Hay mucha comida bajo el océano

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está convencida de que el planeta tiene la capacidad de producir suficientes alimentos para sus 7.000 millones de habitantes.

No obstante, y a pesar de los progresos hechos en las últimas dos décadas, unas 870 millones de personas aún sufren hambre crónica.

Dr. Palitha Kohona. UN Photo/Mark Garten
Dr. Palitha Kohona. UN Photo/Mark Garten

¿Qué pasaría si los recursos agrícolas finitos del planeta se agotaran como resultado de las sequías, la desertificación, el cambio climático y los desastres naturales?

Siempre están los lechos marinos, responde el embajador Palitha Kohona, copresidente del Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Conservación de Recursos Marinos Fuera de Jurisdicciones Nacionales.

Los mares y los océanos, que cubren 70 por ciento del planeta, son probablemente la última frontera de la Tierra, pues allí todavía existen vastas áreas que no han sido exploradas y formas de vida aún por descubrir, dijo en una entrevista con IPS.

Y 65 por ciento de los océanos están fuera de las jurisdicciones nacionales, añadió.

El mandato del Grupo de Trabajo es asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina que existe fuera de las jurisdicciones nacionales, así como preservar recursos genéticos oceánicos, explicó Kohona.

El funcionario se desempeñó como representante permanente de Sri Lanka en la ONU y como director de la Sección de Tratados del foro mundial.

Kohona destacó que “tenemos un mejor conocimiento del espacio exterior que de los océanos, que proveen sustento a más de 1.000 millones de personas, en su mayoría en el Sur en desarrollo”.

IPS: ¿Hasta dónde hemos llegado en la explotación de estos ricos recursos submarinos?

PALITHA KOHONA: Por ahora, solo un puñado de países avanzados posee naves capaces de recolectar este material genético, especialmente el que se encuentra en fosas submarinas y en respiradores hidrotermales.

Todavía un número menor de países tiene la capacidad de analizar este material, y la investigación básica que se lleva a cabo está principalmente financiada por estados industrializados.

Los países en desarrollo arguyen que los beneficios del material obtenido en áreas fuera de jurisdicciones nacionales deben ser compartidos en forma equitativa a través de una convención mundial, ya que la fuente de este material está probablemente ubicada en un área reconocida como patrimonio común de la humanidad.

IPS: ¿Cuáles son los principales objetivos de su Grupo de Trabajo?

PK: Hacer recomendaciones a la Asamblea General de la ONU, con el fin de asegurar un futuro marco legal para abordar los temas complejos que surjan.[pullquote]3[/pullquote]

De hecho, es la expectativa de muchas delegaciones que estas discusiones deriven en la creación de un instrumento legal.

IPS: En su informe del mes pasado, el Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes para la Agenda de Desarrollo posterior a 2015 predijo que el hambre extrema y la pobreza podrían ser erradicadas en 2030. Si es así, ¿cuál es el papel de los océanos y los mares en los esfuerzos para aliviar la crisis de alimentos?

PK: En todo el mundo, 1.000 millones de personas se van a dormir cada noche sin cenar, y 1.200 millones viven con menos de 1,25 dólares al día. Nuestros recursos deben ser distribuidos de forma más eficiente y equitativa.

Cerca de 30 por ciento de los alimentos disponibles van a parar a la basura en países industrializados debido a patrones de consumo que permiten el derroche. El sector pesquero mundial emplea y provee sustento y proteínas a más de 1.000 millones de personas.

Es una realidad preocupante que 70 por ciento de las poblaciones de peces estén en serio riesgo de colapsar debido a la sobrepesca. Si esto ocurre, las consecuencias serían desastrosas.

Además, el recalentamiento planetario, la creciente acidificación de los océanos, el aumento de los niveles del mar y el blanqueamiento de los corales están afectando a las poblaciones de peces y a otras formas de vida en los mares, en algunos casos obligándolas a buscar nuevos hábitats, especialmente los peces tropicales.

Mientras nos concentramos en proteger a las ballenas, algo que debemos hacer, poblaciones de peces económicamente relevantes están alcanzando el punto de extinción. Es imperativo que administremos de forma adecuada, conservemos y usemos sosteniblemente estos recursos, que son esenciales y disminuyen rápidamente.[related_articles]

IPS: ¿Qué progresos se han alcanzado en las negociaciones sobre la biodiversidad biológica marina fuera de las jurisdicciones nacionales?

PK: El progreso ha sido lento. Mientras los países en desarrollo han sido activos en la defensa de un reparto equitativo de los beneficios de la investigación sobre los materiales genéticos de áreas marinas fuera de las jurisdicciones nacionales, los países que llevan a cabo esos estudios se muestran renuentes.

Arguyen que cuesta más de 1.000 millones de dólares el desarrollar y llevar al mercado un nuevo producto. Y muchos nunca llegan al mercado, a pesar de que se invirtieron millones de dólares en ellos.

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