BOLIVIA: Las aguas desbordan por el oeste

El gobierno de Bolivia se apresta a declarar el estado de emergencia nacional para afrontar los desastres causados por las inundaciones en varias partes del país, en especial en la noroccidental ciudad de Cobija, fronteriza con Brasil, que sufre los embates del binacional río Acre.

"Hemos declarado en estado de desastre al municipio", dijo a IPS con voz afligida la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, mientras equipos de rescate equipados con un par de lanchas transportaban a los damnificados hasta albergues temporales.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó de urgencia a su gabinete ministerial y podría declarar emergencia nacional, tras una evaluación de los desastres en toda la franja occidental del país, de norte a sur.

"Si son muy graves los desastres a nivel nacional, estamos pensando declarar emergencia nacional", declaró Morales al participar en la celebración del aniversario de la radio Kausachum Coca, en el trópico del departamento de Cochabamba, informaron los medios estatales.

Desde Cobija, la capital del departamento de Pando, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, anunció la llegada de otros cuatro aviones Hércules con ayuda humanitaria.
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"Estamos en compañía con el vicepresidente Álvaro García Linera y hoy (este martes) están llegando cuatro vuelos de aviones militares Hércules trayendo ayuda humanitaria, carpas, colchonetas y agua, precisó.

Las casas de las riberas del río Acre, el más caudaloso que separa en varios tramos a Bolivia de Brasil, quedaron afectadas porque el nivel de las aguas subió hasta en 10 metros, dijo la alcaldesa Reis.

Este martes 21, los servicios de Internet y televisión por cable sufrieron cortes, porque las líneas de transmisión tienen origen en la población brasileña de Brasilea, y esa zona está anegada, según testimonio ofrecido por la vecina boliviana Mireya Monje a IPS.

Cobija, con 32.200 habitantes, está ubicada a 235 metros sobre el nivel del mar y está separada por el río acre de la vecina Brasilea, también duramente golpeada por la inundación sin precedentes.

La zona se caracteriza por sufrir elevados niveles de precipitaciones de un promedio anula de 1.800 milímetros, debido al clima tropical.

"Todos los recursos del municipio se pusieron al servicio de la población; organizamos la distribución de alimentos y agua, aunque la tarea es difícil porque la gente está en permanente movimiento por la emergencia", declaró la alcaldesa.

Hasta este martes, el gobierno señaló que los departamentos afectados, además de Pando, son La Paz, Oruro, Chuquisaca, Potosí y Cochabamba, con 8.686 familias damnificadas y nueve personas fallecidas.

El periódico Sol de Pando informó en su edición digital que "el río Acre irrumpe en las casas de Cobija atravesando las alcantarillas".

Pero el fenómeno atmosférico se explica por "una acelerada deforestación de la región, acompañada de una política de colonización sin planificación", expresó a IPS el arquitecto Roberto Carvajal, con especialidad en gestión ambiental.

"Una cultura del cemento y del asfalto, que incrementan la temperatura de la superficie en los últimos 20 años, generó un mini invernadero entre las poblaciones de Bolpebra y Cobija, y ocasionan estos fenómenos", comentó.

Bolpebra, localizada en el límite tripartito entre Bolivia, Perú y Brasil, ha quedado sumergida por completo, según el periódico Sol de Pando, mientras efectivos militares de Brasil ayudan a los pocos habitantes bolivianos para refugiarse en el vecino país.

Muy cerca del lugar estaba asentada la población indígena Yaminahua Machineri, con unas 300 personas, pero tras la inundación muchos buscaron a sus familiares en el lado brasileño y no volverán, indicó a IPS el director del Sol de Pando, el periodista Wilson García Mérida.

Las inundaciones castigan por igual a Cobija y a Brasilea, donde Renard Suárez vivió dramáticas escenas desde el domingo 19, cuando las aguas del Acre abandonaron su curso e inundaron la ciudad fronteriza hasta una altura de medio metro, según relató a IPS.

"Con la ayuda de amigos y del ejército brasileño pude retirar la mayor parte de mis pertenencias. Con la mayor tristeza dejé mi casa y sólo espero que otros puedan salvar sus pertenencias", dijo.

En Cobija, "la gente está desesperada, los niños y niñas están llorando y los que no pueden cruzar el río permanecen sin comer dos días", informó a IPS la joven Sirley Cardozo, residente en esta ciudad.

Cardozo vio dos lanchas tratando de rescatar a la gente que quedó atrapada entre las aguas y relató que muchos animales domésticos estaban muriendo ahogados. Varios testimonios indican que las aguas han alcanzado la plataforma del internacional Puente de la Amistad, que une a Cobija con Brasilea, y considerando su elevada estructura, los observadores anticipan prolongados días de emergencia.

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