CAMBOYA: El Jemer Rojo en los libros de historia

El profesor Wan Preung trabajó duro en el campo durante los cuatro años que el Jemer Rojo controló Camboya sin poder expresar su opinión. A pesar de la caída del régimen en 1979, hubo un tema sensible que casi nunca pudo abordar con sus estudiantes, precisamente el pasado reciente.

Profesores de historia en Phnom Penh en un curso de actualización sobre el periodo del Jemer Rojo. Crédito: Irwin Loy/IPS
Profesores de historia en Phnom Penh en un curso de actualización sobre el periodo del Jemer Rojo. Crédito: Irwin Loy/IPS
"Fue difícil enseñar a los estudiantes sobre el Jemer Rojo porque no teníamos un conocimiento claro de la historia", indicó Preung. "Nuestros libros no tienen mucha información", apuntó.

Preung solía responder a las preguntas de sus estudiantes contando su propia experiencia bajo el régimen responsable de la muerte de alrededor de un cuarto de la población del país. Pero durante años, los libros de texto solo hicieron una breve mención al Jemer Rojo, que llegó al poder en 1975.

Tras la caída del régimen reinó la inestabilidad y la inseguridad política y se desconocieron los pormenores de su gobierno.

"No podíamos hablar mucho", recordó. "Era un tema muy politizado y no queríamos hablar al respecto". Jemer Rojo fue el nombre dado a los miembros del Partido Comunista, cuyo régimen perpetró asesinatos masivos de toda persona considerada opositora.
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Finalmente, más de tres décadas después de terminado el régimen, el clima político cambió.

Camboya aprobó en 2009 el primer libro sobre aquellos años y ahora forma parte del programa escolar. Pero antes de que los profesores puedan enseñar sobre ese periodo, ellos mismos deben aprender.

Profesores como Wan Preung vuelven a las aulas para saber lo que ocurrió en los años 70.

El subdirector del Centro de Documentación de Camboya, Vanthan Peoudara, observó: "La historia todavía no llegó a las generaciones jóvenes".

"Muchas personas no comprenden qué pasó. Es un buen momento para enseñar, para compartir el conocimiento con ellas y evitar que vuelva a suceder", indicó Peoudara, responsable de los cursos de formación.

Al principio, el Jemer Rojo arremetió contra intelectuales y personas con formación en un intento de crear su propia versión de una sociedad agraria. Maestros y profesores estuvieron entre las personas que fueron secuestradas y ejecutadas. Ahora son ellos quienes tienen la responsabilidad de difundir la historia del régimen a las nuevas generaciones que no lo conocieron.

"Maestros, ingenieros e intelectuales fueron asesinados por el Jemer Rojo", recordó Peoudara. "Es un momento propicio para capacitarlos y equiparlos con el conocimiento para enseñar historia", añadió.

Más de 3.000 profesores participaron en los cursos de actualización. Las clases intensivas comienzan con información básica sobre qué era el Jemer Rojo, cómo llegó al poder y sobre su líder Saloth Sar, más conocido como Pol Pot. Pero también tratan sobre la experiencia de las víctimas, las políticas del régimen y la didáctica específica para enseñar este tema.

También figuran en el programa las iniciativas actuales para llevar a los jemeres rojos vivos ante la justicia.

Tras varios años de impunidad, un tribunal conjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de este país, llamado Cámaras Extraordinarias en las Cortes de Camboya procesa a los antiguos líderes del Jemer Rojo.

En 2010, el responsable del principal centro de interrogaciones y ejecuciones, Kaing Guek Eav, conocido como "Duch", fue acusado de crímenes contra la humanidad y condenado a cadena perpetua.

El tribunal ahora está en las primeras etapas del proceso contra otras tres figuras del régimen: el exjefe de Estado, Khieu Samphan, su ideólogo Long Bunruot, conocido como Nuon Chea, y el excanciller Ieng Sary.

Pero el tribunal se vio manchado por distintas polémicas. Las dudas sobre su financiación y las acusaciones de interferencia política han socavado su trabajo desde el comienzo.

El último episodio controvertido estalló este mes con la renuncia de un juez clave del área de investigación, quien arguyó "graves irregularidades y situaciones disfuncionales" dentro del tribunal, derivadas de la prolongada oposición del gobierno a los juicios contra antiguos miembros del Jemer Rojo.

La situación se deterioró al punto de que algunos críticos urgen a la ONU a evaluar su retiro del tribunal.

Al empeorar los problemas, los esfuerzos para que deje un legado positivo que trascienda sus límites son cada vez más vitales.

La profesora Tang Khim, de 54 años, señaló que un legado adecuado debería incluir el reconocimiento adecuado de lo que ella y su país padecieron durante el régimen del Jemer Rojo. En uno de los cursos de formación explicó que fue violada por un soldado de la organización.

Antes se sentía frustrada de que la gente dudara de sus historias sobre la vida durante el régimen. Khim espera que la nueva generación de profesores se asegure que la verdad llegue a los estudiantes.

"Solo sé que si cuento mi historia, los profesores sabrán qué pasó en la época de Pol Pot", indicó. "No sé qué harán con esto. Pero si quieren reunirse conmigo, que les cuente lo que viví y hacerme preguntas, aceptaré verlos", añadió.

El profesor Sa Rom también quiere formar parte del proceso. Dijo que suele contar a los estudiantes su propia experiencia bajo el régimen del Jemer Rojo.

"Les conté lo difícil que fue para todo el mundo", apuntó. "Tienen muchas preguntas para hacerme. ¿Por qué condujeron el país de esa forma?", añadió.

Pero tras 30 años de terminado el régimen, le preocupa que se diluya la posibilidad de que haya justicia.

"Realmente quiero que el tribunal haga su trabajo con rapidez", remarcó. "Los líderes del Jemer Rojo envejecen. Quiero que los procesen en vida", añadió.

(END/IPS/il/ss/ap ip hd cr cs fe/12)

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