WikiLeaks acusa a The Guardian de revelar clave de seguridad

La organización WikiLeaks responsabilizó al diario británico The Guardian, su otrora socio, por una brecha de seguridad que dejó expuesto su extenso archivo de cables sin editar del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.

En un editorial de 1.600 palabras publicado en su página en Internet este jueves, WikiLeaks acusó al periodista de investigación David Leigh, de The Guardian, de divulgar la clave de acceso para desencriptar el archivo en un libro que él y Luke Harding, otro reportero del mismo periódico, publicaron a comienzos de este año.

WikiLeaks divulga en su sitio web informes y documentos filtrados de interés público, preservando el anonimato de las fuentes.

La organización señaló que la revelación había socavado el «cuidadoso trabajo» que hacía para editar y publicar los cables.

«Revoluciones y reformas están en peligro de perderse ya que los cables no editados llegaron a contratistas de inteligencia y a gobiernos antes que al público», señaló WikiLeaks.
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Leigh y The Guardian negaron haber procedido mal, y la sucesión exacta de los acontecimientos sigue siendo confusa.

En declaraciones a la agencia de noticias AP, Leigh calificó las acusaciones de WikiLeaks de «disparates y pérdidas de tiempo».

El periodista dijo que el propio fundador de la organización, Julian Assange, le había dado la clave para acceder a los cables estadounidenses desde un servidor en julio de 2010, pero que además le había asegurado que el sitio expiraría en cuestión de horas.

«Lo que publicamos mucho después en nuestro libro (la clave) era obsoleto e inofensivo», dijo Leigh.

«No divulgamos el URL (dirección web) donde se encontraba el archivo. Y, en todo caso, Assange nos había dicho que no existiría más», señaló.

«De todas formas, no veo cómo el público pudiera haber accedido a un archivo así, a menos que alguien de WikiLeaks o que hubiera pertenecido a WikiLeaks dijera dónde estaba localizado y cómo se llamaba», agregó.

En su cuenta de la red social Twitter, la organización de Assange calificó de falsas las afirmaciones de Leigh, y alertó que habría «continuas mentiras».

También sugirió que la actitud descuidada de personas que habían trabajado para WikiLeaks derivó en la involuntaria divulgación de versiones sin editar de los cables.

Mientras, el propio grupo se defiende de acusaciones de funcionarios de Australia y Estados Unidos, quienes señalan que se pudo haber puesto vidas en riesgo con la publicación en Internet de cables diplomáticos sin editar.

A comienzos de esta semana, publicaciones alemanas y un blog de la revista Wired señalaron que un archivo, protegido con clave de seguridad y conteniendo todos los cables diplomáticos, «estaría circulando en Internet».

Wired citó al editor de la publicación alemana Der Freitag, señalando que había encontrado el archivo y «fácilmente obtenido la clave de acceso para desbloquearlo».

Las últimas revelaciones de cables indignaron y humillaron a funcionarios de alto rango de todo el mundo. WikiLeaks asegura que los documentos incluso jugaron un papel importante en los movimientos populares que desafían a regímenes autocráticos en el mundo árabe.

* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.

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