Israel amenaza con dejar a oscuras a palestinos del sur

Eliad Orian, de Comet, dentro de una cueva, sede eléctrica para el área de Masafer Yatta. Crédito: Mel Frykberg/IPS.
Eliad Orian, de Comet, dentro de una cueva, sede eléctrica para el área de Masafer Yatta. Crédito: Mel Frykberg/IPS.

Una guerra diplomática silenciosa se lleva a cabo entre varios gobiernos europeos y autoridades israelíes, en especial la Administración Civil que controla este territorio palestino en el sur de Cisjordania.

El motivo es la posible destrucción de un proyecto humanitario financiado por esos gobiernos europeos, organizaciones internacionales y fundaciones y que asciende a medio millón de euros (650.000 dólares) y muchos años de varias horas de trabajo voluntario tanto de israelíes como de palestinos.

En caso de llevarse a cabo, más de 1.000 palestinos quedarán sin servicios de electricidad y, por consiguiente, con serias dificultades para sobrevivir en la zona.

La organización Community Energy Technology in the Middle East (Comet) provee desde 2006 servicios gratuitos de energía renovable híbrida, solar y eólica, a comunidades que están fuera del tendido eléctrico en el sur de Cisjordania.

La iniciativa palestino-israelí fue fundada por los físicos Noam Dotan y Ela Orian, pues deseaban hacer algo para contrarrestar el carácter destructivo de la ocupación de Israel.
[related_articles]
Comet construyó 22 instalaciones eléctricas en 22 comunidades y suministra electricidad a más de 1.500 pastores y campesinos palestinos del árido sur de Cisjordania, quienes practican una agricultura no mecanizada.

Cisjordania está dividida en tres zonas: el área A, nominalmente bajo control palestino; área B, con una administración conjunta palestina e israelí; área C, 62 por ciento del territorio además de Jerusalén oriental, bajo estricta supervisión israelí.

Esta última zona está principalmente reservada para los más de 500.000 colonos que viven en varios cientos de asentamientos y puestos de avanzada.

"Las comunidades palestinas están desconectadas de forma deliberada de caminos, red eléctrica, agua y saneamiento por las autoridades israelíes, que pretenden mantener el área C exclusivamente para las colonias", dijo a IPS el gerente de desarrollo organizativo de Comet, Aya Shoshan.

El proyecto de Comet insumió la considerable cifra de medio millón de euros, donados por numerosos gobiernos europeos, en especial el de Alemania, y por organizaciones internacionales y fundaciones. Las obras llevaron entre tres y cuatro años de trabajo, la mayoría a cargo de voluntarios israelíes y palestinos.

"Hace un año comenzamos a recibir órdenes de demolición de la Administración Civil israelí. Actualmente son 10 las que están en riesgo, lo que dejará a más de 1.000 palestinos sin electricidad", dijo Shoshan a IPS.

"Israel, en tanto que potencia ocupante, es responsable del bienestar de los palestinos que viven en el área ocupada, de acuerdo con el derecho internacional", observó.

"No solo Israel no cumple con su responsabilidad, sino que amenaza con destruir un proyecto humanitario, financiado por donantes internacionales y que busca aliviar las dificultades de la vida de los palestinos", remarcó.

En respuesta a las amenazas de la Administración Civil israelí, Comet emprendió una movilización diplomática para salvar el proyecto. Esta incluyó visitas de misiones diplomáticas y delegaciones y apunta a funcionarios europeos de alto rango y miembros del parlamento.

También inició acciones legales y recurrió a los medios de prensa internacionales.

"El gobierno alemán, uno de los principales donantes, presionó a las autoridades israelíes para que no continuaran con las demoliciones, al igual que varios donantes europeos más, y estamos seguros de que eso detuvo en forma temporal la destrucción de las instalaciones eléctricas. Pero la amenaza sigue allí", puntualizó. Shoshan.

La mañana en que IPS visitó el pueblo de Gawa’is, en Masafer Yatta (un área de varios caseríos), funcionarios de la Administración Civil israelí llegaron poco después de una advertencia de que se iba a llevar a cabo una demolición.

La presencia de un equipo de filmación israelí quizá haya incidido en la interrupción de la ejecución.

Los proyectos eléctricos de Comet mejoraron la vida de los palestinos enormemente, e impulsaron la economía local en 70 por ciento.

"En vez de vender productos perecederos, como queso y manteca, en el momento y teniendo que trasladarse cada vez a los pueblos cercanos, ahora los pueden refrigerar, hacer un solo viaje y vender al por mayor", explicó Shoshan.

La producción de manteca y queso también aumentó 15 por ciento gracias a la introducción de una lechera eléctrica. Antes, la fabricación a mano llevaba dos horas, un trabajo básicamente femenino.

El uso del agua fría mejoró la eficiencia en la separación de la materia prima, y los agricultores pudieron aumentar 50 por ciento más que antes el producto final.

La vida de las mujeres mejoró mucho porque son las responsables de la producción láctea. La ropa se lava a máquina. Los niños pueden hacer los deberes de noche con luz eléctrica y no, a la luz de una vela.

"Por primera vez en mi vida me siento como un ser humano", dijo emocionado Ali Awad, del pueblo de Tuba. "¿Acaso esta infraestructura mínima puede llegar a constituir una amenaza de algún tipo para Israel?", añadió.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe