INDIA-BRASIL: El obstáculo occidental

La cooperación entre India y Brasil en materia de productos farmacéuticos y biotecnología médica ha empezado a flaquear porque las autoridades indias prefieren colaborar con sus pares de Occidente antes que con las de países en desarrollo, según un nuevo estudio.

A consecuencia, la cooperación entre ambos países, considerada capaz de solucionar problemas de salud pública en el mundo en desarrollo, no logra generar productos comercializables.

El estudio del Research and Information System for Developing Countries (RIS, Sistema de Investigación e Información para los Países en Desarrollo), una organización de expertos financiada públicamente y con sede en Nueva Delhi, citó como causa de este problema que "la colaboración con el Norte (industrializado) es mucho más valiosa que la colaboración Sur-Sur".

India está muy rezagada en relación a Brasil y a China en la cantidad de investigaciones realizadas en colaboración con científicos de países en desarrollo, pese a que es común oír la retórica india sobre la importancia de la colaboración Sur-Sur.

"India tiene que obrar de acuerdo a lo que postula, a fin de que las colaboraciones tengan éxito", dijo Sachin Chaturvedi, del RIS, que lideró el estudio, fechado en marzo y divulgado en la segunda semana de junio.
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"Esto significa que ministerios y agencias clave, especialmente el Departamento de Biotecnología, deben ‘desoccidentalizarse’ de veras y empezar a ver el potencial real de las colaboraciones Sur-Sur", agregó.

La abogada Leena Menghaney, de la Campaña para el Acceso a Medicinas Esenciales de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras, dijo a IPS que los ministerios concernidos en India y Brasil tienen que crear mecanismos innovadores para facilitar el acceso de productos y tecnologías para los países en desarrollo.

"Particularmente estos dos países emergentes deben mantenerse alejados de las desventajas del sistema depropiedad intelectual, tradicionalmente asociado al bloqueo no sólo de medicinas y diagnósticos, sino también de herramientas de investigación", declaró.

El estudio plantea que las colaboraciones entre India y Brasil dieron a los laboratorios indios mayor acceso al mercado de Brasil, así como de otros países latinoamericanos.

Se espera que solamente el mercado brasileño llegue a un valor de 18.300 millones de dólares para 2012.

Un impacto significativo de la colaboración India-Brasil en biotecnología médica elevó la disponibilidad de productos baratos en esta área. Las firmas biotecnológicas indias demostraron su capacidad de innovar, reduciendo los precios de productos como la vacuna contra la hepatitis B.

Las firmas brasileñas también pueden aportar productos redituables al mercado indio, si se les da el adecuado apoyo oficial. En Brasil, por ejemplo, se puede acceder a equipos para el diagnóstico del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y la leishmaniasis (una enfermedad causada por un parásito) a precios entre 30 y 40 por ciento más bajos que en India.

"La colaboración en materia de investigación tiene el potencial de hacer que estas tecnologías estén disponibles para el público de un modo que amplíe el acceso mediante el bajo costo", dijo Chaturvedi, agregando sin embargo que el desarrollo de productos de mala calidad niega esos beneficios al público.

Por ejemplo, sólo ahora se adapta en India un equipo de diagnóstico de leishmaniasis que ya en 2003 estaba listo con tecnología transferida por el Centro de Producción e Investigación de Productos Inmunobiológicos (CPPI, por sus siglas en portugués) de Brasil en el estado de Paraná. Similar suerte corrió un equipo de diagnóstico de la tuberculosis desarrollado en Brasil.

Un equipo conjunto del CPPI y del Centro Jamnalal Bajaj de Investigación de Enfermedades Tropicales (JBTDRC) en el Instituto Mahatma Gandhi de Ciencias Médicas en Sevagram, India, ahora trabaja para producir equipos de diagnóstico de tuberculosis y leishmaniasis adaptados al país asiático.

Según el estudio del RIS, la fuerza motora de los acuerdos exitosos en empresas de riesgo compartido entre laboratorios indios y brasileños fue el deseo de aprovechar los grandes mercados de América Latina.

"El éxito de India depende de la capacidad de brindar fármacos de alta calidad" a bajo precio, dijo Chaturvedi.

"Ahora el objetivo está en la importación y el mercadeo en Brasil, aunque la investigación y el desarrollo están en las cartas a futuro", agregó.

La participación de India en Brasil se inició en 1997, cuando el entonces ministro brasileño de Salud José Serra invitó a empresas indias a invertir en su país y a aprovecharlo como centro de producción de fármacos en lugar de mero destino de exportaciones.

Diez años después Brasil aumentó los impuestos a las importaciones de productos farmacéuticos, dificultando que las firmas indias dependieran únicamente de exportar sus productos a Brasil, e impulsándolas a iniciar operaciones locales o participar en colaboraciones.

Los medicamentos indios crecieron en la última década en Brasil. En 1999, esas exportaciones representaban siete millones de dólares, pero para fines de la década habían aumentado a 115 millones de dólares.

Entre los productos exportados por India a Brasil figuran antibióticos, vitaminas, corticoesteroides, vacunas, reactivos e instrumentos quirúrgicos.

Brasil representa aproximadamente tres por ciento del total de exportaciones farmacéuticas, que en 2010 fueron de 9.000 millones de dólares. India es el cuarto mayor exportador mundial en términos de volumen.

El estudio del RIS cita a un empresario indio que dice que las colaboraciones con Brasil se catalizaron con la promulgación de normas brasileñas que promueven la manufactura de genéricos.

Para penetrar el mercado brasileño, los empresarios indios emplearon una variedad de estrategias que van desde instalar plantas manufactureras para forjar empresas de riesgo compartido hasta promover compras y fusiones.

Por ejemplo, la empresa india Glenmark adquirió la firma brasileña Laboratorios Klinger en 2004, e instaló una subsidiaria en Brasil.

Entre las compañías indias que tienen subsidiarias en Brasil está Cellopharm, una de las firmas de más rápido crecimiento en el área de los medicamentos genéricos, con negocios valuados en 98 millones de dólares en el mercado brasileño.

Los vínculos empresariales entre India y Brasil cubren varias áreas de alta tecnología. Brasil, por ejemplo, se ha convertido en un importante centro para los transplantes de órganos que requieren fármacos inmunodepresores, que empresas indias como Biocon suministran con prontitud.

India y Brasil se hicieron socios naturales en el sector farmacéutico y de la salud, en especial cuando prácticamente todas las multinacionales abandonaron la investigación de nuevas medicinas contra la tuberculosis y el paludismo.

Para ser verdaderamente significativa, esta colaboración debe producir, además de genéricos, medicamentos contra enfermedades infecciosas que se necesitan con urgencia en los países en desarrollo, dijo Menghaney.

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