputas

El problema de la candidatura de Jonathan se origina en una vieja rivalidad política entre el sur y el norte, cristianos y musulmanes respectivamente, que muchas veces termina en violencia.

Más de 14.000 personas murieron a raíz de enfrentamientos étnicos y religiosos en esta nación africana entre 1999 y 2009, informó el Grupo Internacional de Crisis, con sede en Bruselas.

El gobierno desplegó soldados y otras fuerzas de seguridad en todo el país en un intento de contener la violencia. La Comisión Nacional Electoral Independiente había anunciado que suspendería los comicios en donde hubiera problemas.

"Me preocupa que haya disturbios en zonas donde los candidatos temen perder porque se puede fragua el resultado", dijo a IPS el opositor Patterson Ogon, candidato a un asiento legislativo en el estado de Bayelsa, en el delta del río Níger.

"La Comisión Electoral debe investigar todos los episodios de violencia antes de emitir un resultado", añadió.

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