DROGAS: Afganistán, el opio de los pueblos

Unas 13 millones de personas en Europa, Rusia y otras partes del mundo dependen del cultivo de adormidera en Afganistán para satisfacer su adicción a la heroína, según un nuevo estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Sí, Afganistán está al tope de la lista", confirmó a IPS el investigador Thomas Pietschmann, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

El año pasado, más de 210 millones de personas en todo el planeta consumían substancias ilegales como heroína, cocaína y cannabis, así como medicinas opioides y nuevos medicamentos sintéticos, señala el estudio.

Pero, mientras los mercados mundiales de cocaína, heroína y cannabis cayeron o permanecieron estables, la producción y el abuso de drogas con receta médica crecieron.

"Las ganancias que hemos visto en los mercados tradicionales de medicinas han sido contrarrestadas por la moda (del consumo) de drogas sintéticas que imitan sustancias ilegales", explicó el director ejecutivo la ONUDD, Yury Fedotov.
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Pietschmann y sus colegas lanzaron el jueves su último informe anual sobre drogas y delito, indicando que Afganistán seguía siendo el principal proveedor de heroína en el mercado mundial de narcóticos.

El informe de 313 páginas señala que, aunque se registró una fuerte caída en la producción de opio y una "modesta" reducción en el cultivo de coca, el nivel de heroína y cocaína producido y vendido el año pasado era todavía "significativo".

Los autores del informe indicaron que el área de cultivo de la adormidera (o amapola, materia prima de la heroína, la morfina y el opio) en Afganistán podría "permanecer estable" este año, pero añadieron que era improbable que la tendencia continuara.

Ese país de Asia central sigue siendo el mayor proveedor mundial de heroína, a pesar de las acciones tomadas por el gobierno en Kabul, respaldado por Occidente, para frenar la producción de amapola y erradicar gran parte de la cosechada.

Consultado por IPS sobre cómo la comunidad mundial podía asistir a los cultivadores de amapola afganos a cambiar de tipo de sustento, Fedotov sugirió que el gobierno en Kabul necesitaba tomar medidas drásticas.

Sostuvo que la corrupción y la ausencia del imperio de la ley eran los principales factores del aumento de los cultivos de amapola en suelo afgano.

Los expertos dijeron que, además, Afganistán afrontaba el problema del alto consumo de drogas a nivel interno.

Una reciente encuesta nacional concluyó que había por lo menos un millón de drogadictos en ese país de Asia central, incluyendo a unos 60.000 menores de 15 años.

Fedotov indicó que gran parte de los cultivos en Afganistán se encontraban en tierras de señores feudales que ejercían pleno control sobre el trabajo y la vida personal de los campesinos.

El informe también señala que el consumo de cocaína producida en países sudamericanos disminuyó el año pasado, y que los carteles de la droga estaban perdiendo ganancias.

Aunque el mercado de cocaína en Estados Unidos tuvo grandes caídas en los últimos años, continúa siendo el más grande, con un consumo estimado de 157 toneladas en 2009.

Consultados sobre los llamados de algunos grupos en Estados Unidos y Europa a legalizar drogas como la cocaína y la heroína, cuyos consumidores por lo general sufren largas condenas a prisión, los dos funcionarios de la ONU no quisieron expresar su opinión.

Fedotov se limitó a señalar que eso era "decisión de los estados miembro" del foro mundial.

Poco antes del lanzamiento del estudio, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo a una audiencia selecta en Nueva York que el tráfico de drogas se había convertido en los últimos años en la "mayor amenaza" a la "seguridad y salud de las personas y las regiones".

Sostuvo que los 61.000 millones de dólares anuales que generaba el opio en Afganistán financiaban "la insurgencia, el terrorismo internacional y una mayor desestabilización".

En África occidental, los 85.000 millones de dólares del comercio de cocaína exacerba la adicción y el lavado de dinero, al a vez que fomenta la inestabilidad y amenaza la seguridad, sostuvo.

"Cada 1.000 millones de dólares de cocaína pura traficada a través de África occidental gana más de 10 veces más cuando es vendida en las calles de Europa", señaló.

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