HAITÍ: Universidad languidece en ruinas – Parte 1

Estudiantes en una tienda de campaña que oficia de salón de clases de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Crédito: Haiti Grassroots Watch
Estudiantes en una tienda de campaña que oficia de salón de clases de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Crédito: Haiti Grassroots Watch

Dos años después del terremoto y a pesar de las propuestas escritas, los consorcios organizados y las delegaciones extranjeras involucradas, no se reconstruyó la Université d’État d’Haïti, y la ciudad universitaria, que reuniría a las 11 facultades, no es más que un sueño con 25 años de antigüedad.

La mayoría de los 13.000 estudiantes de las facultades de la Université d’Etat d’Haïti (UEH) están hacinados en sofocantes almacenes capitalinos, esforzándose por escuchar al profesor que grita.

El hecho de que el gobierno haitiano y sus «amigos» no hayan financiado la reconstrucción de una de las más antiguas e importantes instituciones educativas de tercer ciclo en este país es más que un «peligro» para el futuro de Haití.

Esa opción, o más bien omisión, ofrece un ejemplo perfecto de la orientación global de la «reconstrucción», concentrada en las necesidades del sector privado nacional e internacional y con «respuestas» a problemas urgentes que suelen ser soluciones paliativas rápidas.

Por último, esas omisiones representan un desprecio por el interés público de toda la nación.
[related_articles]
El sueño de una ciudad universitaria, la farsa de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH)

El sismo del 12 de enero de 2010 destruyó nueve de las 11 facultades de la UEH en la capital. Desaparecieron 380 estudiantes y más de 50 profesores y funcionarios administrativos, según la propia universidad y un estudio del Instituto Interuniversitario de Investigación y Desarrollo (Inured), divulgado en marzo del mismo año.

Además murieron por lo menos 2.000 estudiantes y 130 profesores de todas las instituciones de educación terciaria, según el mismo estudio.

La tragedia abrió una oportunidad para las autoridades universitarias, responsables de todas las instituciones terciarias del país.

Los miembros del Consejo de Rectorado vieron la oportunidad de hacer realidad un sueño. En 1987, delegados a la primera conferencia de la Federación Nacional de Estudiantes Haitianos (Feneh) identificaron la necesidad de contar con una ciudad universitaria como uno de sus principales objetivos tras la dictadura de Jean-Claude Duvalier (1971- 1986).

«Siempre quisimos una ciudad universitaria, luchamos mucho por ello», recordó Rose Anne Auguste, entrevistada por Haiti Grassroots Watch (HGW) en julio de 2011. Fue dirigente de la Feneh y actualmente es enfermera y activista.

Hace un año, el Rectorado envió una propuesta a la CIRH, encargada de aprobar y coordinar los proyectos de reconstrucción.

«En su primera reunión extraordinaria, el 5 de febrero de 2010, el Consejo Universitario decidió afrontar el problema de la reconstrucción y votamos una resolución pidiéndole al Consejo Ejecutivo que tomara todas las medidas necesarias para garantizar que las facultades fueran realojadas juntas», según el proyecto al que HGW tuvo acceso.

«Cuando se considera como parte del desafío de la reconstrucción y de la refundación de esta nación, este proyecto puede entenderse como un valor crucial de primordial importancia, que asegurará un mejor mañana para nuestra población», continúa el documento.

El Rectorado propuso un presupuesto preliminar de 200 millones de dólares para construir la principal sede de la ciudad universitaria, con edificios de salones de clase, bibliotecas, laboratorios, restaurantes, y alojamiento para 15.000 estudiantes y 1.000 profesores en parte del viejo terreno de Habitation Damien, en Croix-des-Bouquets, al norte de Puerto Príncipe.

«Pasaron meses sin que la CIRH respondiera tras el envío de la propuesta en febrero de 2011», señaló el vicerrector Fritz Deshommes.

«Le dimos una copia a cada uno de los miembros del Consejo, el director administrativo prometió llamarnos, pero fue una promesa vacía. Y nunca discutieron la propuesta», apuntó.

Auguste conocía el proyecto.

Fundadora de la Asociación para la Promoción de la Salud Integral de la Familia (Aprosifa), Auguste integró la CIRH, sin derecho a voto, en representación de las organizaciones no gubernamentales haitianas.

«El proyecto nunca se discutió en ninguna asamblea de la CIRH, pero todos los miembros lo conocían. Traté de presionar al Consejo Administrativo para que lo considerara y lo discutiera», dijo a HGW.

«Según el director de proyectos, tenía algunas flaquezas técnicas», apuntó.

Quizá. Pero la CIRH tiene sus propias debilidades, según un estudio del organismo de auditoría, evaluación e investigación del Congreso legislativo de Estados Unidos, GAO (Government Accountability Office), publicado en mayo de 2011.

Un año después de su creación había aprobado muchos proyectos, pero no tenían fondos. Dos de los cinco departamentos no tenían director y 22 de los 34 puestos clave seguían vacantes, señaló GAO.

La CIRH no estaba «totalmente operativa». Según funcionarios estadounidenses y de organizaciones no gubernamentales, la escasez de personal perjudicó el proceso de revisión de proyectos, el que define la aprobación para su posterior implementación, y el de las comunicaciones entre los actores, como la Junta de Directores», añadió GAO.

Pero la CIRH sí registró la recepción del proyecto.

El 17 de octubre de 2011, la entonces directora de proyectos, Aurélie Baoukobza, aseguró en un correo electrónico enviado a HGW que la propuesta de ciudad universitaria estaba siendo considerada.

«La propuesta sigue el circuito de revisión, pero no se ha comunicado la discusión en relación con su aprobación», escribió.

«No puedo discutir el proyecto con la prensa. La decisión de la CIRH y del gobierno se comunicará a la parte interesada (el Rectorado) a fines de esta semana. Después de ese correo electrónico oficial, podré hacer comentarios sobre la iniciativa», prometió.

Cuatro días después venció el mandato de la CIRH. Luego, silencio.

* Este es el primer artículo de una serie de dos sobre el abandono de la Université d’Etat d’Haïti por parte de las autoridades encargadas de la reconstrucción. Estudiantes del Laboratorio de Periodismo en esa universidad colaboraron con esta serie.

Haiti Grassroots Watch es una asociación de AlterPresse, la Sociedad de Animación y Comunicación Social (SAKS), la Red de Mujeres de Radios Comunitarias (REFRAKA) y radios comunitarias de la Asociación de Medios Comunitarios de Haití. Para ver las fotografías y más artículos visite Haiti Grassroots Watch

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe