Crisis en Siria salpica a poblados libaneses

Pocos kilómetros separan a las localidades libanesas de Ersal y Qaa de la frontera con Siria. Ambas luchan por no ser arrastradas al conflicto en el vecino país.

La inestabilidad ha aumentado en la zona a lo largo de las semanas. Ambas localidades fueron afectadas también por los bombardeos intermitentes del ejército sirio. La situación sigue tensa a pesar del nuevo cese del fuego.

Fuentes oficiales de Líbano ahora denuncian incursiones del ejército sirio en Masharii Qaa, zona urbana en la frontera constituida por Ersal, pueblo de mayoría sunita, y Qaa, predominantemente cristiano.

Ersal apoya a la oposición siria, mientras que los residentes de Qaa la ven con escepticismo.

La proximidad con Siria ha convertido a la zona en un escondite ideal para quienes huyen de la violencia en ese país, afectando la vida diaria de los dos pueblos.
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En las últimas dos semanas, la frontera norte de Líbano fue objeto de intensos ataques con mortero del ejército de Siria. A fines de esta semana, el camarógrafo Ali Shaaban, de la estación nacional de televisión libanesa New TV, fue asesinado en Wadi Khaled.

"Ersal nos está causando problemas porque respalda a los terroristas sirios", opinó Saadeh Toum, exalcalde de Qaa, quien asegura que la localidad vecina da refugio a miembros del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).

Pero en Ersal, los residentes niegan estar apoyando directamente a los opositores al régimen de Bashar Al Assad. "No hay miembros del ELS en la zona", aseguró Abu Wadi, activista sirio que administra una clínica clandestina en Líbano y responsable de una red de trenes subterráneos en la zona.

"El único apoyo que le damos a la oposición (siria) es con botiquines de primeros auxilios, medicamentos y comida. No hemos ingresado ni sacado nada de contrabando por la frontera en la última semana", agregó.

No obstante, en ese pueblo, a pocos kilómetros de la azotada ciudad siria de Homs, la oposición a Assad estableció una base en lo que antes era un negocio de reparación de computadoras. El lugar se parece más a la oficina de una organización no gubernamental. Mujeres sirias entran y salen pidiendo ayuda humanitaria.

Un mes atrás, un camión salía cada dos días cargado con 200 panes hacia un destino secreto en Homs. "Les suministrábamos a los oficiales del ELS su ración diaria de pan", dijo a IPS un residente del pueblo que pidió anonimato.

Por su parte, un oficial del ejército libanés señaló: "Desde el comienzo del levantamiento en Siria, Masharii Qaa se ha convertido en un refugio de contrabandistas, sin importar su filiación política".

El militar participó hace dos semanas del arresto de 10 hombres en el valle de Bekaa que intentaban ingresar armas, granadas y morteros a Siria. En Ersal, tanto los residentes como los refugiados sirios anhelan que se derrita la nieve de la cadena montañosa en la frontera.

"Hasta ahora, nuestra única conexión con Siria ha sido a través de Masharii Qaa, fuertemente vigilada por las fuerzas sirias y las libanesas. Apenas se derrita la nieve, podremos acceder a Rif Dimashk, un suburbio de Damasco. Al ejército le resultará imposible controlarlo", dijo Ahmad, otro sirio que huyó de su país.

La tensión entre los residentes de Qaa y sus vecinos en Ersal también refleja la desconexión que tienen estas dos localidades con el gobierno central.

Según Mohamad Ezzedine, funcionario de la municipalidad de Ersal, las únicas entidades que distribuyen ayuda humanitaria en la zona son organizaciones islámicas financiadas por Arabia Saudita y Qatar.

La Comisión Libanesa de Rescate, encargada de atender a los refugiados, no tiene presencia en Masharii Qaa, aunque sí está activa en la norteña región de Wadi Khaled.

Según el activista libanés Abou Mohamad Ali Oueid, hay unas 185 familias sirias refugiadas en Ersal. "La mayoría se hospedan con familias locales, pero se han quedado más tiempo de lo que esperaban debido a que la crisis continúa. No tenemos otra solución que colocar tiendas de campaña en nuestras propiedades privadas, ya que el gobierno se niega a instalar un campamento adecuado", añadió.

El problema se ve agravado por una serie de intentos de secuestro, por parte de combatientes prosirios, a ambulancias que transportan refugiados a los hospitales, dijo el activista por los derechos humanos Nabil Halabi.

Dentro de la propia localidad de Ersal, ubicada en una zona que antes presentaba las más alta tasas de pobreza en Líbano, las tensiones aumentan porque los refugiados sirios comienzan a ocupar puestos de trabajo en la agricultura y en la construcción.

Los sirios "están dispuestos a trabajar por medio salario, y esto agrava las tensiones. Eso constituye una fuente adicional de presión en una región ya muy tensa", dijo Oueid.

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