Otra vez la amenaza de la sequía en Argentina

La escasez de humedad en la zona agropecuaria más productiva de Argentina ya provocó una caída en la producción de granos -sobre todo maíz y soja- con las consecuentes pérdidas para los productores y para el fisco.

Por el momento, la sequía de este verano austral parece menos intensa que la que recayó sobre la cosecha 2008-2009. Aquella, considerada la más severa en 100 años, provocó una merma de más de 37 por ciento en la producción agrícola y pérdida de ganado.

No obstante, y pese al alivio por las lluvias caídas a comienzos de esta cuarta semana de enero, ya se estiman pérdidas en la producción de granos, en las exportaciones y en la recaudación tributaria.

En Argentina, los cereales representan 38 por ciento de las ventas externas, sin contar las manufacturas de origen agropecuario.

"Se esperaba para este año una producción récord de 111 millones de toneladas de granos, pero con esta falta de lluvias calculamos por ahora una reducción a 97 millones", pronosticó a IPS el analista Gustavo López, de la consultora Agritrend Argentina.

López advirtió que el cultivo "más complicado" actualmente era el maíz, con marcadas pérdidas incluso si comenzara a llover abundantemente, y no se animó a descartar la posibilidad de que se repitieran los niveles de pérdidas de 2008-2009.

Argentina es el segundo exportador mundial de maíz después de Estados Unidos. En 2011 se cosecharon 23 millones de toneladas, y se proyectaban 29 millones para este año, pero con suerte se llegará a 22 millones, estimó López.

El Ministerio de Agricultura ya instituyó un Fondo de Emergencia de casi 120 millones de dólares, destinado a apoyar el financiamiento de los productores pequeños más afectados por las pérdidas.

Empresarios rurales aseguran que la caída productiva en algunas zonas llega a 30 por ciento y en otras la afectación es menor o nula. Lo que es seguro es que, al contrario de lo que se preveía, la cosecha agrícola total no superará a la de 2011, que fue de 103 millones de toneladas.

"No sabemos qué puede pasar, esto es día a día", declaró a IPS el diputado Omar Barchetta, del Partido Socialista, y dirigente de la Federación Agraria Argentina que agrupa a pequeños y medianos productores.

"No sé si esta sequía será más leve o peor que la anterior, hasta ahora se ve un panorama complicado. Hoy hablé con un productor del sur de (la provincia nororiental de) Santa Fe que perdió todo el maíz y 30 por ciento de la soja", aseguró.

Barchetta precisó que la zona central del país, la más productiva, era la más afectada por el fenómeno de La Niña, que altera el régimen de pluviosidad, provocando escasez de lluvia en Argentina, Uruguay, parte de Paraguay y Brasil.

La central provincia de Córdoba, declarada en "emergencia agropecuaria", es una de las más castigadas, y también casi toda Santa Fe, el litoral del país y la oriental provincia de Buenos Aires, con la excepción de las localidades del extremo sur.

También están afectadas las norteñas Chaco, Santiago del Estero y Entre Ríos, La Pampa, al oeste, y Río Negro, donde comienza la sureña región patagónica.

La falta de precipitaciones se siente desde noviembre. El tercer fin de semana de ese mes llovió en algunas zonas pero fue insuficiente y "muy desparejo", afirmó López. "Es una lluvia no abundante y sin la cobertura general que se necesita", explicó.

De acuerdo con el último informe de la Bolsa de Cereales, una organización sin fines de lucro que agrupa a las cámaras del sector, el fenómeno El Niño/Oscilación del Sur (ENOS), que afecta al Pacífico sur, y su contraparte La Niña causan sequías cada vez más frecuentes, debido al recalentamiento global.

En 2008, las lluvias escasearon desde noviembre y eran esperadas para mediados de enero, pero se retrasaron hasta marzo, cuando el daño ya resultaba irreversible. La cosecha de granos cayó de 96 a 60 millones de toneladas.

Los meteorólogos sostienen que es muy poco probable que un fenómeno tan intenso se repita este año, pero no lo descartan. Actualmente, se esperaban lluvias para mediados de este mes, pero lo que cae son precipitaciones leves y aisladas.

Este lunes 23 cayeron lluvias más abundantes, que traen mayores expectativas para la soja, que aún así ofrecerá una cosecha menor a lo esperado, dijo López. En tanto en maíz, a pesar de las precipitaciones, consideró que hay que ser cauto.

Los cultivos más críticos son la soja y el maíz, en plena campaña de siembra o cosecha. La soja ocupa más de 50 por ciento de la superficie sembrada. En 2011 se cosecharon 50 millones de toneladas, de las cuales 45 millones se exportaron.

Para este año se esperaban 52 millones de la oleaginosa, pero la producción podría caer a 46 o 48 millones de toneladas, de acuerdo con las estimaciones que hace la firma Agritrend. La caída podría ser mayor si persiste el fenómeno de falta de humedad. En la anterior sequía, la cosecha cayó a 31 millones de toneladas.

En maíz, el rendimiento promedio de los últimos años era de 7.000 kilos por hectárea, y ahora por falta de humedad está dando entre 6.000 y 6.600 kilos por unidad, dijo López.

Si llueve, como hay zonas que aún no se sembraron, el daño será menor que si persiste la sequía. En la anterior sequía, el rendimiento del maíz fue de 5.600 kilos por hectárea.

López vaticinó que las exportaciones del campo caerían en 5.000 millones de dólares este año, a consecuencia de este retroceso general provocado por el clima desfavorable y la leve caída de los precios internacionales.

En cuanto a la recaudación tributaria, el principal impacto será la merma en el impuesto a las exportaciones, que caerá unos 1.300 millones de dólares, estimó López. Otros analistas prevén una baja de la recaudación todavía mayor.

La consultora Econviews, del economista Miguel Kiguel, consideró que con una caída de precios promedio de 15 por ciento en el sector y una merma de cinco por ciento en el volumen de producción, las exportaciones caerán al menos 6.000 millones de dólares este año.

En 2011, las exportaciones agrícolas alcanzaron los 29.400 millones de dólares, un volumen que dejó atrás la sequía de 2008-2009 cuando el agro exportó por 16.700 millones.

Ahora, una vez más, la escasez de humedad vuelve a poner suspenso en la tercera economía de América Latina.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe