PARAGUAY: La OEA vino, vio… y se marchó sin dictamen

La misión de la OEA finalizó su visita a Paraguay este martes 3 sin emitir juicio sobre la crisis institucional, que derivó en la destitución del presidente Fernando Lugo mediante un juicio político relámpago. Organizaciones de derechos humanos lamentaron no haber sido recibidas por el grupo.

Las conclusiones a que arribe la delegación encabezada por el secretario general de la OEA (Organización de los Estados Americanos), el chileno José Miguel Insulza, serán divulgadas el próximo lunes 9.

"Existe tranquilidad, la situación no es grave, pero sí delicada", declaró Insulza durante su estancia de dos días de entrevistas con distintos actores de la vida social, económica y política de Paraguay para conocer lo ocurrido antes y después del juicio sumarísimo del Senado que derrocó a Lugo el viernes 22 de junio y puso en su lugar al hasta ese momento vicepresidente Federico Franco.

Por el hotel céntrico de Asunción en el que se hospedaron los delegados del foro continental pasaron representantes de los partidos políticos, de las asociaciones de grandes productores agrícolas, empresarios, propietarios de los grandes medios de comunicación, de campesinos e indígenas y la jerarquía de la Iglesia Católica.

Al cabo del desfile, Insulza solo dijo que se llevaba la impresión de apertura de todos los sectores consultados, incluso de los poderes Legislativo y Judicial.
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También admitió que les "hubiera gustado reunirnos con otros sectores".

En efecto, las organizaciones de defensa de los derechos humanos cuestionaron que la misión no los haya recibido pese a sus pedidos, ante lo cual se manifestaron en el aeropuerto al momento de la partida.

Elba Núñez, integrante de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), lamentó lo que consideró la "visión sesgada que se lleva la misión de la OEA sobre la situación política en Paraguay, pues no ha escuchado todas las voces, no se ha reunido con todos los sectores".

"El movimiento de derechos humanos no puede ser desconocido ante una situación de golpe de Estado parlamentario como el que hemos vivido", dijo a IPS.

"Hemos solicitado hablar con los observadores de la OEA, como organizaciones reconocidas ante la misma OEA y ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas), pero no nos han recibido y eso es muy lamentable", cuestionó la también coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem PY).

"Teníamos mucha esperanza en esta visita…, pero no esperamos ahora mucho de las conclusiones a las que se llegarán", comentó.

La activista advirtió, además, que las luchas sociales volvieron, más que nunca, a ser criminalizadas tras la destitución de Lugo e, incluso, ya han comenzado las amenazas contra activistas. "Esto nos recuerda a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989)", enfatizó.

La esperanza cambia de bando

Para el analista político José Carlos Rodríguez, la expectativa en torno a los resultados de la misión de la OEA es que logre disminuir la dureza de la sanción externa a Paraguay.

"Hay una actitud de vacío internacional al gobierno de Franco, pues a 10 días de haber asumido aún no es reconocido por países como Estados Unidos, Canadá y México", dijo a IPS. Tampoco Asunción confirmó que lo hayan hecho Alemania y España, como indicaron algunos medios internacionales. Hasta ahora solo dieron su visto bueno oficialmente Taiwán y el Vaticano.

A ello se añade la suspensión de Paraguay como miembro del Mercosur (Mercado Común del Sur) y de la Unión de Naciones Suramericanas, que reúne a los 12 países de la región.

Rodríguez agregó que la situación es preocupante al no poder defender sus intereses en ninguna instancia internacional. "Paraguay es un estado paria en este momento", resumió a IPS.

En tanto, el exsenador liberal Gonzalo Quintana, hoy asesor de Franco, consideró que la visita de la OEA es más bien una "cachetada" a los embajadores americanos, porque la mayoría de los países tiene representación en el país.

"Más que castigado, Paraguay está siendo admirado en estos momentos porque, al ser un país pequeño, se puso ante dos gigantes como son Brasil y Argentina", aseguró a IPS.

Sin reconocimientos, el gobierno de Franco contraatacó este martes, al denunciar una presunta intervención en asuntos internos del canciller de Venezuela, Nicolás Maduro.

La flamante ministra de Defensa, María Liz García, afirmó que Maduro se reunió el viernes 22 de junio con los entonces mandos militares paraguayos para requerirles la defensa de Lugo.

Como prueba presentó un video sin audio, que muestra los pasillos de la sede del gobierno por donde caminan primero los militares y más tarde Maduro, quien ese día formaba parte de la nutrida delegación de cancilleres de la Unasur que llegó a Asunción para buscar una salida a la crisis.

Resistencia a un lado, la prensa al otro

Los observadores de la OEA llegaron al país el domingo 1, mientras se desarrollaban protestas de sectores que aseguran que Lugo sufrió "un golpe parlamentario" y expresiones de apoyo a Franco y de rechazo a las sanciones del Mercosur y la Unasur.

Lugo es respaldado en las calles por agrupaciones de la sociedad civil y políticas de izquierda, que movilizaron unas 20.000 personas en Asunción y en el interior del país la última semana.

Rodríguez aseguró que los manifestantes a favor del mandatario depuesto representan aproximadamente 20 por ciento del electorado, pero se trata de un grupo sin institucionalidad política. "Son sectores progresistas que no están estructurados y por eso son como hojas que el viento puede llevar para cualquier dirección", opinó.

Pero también relativizó el movimiento de respaldo a Franco, porque tampoco muestra entusiasmo. Una prueba de ello, dijo, es que la convocatoria para apoyar al nuevo gobierno fue suspendida de manera sorpresiva sin dar explicaciones.

Mientras, el tratamiento informativo de la crisis por parte de los medios masivos de comunicación en Paraguay fue duramente cuestionado por los partidarios de Lugo.

Al respecto, Rodríguez sostuvo que, en general, los medios de comunicación se jugaron a favor de la destitución del exobispo católico. "Apoyaron el juicio y ahora dan crédito a Franco para que llegue hasta las elecciones de 2013. Pero la realidad es que no hay ninguna garantía de que llegue", alertó.

La Televisión Pública, el canal estatal creado por el gobierno de Lugo hace apenas dos años, fue el que dio un perfil periodístico distinto de los privados. Su sede se constituyó en el punto de reunión de la denominada Resistencia contra el Golpe, a través de la transmisión del espacio Micrófono Abierto, por el cual se expresó rechazo al nuevo gobierno a lo largo de los últimos días.

Los medios privados "evitan mostrar lo que pasa en el país, mostrar todas las voces. Y eso le impide a la gente tener un panorama claro", afirmó Núñez.

"También desde esos medios se ayuda a potenciar ese estado de miedo en la población. Por eso es que la gente no sale a manifestarse masivamente, porque hay miedo", aseguró.

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