Fuga de médicos en Pakistán por ola de secuestros

Un cartel informa sobre una huelga en el hospital Lady Reading de Peshawar, como condena al secuestro de un médico. Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS

Médicos de dos importantes provincias de Pakistán se declararon en huelga o migraron hacia zonas más seguras, dejando a los pacientes sin  atención, como consecuencia del secuestro de 45 de sus colegas durante el año que termina,  que la policía atribuye a grupos del movimiento islamista Talibán.

Muchos de los médicos de Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa, de la que es capital Peshawar, migraron a otros lugares o se declararon en huelga para exigir al gobierno que garantice su seguridad, lo que ha afectado a los enfermos de las dos provincias colindantes, donde viven 32 millones de los 185 millones de habitantes de Pakistán.

«Una serie de secuestros de médicos afectó negativamente la atención al paciente en los hospitales de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán”, declaró a IPS el presidente de la Asociación de Médicos de Provincia (PDA), Shah Sawar.

Los médicos suelen trabajar en los hospitales públicos en las horas de la mañana y muchos ejercen la práctica privada por la tarde y por la noche. Ganan por sus servicios entre 10.000 y 30.000 dólares al mes. Casi todos los secuestros fueron para pedir rescate por las víctimas.

En los hospitales estatales de Khyber Pakhtunkhwa, los médicos se declararon la huelga después del secuestro de Amjad Taqweem el 3 de este mes. El profesional era el único reumatólogo del hospital Lady Reading (LRH) de Peshawar, y pasó a ser la víctima número 12 de secuestro de galenos en la provincia este año, según la PDA.

La huelga llevó al cierre del LRH, uno de los mayores hospitales de la provincia, con 500 especialistas, 1.650 camas y 5.000 pacientes atendidos por día.

«Los médicos no quieren causar problemas a los pacientes con acciones como una huelga, pero no hay otra forma de presionar al gobierno para lograr el rescate de sus compañeros secuestrados», sostuvo Sawar.

A principios de diciembre, los médicos se declararon en huelga en el Complejo Médico Hayatabad, un hospital de atención especializada en Peshawar, la capital de Khyber Pakhtunkhwa.

Sawar informó que Khyber Pakhtunkhwa tenía unos 700 especialistas, incluidos cirujanos, psiquiatras y pediatras. Pero el miedo a los secuestros determinó que al menos 20 de ellos hayan emigrado en los últimos seis meses.

La policía sospecha que la mayoría de las bandas responsables de los secuestros operan  a través del proscrito Tehreek Talibán Pakistán. La organización extremista recauda mucho dinero con los secuestros, según la policía.

“Con el secuestro de los médicos, el Talibán no solo obtiene grandes ganancias sino que también priva a las personas del tratamiento «, dijo el oficial Abidullah Shah a IPS.

Citó el caso de Manzoor Ahmed, un médico que había emigrado a Canadá y regresó para servir a su gente. Ahmed fue secuestrado en mayo, en la pudiente zona de Hayatabad, y fue liberado tras pagar 100.000 dólares de rescate.

“Al día siguiente, retornó a Canadá, dejando a cientos de pacientes sin atención”, comentó Shah, que investigó su caso.

Los secuestros obligaron a los médicos a considerar si salir de la ciudad o contratar guardaespaldas, manifestó a IPS el cirujano Musa Kaleem.

«La mayoría de los médicos viven en constante temor, ya que son blancos fáciles», dijo Kaleem. “Al final quienes sufren son los pacientes que no pueden acceder a los especialistas», lamentó.

El jefe de policía de Peshawar, Ijaz Ahmed, dijo que los médicos tendrán plena seguridad. “Estamos desplegando una fuerza de respuesta rápida cerca de hospitales privados y públicos para detener la ola de secuestros», aseguró.

El gobierno también está considerando una solicitud de los profesionales de la medicina para que se les otorguen licencias de porte de armas.

La mayoría de las víctimas fue secuestrada en la calle después de anochecer. A veces los escondites donde se las retiene están cerca de sus hogares.

Mushtaq Khan, quien fue secuestrado en febrero, comentó a sus familiares que después de recibir el rescate sus captores le preguntaron dónde quería que lo dejaran. “A los pocos minutos estaba en su casa en Hayatabad, lo que significa que había estado cautivo en algún lugar cercano «, explicó Abdul Basit, colega y primo de Khan.

Los médicos de Baluchistán, otra provincia que padece violencia por los disturbios étnicos e insurgentes, también han protestado por el secuestro de 27 colegas este último año, según el capítulo local de la Asociación Médica de Pakistán (PMA).

Mientras 26 siguen desaparecidos, uno fue puesto en libertad después de pagar cerca de medio millón de dólares a los secuestradores. “Lo llevaron el 17 de septiembre y lo liberaron el 1 de diciembre. Su familia sufrió un gran trauma», dijo a IPS por teléfono Sultan Tareen, presidente de la PMA en Baluchistán.

Tareen informó que la provincia tiene solo 200 especialistas, insuficientes para atender a sus 10 millones de habitantes. Baluchistán, con 44 por ciento de la superficie de Pakistán es la provincia más grande del país y su tamaño dificulta el acceso a la atención médica a quienes viven en lugares remotos.

“Una decena de médicos abandonaron Quetta, la capital, y otras ciudades como Pishin y Kalat  por el temor a los secuestros. La falta de seguridad puede provocar una fuga de cerebros «, advirtió.

A los médicos se les recomendó que obtuvieran licencias para ir armados y que tuviesen guardaespaldas, sostuvo Tareen.

“Todos tenemos miedo ya que pertenecemos al mismo sector de ingresos y podríamos estar en la lista de objetivos de los secuestradores», dijo.

Abdur Rehman, un oftalmólogo con sede en Peshawar, fue secuestrado el 29 de enero. “Limitó sus actividades desde que fue liberado en junio”, dijo a IPS uno de sus asistentes, Subhan Ali.

Antes solía tratar a unos 500 pacientes por día, a la mayoría gratuitamente. Las personas atendidas en sus campamentos médicos recibían medicamentos e incluso lentes sin costo alguno. Pero ahora clausuró estas clínicas móviles para no exponerse. Varios grupos delictivos operan en la ciudad y siempre existe el temor de que uno nuevo lo ponga en la mira.

“La gente que solía recibir exámenes y medicamentos gratuitos es la que sufre”, dijo el asistente.

El principal pediatra de la ciudad, Abdul Hameed, que frustró un intento de secuestro en septiembre, pasa la mayor parte de su tiempo en casa. “Después del incidente dejó de atender a los niños”, indicó Sawar.

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