Homosexuales de India ponen sus voces al aire

Chandni, integrante de la comunidad LGBT en Bangalore, sintoniza QRadio por Internet. Crédito: Stella Paul/IPS.

Es de tarde en Bangalore, la ciudad de las tecnologías de la información de India. En un pequeño estudio, Vaishalli Chandra, directora de QRadio, una emisora por Internet dedicada a la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transgénero (LGBT), entrevista a Ankit Bhuptani, un homosexual de 21 años de Mumbai.

“Tenía 15 años cuando me di cuenta de que era gay, y eso me hacía sentir como si hubiera pecado contra Dios. Empecé a condenarme. Más tarde logré aceptarme como soy”, explica Bhuptani.

Chandra, una heterosexual, sonríe y hace participar a la audiencia de QRadio: “Sí, la aceptación social es importante y empieza por aceptarse a uno mismo. Así que hablemos sobre eso”.

Gracias a las oportunidades de formar redes, desahogarse y celebrar, la radio es el medio más elegido por la comunidad LGBT en India.

Priyanka Divakar conduce el programa “Yari Ivaru” (¿quién es esta persona?), que se emite en Radio Active, una estación de frecuencia modulada que está al aire desde 2010. Ella integra la misma comunidad LGBT a la que dirige su espacio.

Divakar nació hombre y se sometió a una cirugía de reasignación de sexo luego de sufrir durante años el mismo calvario que experimentan las minorías sexuales en este país: la falta de derechos, el ostracismo social, el estigma y las burlas.

En India las relaciones homosexuales todavía son un delito penal.

Chandra y Divakar creen que sus programas amplían la libertad de expresión, al dar a la comunidad LGBT una plataforma para ser ella misma.

[related_articles]Los invitados hablan sobre su conflicto de identidad, la reacción de sus familias ante su sexualidad y la oposición de la sociedad.

“La mayoría de las veces, los propios padres reniegan de sus hijos tras enterarse de su identidad sexual. Esto los lanza a un mundo de inseguridad económica, social y emocional, y los empuja al comercio sexual, la mendicidad o actividades delictivas”, dijo Divakar.

Pero no todas las historias son amargas y tristes.

Shaleen Rakesh, de Nueva Delhi, recordó en la radio el día en que confesó a su madre que era gay.

“Me dijo que quería abrazarme; la hizo muy feliz verme salir del armario”, relató.

Además de compartir historias del pasado, la comunidad también emplea estos espacios de radio para debatir sobre el futuro, especialmente los planes para terminar con la discriminación.

La radio tiene particular recepción entre los jóvenes de la clase trabajadora, a la que pertenecen la mayoría de los LGBT, dijo Kalki Subramanium, activista transgénero de Chennai.

“En estos días la radio es un nuevo avatar: se puede ver a jóvenes escuchándola cuando viajan a trabajar o cuando están en el trabajo. Es de fácil acceso y no cuesta mucho”, dijo Subramanium, un trabajador social premiado y fundador de Sahadari, una organización sin fines de lucro que promueve la igualdad de género en India.

Abhijay, un diseñador gráfico de Nueva Delhi que teme que revelar su apellido pueda costarle el empleo, sintoniza a menudo QRadio, a la que considera “muy buena para alentar a una persona en conflicto con su identidad sexual”

Sin embargo, casi cinco meses después de su lanzamiento, siente que la radio corre el riesgo de ser repetitiva y que debe tomarse más en serio asuntos como la brutalidad policial, la discriminación en el lugar de trabajo y la falta de empleos decentes.

“La identidad no es el único problema que tenemos los gays. ¿Qué hay de las consecuencias de declarar públicamente tu orientación sexual? ¿Cómo afrontamos eso? ¿Cómo manejar la discriminación en todas partes?”, planteó.

Akkai Padmashali, activista LGBT de Sangam, una organización no gubernamental con sede en Bangalore, dijo que el acceso a QRadio es limitante, porque se necesita una conexión estable a Internet para escucharla. Se necesita llegar a quienes viven al otro lado de la brecha digital, sostuvo.

A Padmashali, quien planea conducir un nuevo programa en QRadio, le gustaría ver “una gran cantidad de radios comunitarias que en todo el país abordaran asuntos de la comunidad LGBT”.

Pero más emisoras requerirán más financiamiento, lo que constituye un asunto espinoso. Según Chandra, QRadio recibió parte de su financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pero “la sostenibilidad es un asunto serio”.

Priya Darshi, radicado en Hyderabad, dijo que había planeado crear una radio comunitaria, pero no pudo porque “nadie estaba dispuesto a apoyar a un grupo de personas extrañas hablando sobre derechos y normas”.

Padmashali cree que “la responsabilidad moral (de financiar) debería recaer en el Estado indio”. En los últimos meses ha sostenido reuniones con dirigentes políticos y ministros, entre ellos Manish Tiwari, titular de la cartera de Información y Transmisiones, a quien describió como “muy empático con la comunidad LGBT”.

Subramanium sostiene siente que el sector corporativo también debería invertir en la radio para la comunidad LGBT.

“Hay varias emisoras privadas que reciben gran financiamiento de las corporaciones. La escasez de fondos solo existe para las radios comunitarias. Pero el diálogo y la sensibilización pueden ayudar a crear nuevas asociaciones. La responsabilidad social corporativa muy bien podría incluir financiar espacios que promuevan los derechos de género”, dijo.

Sin embargo, Padmashali y Subramanium están convencidos de que la radio para las personas LGBT llegó para quedarse.

En QRadio se escucha la voz de Rakesh: “No necesitamos ninguna validación de los otros… nuestra comunidad es suficiente para validarse a sí misma”.

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