Medios en Somalia descubren límites a la libertad de prensa

Defensores de la libertad de prensa en Somalia temen que el último caso contra un periodista que expuso la violación de una mujer por parte de miembros de las fuerzas de seguridad sea usado para disuadir a los demás medios del país.

El periodista Abdiaziz Abdinur Ibrahim fue detenido el 10 de enero por haber publicado un artículo sobre una mujer de 27 años que denunció haber sido violada por seis uniformados en agosto de 2012.

Ibrahim estuvo detenido durante un mes sin cargos, pero luego fue acusado junto a la víctima de "insultar a las fuerzas de seguridad del Estado".

A comienzos de este mes, un tribunal regional en Mogadiscio halló culpables a ambos y los sentenció a un año de prisión. Sus defensores acudieron a la Corte de Apelaciones, cuyo veredicto final se espera para el 27 de este mes.

"Esto hará que los periodistas eviten aventurarse en áreas que los lleven a historias riesgosas como esta", sostuvo Abdulahi Elmi, defensor de los medios en Mogadiscio.
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"Y esto tiene grandes implicaciones para la ya preocupante situación de libertad de prensa en el país. Definitivamente afectará y agravará la situación para los trabajadores de prensa locales", dijo a IPS.

El caso causó preocupación internacional. La organización Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, instó al gobierno a archivar el caso por estar "infundado".

La Unión Nacional de Periodistas Somalíes sostuvo que la sentencia contra Ibrahim y la mujer denunciante es "un serio revés" para la libertad de prensa.

Funcionarios del gobierno somalí se distancian del caso, señalando que se trata de un asunto judicial e insistiendo en la separación de poderes.

Sin embargo, tras el arresto de Ibrahim, el presidente Hassan Sheikh Mohamud dijo que su administración no toleraría una cobertura negativa por parte de la prensa local.

Periodistas somalíes que apoyan a Ibrahim dijeron a IPS que siguen dispuestos a entrevistar a personas críticas del gobierno y a seguir informando casos de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad.

"Fue una clara advertencia para nosotros", dijo un periodista local a IPS, que prefirió el anonimato por temor a represalias.

"Nuestro amigo fue tratado muy mal simplemente porque se animó a escuchar a una mujer que dijo sufrir injusticia a manos de aquellos que supuestamente tenían que protegerla", añadió.

Ibrahim no es el único periodista que fue arrestado en conexión con este caso. Daud Abdi Daud estuvo demorado por casi una semana sin cargos, por haber protestado en un tribunal el 5 de este mes contra la sentencia a Ibrahim. Fue liberado bajo fianza el día 12.

Daud contó a IPS que no le permitieron ver a un abogado y que nunca fue acusado formalmente de ningún delito, aunque oficiales le dijeron que había estaba retenido por "disciplina".

"La policía me tomó bajo custodia luego de haber dicho que los periodistas debían tener libertad de entrevistar a cualquier mujer, incluyendo a la primera dama si esta lo permitía", contó Daud en Mogadiscio luego de ser liberado bajo fianza.

Abdi Aynte, director del Instituto del Patrimonio para Estudios Políticos, centro de estudios independiente con sede en Mogadiscio, sostuvo que el caso demuestra la necesidad de mejorar la libertad de prensa de Somalia.

"En comparación con algunos países vecinos, como Etiopía y Eritrea, creo que Somalia goza de una considerable libertad, en términos de lo que la gente puede decir y de lo que los grupos pueden decir. Pero no hay duda de que el gobierno puede hacer más para mejorar esa condición", dijo Aynte.

Según el Comité para la Protección de los Periodistas, Eritrea es la nación que más censura a sus medios. En 2012, el Comité ubicó a Somalia como el segundo país más peligroso para los reporteros, muchos de los cuales son asesinados mientras sus homicidas salen impunes.

Un total de 49 periodistas fueron asesinados desde 1992 en Somalia, según cifras del Comité, 18 de estos solo el año pasado. Nadie fue detenido en conexión a los crímenes, indicó la organización.

Aynte dijo que el gobierno perdió credibilidad por la forma en que manejó el caso de Ibrahim.

"Tanto el gobierno como los periodistas tienen problemas de capacidad. Estos últimos pueden cuestionar la capacidad de investigación y procesal del gobierno, y este puede cuestionar la capacidad de los periodistas locales para verificar la información", sostuvo Aynte.

En lo que muchos consideran un intento por desviar la atención frente el creciente cuestionamiento público, el gobierno somalí anunció el 3 de este mes la creación de un independiente Grupo de Tareas sobre Derechos Humanos.

Su objetivo será "investigar un más amplio rango de abusos a los derechos humanos, incluyendo el asesinato organizado de periodistas y la violencia sexual contra las mujeres".

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