BOLIVIA: Indígenas vuelven listos para resistir

Indígenas tropicales de Bolivia regresan a sus comunidades tras la vigilia que sucedió a la novena marcha contra la construcción de una carretera a través de la reserva natural protegida donde habitan. Ante la negativa del presidente Evo Morales a recibirlos, se preparan para resistir.

"Nos vamos con la frente alta. El gobierno no podrá realizar una consulta" en territorio indígena, indicó el líder de la protesta, Fernando Vargas, al finalizar una vigilia de 13 días en las puertas de la oficina de la Vicepresidencia de Bolivia, bajo el rigor del frío invernal de La Paz.

Cerca de un millar de mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes llegaron el 27 de junio, después de caminar en 62 días 600 kilómetros desde las tropicales llanuras del norteño departamento de Beni, sorteando montañas y soportando temperaturas que en esta época del año caen hasta cuatro grados bajo cero.

Se cierra así la segunda marcha en menos de un año motivada por la defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) ante el proyecto de construir un camino internacional que, según interpretan los líderes aborígenes, fragmentaría esa zona protegida y alentaría la colonización de tierras para ampliar los cultivos de coca.

Los indígenas habían logrado en octubre de 2011, tras otra caminata, que Morales promulgara una ley que anuló el proyecto. Pero otra manifestación, alentada por partidarios de la obra caminera, llevó a comienzos de este año a convocar una consulta popular que finalmente determine si se hace o no.
[related_articles]
"Así como (el gobierno) no permitió que ingresemos en la Plaza Murillo (el paseo paceño ubicado frente a la sede del gobierno), ahora no los vamos a dejar entrar en nuestro territorio, advirtió Vargas en nombre de los caminantes, que en dos oportunidades fueron reprimidos con potentes chorros de agua y gases lacrimógenos por fuerzas policiales.

La jornada previa al regreso, que se concretará definitivamente este jueves 12, muestra un cuadro de pesar y melancolía al partir de una ciudad donde sus intenciones de ser atendidos por Morales y sus ministros se vieron frustradas. Sin embargo, allí encontraron la calidez de ciudadanos que apoyaron su permanencia con alimentos, ropas de abrigo y expresiones a favor de su reclamo.

Apenas calzadas con sandalias y ropa ligera, la presencia de estas comunidades nativas motivó demostraciones de solidaridad de los paceños. Mujeres y hombres se dedicaron esta jornada a guardar las prendas y juguetes donados para llevar a "sus hermanitos del Tipnis".

"Tristes nos regresamos", dijo a IPS la comunera Yolanda Anderson, de la etnia sirionó, un pueblo escondido en la selva del departamento de Beni. Sus hijos, una niña de dos años y un niño de ocho, acompañaron su caminata, y soportaron el frío.

El presidente Morales "no tuvo compasión por las mujeres ni por los niños, pero algún día tomará conciencia de lo sucedido", lamentó.

El gobierno impulsa una consulta entre los habitantes del parque para conocer su opinión sobre el proyecto vial, y sus colaboradores firmaron acuerdos con 45 de 63 corregidores, entre ellos cultivadores de coca interesados en el acceso a nuevas tierras.

Con el anuncio de la partida, el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, restó representatividad a los líderes de la marcha y justificó la realización de la consulta, proyectada para los últimos días de julio.

"Nos obligarán a usar nuestros arcos y flechas" para defender los territorios, señaló a IPS el presidente del pueblo Mosetén, Marcelino Chairiqui Bozo, que conduce 10 comunidades asentadas sobre una superficie de 1.000 hectáreas localizadas entre los departamentos de Beni, Cochabamba y La Paz.

"Cuando nos entregaron el título de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) nos reiteraron que nuestras propiedades son inalienables e indivisibles", por eso cuando las defendamos "solo cumpliremos lo que dice la Constitución", declaró.

"En nuestro hábitat tenemos ventajas, y si es necesario ofreceremos nuestras vidas para defendernos. El gobierno empuja a enfrentarnos entre bolivianos", advirtió como anuncio al rechazo a la consulta.

Mientras los hombres se alistan para la lucha por sus territorios, las mujeres se refugian en los principios cristianos. "El gobierno nos ha tratado de narcotraficantes, pero la Biblia dice que no debemos mirar la paja en el ojo ajeno…", expresó Juana Eirubi a IPS.

La mujer de la etnia sirionó cumplió la quinta marcha de 600 kilómetros a pesar de sus 62 años. "Este gobierno es el peor", concluye y recuerda que el presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) fue el único que salió a su encuentro hasta la carretera para escuchar sus demandas.

La Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob) impulsó desde 1990 los cambios en la Constitución Política del Estado (CPE), la recuperación de territorios arrebatados por madereros y terratenientes, e hizo de la dignidad un motivo de lucha.

Durante sus campañas electorales previas a su ascenso al gobierno en enero de 2006, Morales se nutrió del discurso de los indígenas de zonas bajas.

En un escenario deportivo, la familia de Demetrio Guzmán, un hombre que no aparenta sus 70 años, recogió las pocas prendas de vestir, planificó el retorno y el transporte hasta las tierras de Moxos, en el departamento de Beni. Con el anciano marcharon codo a codo, su esposa, su hijo político y dos nietas que antes de la partida jugaban inocentes y ajenas al escenario de conflicto que anticipa esta partida, sin más logro que el respaldo popular de La Paz.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe