Pleno acceso al agua y al saneamiento está aún en el horizonte

Dos años después de la resolución de la Asamblea General de la ONU que declaró al agua y el saneamiento un derecho humano, todavía resta mucho por hacer.

"Este derecho humano aún está por ser implementado plenamente", se quejó una coalición de 15 organizaciones no gubernamentales, cuyos miembros se definen a sí mismos como "activistas por la justicia del agua".

"Como miembros del movimiento global por la justicia del agua, estamos muy preocupados por ver pocos progresos hacia la plena implementación de este derecho", señalaron los activistas, exigiendo acciones de los gobiernos.

En una carta enviada a los estados miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) con motivo de cumplirse en julio el segundo aniversario de la histórica resolución, las 15 organizaciones señalaron que, "mientras los gobiernos sigan buscando agresivamente falsas soluciones a las crisis ambiental y económica, la situación solo se irá profundizando".

La coalición está conformada, entre otros grupos, por el Consejo de Canadienses, el Proyecto Planeta Azul, el Food and Water Watch, la Alianza Nacional del Movimiento del Pueblo de India, la Coalición Popular para el Derecho al Agua en Indonesia, y Water Europe.
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Las organizaciones produjeron una serie de informes examinando los principales obstáculos para la implementación del derecho humano al agua en varios países, incluyendo a Argentina, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, India, Indonesia, Palestina y varios estados de Europa.

En marzo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron un informe conjunto señalando que la meta de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable había sido alcanzada.

La meta está incluida en los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio (ODM), con plazo en 2015.

"Hoy reconocemos un gran logro para la población del mundo", dijo entonces orgulloso el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacando que era "una de las primeras Metas del Milenio en ser alcanzadas".

A fines de 2010, casi 90 por ciento de la población mundial (o 6.100 millones de personas) usaba sistemas mejorados de agua potable, como cañerías y pozos protegidos, un punto porcentual más que la meta de los ODM, según el estudio "Progress on Drinking Water and Sanitation 2012" (Progresos en agua potable y saneamiento 2012).

Para 2015, alrededor de 92 por ciento de la población global tendrá acceso a agua potable, asegura el informe conjunto.

Pero, más cauteloso, el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, señaló que no se podía declarar aún la victoria, ya que al menos 783 millones de personas, 11 por ciento de la población del planeta, todavía carecen de acceso a agua potable, y miles de millones no tienen saneamiento.

Tom Slaymaker, analista de la organización WaterAid, con sede en Londres, dijo a IPS que era demasiado pronto para afirmar que la resolución de la Asamblea General había fracasado en su implementación.

"Pero en dos años no hemos visto un cambio sólido en los esfuerzos para revertir la histórica negligencia respecto del agua, y más particularmente el saneamiento, en la cooperación internacional para el desarrollo", añadió.

Slaymaker dijo que la segunda Reunión de Alto Nivel sobre Saneamiento y Agua para Todos, celebrada en abril, mostró señales alentadoras de una creciente atención política hacia el tema.

"Pero los compromisos gubernamentales para hacer que los países rezagados vuelvan a tomar el camino hacia la meta en 2015 deben ser apoyados con los recursos financieros necesarios, con el fin de hacerlos una realidad", afirmó.

Una gran prueba a la voluntad política serán las nuevas metas de desarrollo que se definan a partir de 2015, cuando venzan los ODM, sostuvo.

La resolución de la Asamblea General fue aprobada en julio de 2010 con 122 votos a favor, 41 abstenciones y ninguno en contra.

Estados Unidos se abstuvo, al igual que otros industrializados como Australia, Austria, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Irlanda Israel, Luxemburgo y Suecia.

Pero también varios países en desarrollo, en su mayoría de África, se abstuvieron de votar, como Botswana, Etiopía, Guyana, Kenia, Lesotho, Trinidad y Tobago y Zambia.

En su carta, la coalición señaló que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible o Río+20, celebrada en junio en Río de Janeiro, reafirmó "el pleno e incuestionado consenso entre los países miembros de la ONU sobre el derecho humano al agua y el saneamiento".

"Por tanto, estamos demandando la plena implementación de este derecho humano vital, y que se sorteen los grandes obstáculos que sufrimos en nuestras regiones", añade la misiva.

La carta cita el estudio titulado "Our Right to Water: A People’s Guide to Implementing the United Nations’ Recognition of Water and Sanitation as a Human Right" (Nuestro derecho al agua: una guía popular para la implementación del reconocimiento de la ONU al agua y el saneamiento como un derecho humano).

El informe fue realizado por Maude Barlow, presidenta del Consejo de Canadienses y exasesora sobre agua del presidente número 63 de la Asamblea General de la ONU.

Estos informes, destaca la carta, proveen recomendaciones específicas para cada región destinadas a garantizar la implementación progresiva de la resolución.

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