JAPÓN: Un diploma para manejar desastres

Ocho meses después del terremoto y tsunami que devastaron el noreste de Japón, la sociedad civil trabaja para mitigar el impacto de futuras calamidades naturales, tanto en el país como en el exterior.

Yotsukura, en la prefectura de Fukushima, fue una de las aldeas devastadas por el terremoto. Crédito: Suvendrini Kakuchi/IPS
Yotsukura, en la prefectura de Fukushima, fue una de las aldeas devastadas por el terremoto. Crédito: Suvendrini Kakuchi/IPS
Un ejemplo es un nuevo programa que lleva a cabo Peace Boat, una organización no gubernamental con sede en Tokio, para entrenar a brigadas de "líderes voluntarios para el alivio de desastres". Su objetivo es acelerar el reclutamiento, la capacitación y el despliegue efectivo y seguro de voluntarios en situaciones de crisis.

El Programa de Peace Boat para la Capacitación de Líderes Voluntarios para el Alivio de Desastres, que aspira a formar a alrededor de 4.000 personas, tanto japonesas como de otros países, realiza hasta este sábado 12 su primera sesión de ocho días en la nororiental ciudad protuaria de Ishinomaki.

Esta sufrió la mayor pérdida de vidas de todas las ciudades japonesas, por culpa de la acción combinada del terremoto de nueve grados y el tsunami que se desató en la tarde del 11 de marzo.

En total, fallecieron 3.278 personas y 688 fueron reportadas desaparecidas, en una población de unos 163.000 habitantes. Un tercio del personal de servicio civil de la ciudad pereció en el desastre. En todo el país se confirmaron casi 20.000 muertos y desaparecidos.
[related_articles]
Ishinomaki es el punto focal del apoyo al alivio de desastres que brindaron organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. Según un informe emitido por la entidad a comienzos de octubre, para fines de agosto Peace Boat sola había coordinado el trabajo de 6.695 voluntarios.

"Esta es la primera vez que organizaciones de la sociedad civil coordinan a voluntarios de alivio de desastres a esta escala en Japón", dijo a IPS el coordinador de Peace Boat International, Takahashi Maho.

Pero, según él, "no hubo suficientes organizaciones activas en la capacitación de personal para actuar en los vitales roles de coordinación como líderes voluntarios que pueden ayudar a manejar los centros de alivio de desastres, contactarse con gobiernos locales y otras organizaciones y manejar equipos de voluntarios de un modo seguro y efectivo".

"Nos llevó un par de semanas entrenar a los voluntarios. Las primeras dos semanas son cruciales en la respuesta a los desastres. Esperamos mitigar los daños originados en la pérdida de tiempo, usando esta vez las lecciones que aprendimos y estando listos para la próxima vez", dijo Maho a IPS.

El nuevo programa de capacitación incluirá tres días de talleres y debates sobre desastres naturales, entrenamiento en materia de conceptos básicos sobre el trabajo de los voluntarios en el alivio de desastres y en primeros auxilios psicológicos, manejo de seguridad y crisis, y también el rol de los líderes voluntarios.

Los participantes finalizarán el curso con dos días de capacitación práctica, dirigiendo su propio equipo de voluntarios y aprendiendo cómo reaccionar a varias posibles situaciones en los esfuerzos de alivio de desastres.

Los graduados recibirán un certificado que hará constar su formación como "líderes voluntarios en el alivio de desastres". También podrán tomar un curso avanzado para convertirse en "entrenadores certificados en el alivio de desastres".

"Esperamos formar a voluntarios individuales y compartir este modelo con otras organizaciones no gubernamentales, gobiernos locales y el gobierno nacional", expresó Maho.

Inicialmente, las sesiones se realizarán solo en japonés, pero Peace Boat se propone ofrecer capacitación también en inglés para voluntarios internacionales a partir del próximo año.

Ishinomaki se está convirtiendo en un modelo de lo que la sociedad civil puede hacer. El presidente de Peace Boat, Yamamoto Takashi, dijo que cuando llegó, el 17 de marzo, no podía creer que eso era Japón. La escasez de alimentos, agua y combustible persistió hasta abril, agregó.

En cooperación con el Consejo de Bienestar Social de la Ciudad de Ishinomaki, muchas organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales pudieron enviar allí a miles de voluntarios, para realizar un arduo operativo de limpieza.

Lo hicieron en la órbita del Consejo de Asistencia de Alivio de Desastres de Ishinomaki, creado por unas 30 entidades de la sociedad civil, y de la autoridad local para coordinar las acciones de los voluntarios.

Takashi dijo que las preocupaciones en torno a que la llegada de voluntarios complicara los esfuerzos de rescate y alivio resultaron infundadas. Llegaron unos 40.000 voluntarios a corto y largo plazo, señaló.

"Pensamos que el proceso de limpieza insumiría casi dos años", pero con todo el trabajo realizado por los voluntarios se realizó con celeridad, señaló.

Para mediados de octubre se había logrado un gran avance en la limpieza de cientos de miles de toneladas de lodo y escombros acarreados por el terremoto y el tsunami. Entre fábricas destrozadas, el puerto comenzó, tímidamente, a retomar sus actividades.

Una señal que pautó la transición de la respuesta a la recuperación tras el desastre fue el cierre de los refugios, que se produjo el 13 de octubre al completarse la transferencia de desplazados a viviendas alternativas o temporarias. Pero Takashi advirtió que estas últimas "tienen sus propios problemas".

Los más importantes son la falta de empleos y el transporte. "La principal industria de Ishinomaki era la pesca, seguida por la Papelera Nipona y la agricultura, pero la pesca fue eliminada casi por completo", explicó.

Maho dijo a IPS que las necesidades de alivio de la comunidad local pasaron de la limpieza a cómo rehabilitar las empresas, las fábricas y las aldeas pesqueras, así como a prepararse para los embates del invierno.

Para ayudar a reconstruir la comunidad, Peace Boat también lanzó un semanario de cuatro páginas en japonés, titulado Noticias de las Viviendas Temporarias, a fin de brindar información esencial a los residentes.

A consecuencia del terremoto y el tsunami del 11 de marzo, Japón también sufrió los devastadores efectos de un accidente en la central nuclear de Fukushima.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe