Isleños de Chagos no ceden en su lucha por el retorno

Un grupo de chagosianos que visitó el archipiélago en 2006. Muchos todavía luchan para volver a las islas de las que fueron desalojados hace más de 40 años. Crédito: Cortesía del Grupo de Refugiados de Chagos

“El Área Marina Protegida creada en torno al archipiélago de Chagos es un nuevo obstáculo que colocó el gobierno británico para impedirnos volver a nuestra patria”, afirmó Olivier Bancoult, líder de una asociación de refugiados de ese grupo de islas en el océano Índico.

En los últimos 40 años, los chagosianos han llevado adelante una campaña para regresar al archipiélago, formado por 55 islas ubicadas 1.200 kilómetros al norte de Mauricio, en el océano Índico.

Vivieron allí por cinco generaciones hasta ser desalojados a comienzos de los 70 por Gran Bretaña y Estados Unidos en el marco de sus planes militares en la región. El archipiélago forma parte actualmente del Territorio Británico del Océano Índico (BIOT, por sus siglas en inglés), aunque es reclamado por Mauricio.

Los chagosianos se quejan de que no pueden volver a habitar sus islas de origen desde que se creó en 2010 el Área Marina Protegida, que impide los viajes y los asentamientos humanos en el archipiélago a menos que medie una autorización expresa de Londres.

“No vamos a ceder”, dijo Bancoult a IPS, quien se prepara para una nueva batalla legal contra el gobierno británico, cuya primera audiencia se realizará el 30 de marzo en la Suprema Corte de Justicia en Londres.

Bancoult tenía cuatro años cuando él y su madre, Rita, emigraron a Mauricio. En 1983, creó el Grupo de Refugiados de Chagos (CRG, por sus siglas en inglés) para defender los derechos de su comunidad. A lo largo de los años, la organización realizó varias manifestaciones públicas y huelgas de hambre.[pullquote]1[/pullquote]

El Área Marina Protegida abarca casi 545.000 kilómetros cuadrados y tiene el objetivo de proteger los recursos naturales de Chagos, implementando severos controles a la pesca y a la vida en las islas, prohibiendo el daño del ambiente y la matanza o recolección de animales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y de Commonwealth (Mancomunidad) de Gran Bretaña designó el archipiélago como área que debe ser preservada, considerando que se trata de “uno de los más preciados e incontaminados ambientes tropicales que quedan en la Tierra”.

En un estudio de 2002, el Ministerio concluyó que el regreso de asentamientos humanos al archipiélago era inviable debido a la poca elevación de las islas y a que estas “ya son objeto de inundaciones, marejadas y erosiones de las playas”.

También advirtió que, “conforme avance el cambio climático, es probable que estos eventos se incrementen en severidad y regularidad”.

Sin embargo, los científicos Richard Dunne y Barbara Brown, quienes han estudiado los arrecifes de coral en el océano Índico por varias décadas, no están de acuerdo.

Dunne dijo a IPS que el gobierno británico ha venido presentando estas conclusiones al Parlamento, a los tribunales y al público en los últimos 10 años como justificación para impedir el regreso de los chagosianos.

“Ahora sabemos que el estudio de viabilidad presentaba fallas científicas y sus conclusiones merecen poca confianza”, señaló, añadiendo que esta podría ser una de las causas por las cuales el Ministerio tiene previsto realizar este año una nueva investigación.

Chagos está formado por “islas coralinas bajas con una altitud media sobre el nivel del mar de apenas dos metros. Por esto son, al igual que las Maldivas en el norte, susceptibles a cambios en el nivel del mar, a tormentas, erosiones e inundaciones”, dijo.

No obstante, el científico no ve ninguna razón para que los chagosianos no puedan regresar.

“Han vivido en estas islas por casi dos siglos, y, según la evidencia científica que tenemos hoy, no hay razón por la que no puedan seguir allí al menos en el futuro cercano, y con ello me refiero a las próximas cuatro o cinco décadas”, afirmó.

Bancoult cree que su pueblo puede vivir en el ambiente particular de las islas.[related_articles]

“¿Cómo puede ser que europeos, estadounidenses y otras personas ricas de otros lados se queden durante meses en Diego García, Peros Banhos e Islas Salomón, que son parte del archipiélago, pero los chagosianos no puedan vivir allí?”, preguntó.

Simon Hughes, secretario del Fondo de Conservación de Chagos, organización que trabaja desde hace 20 años para preservar la biodiversidad y los ecosistemas del archipiélago, negó que el Área Marina Protegida estuviera diseñada para prohibir el regreso de los chagosianos.

El área “solo tiene tres años, y tampoco sería una herramienta para ese propósito. Se puede revisar su marco para acomodarlo a la población local, si es que hay una en el futuro”, dijo a IPS.

Hughes explicó que las propias leyes del BIOT ya impiden habitar o visitar el territorio a menos que se cuente con un permiso, por lo cual, “la creación de un área marina protegida no tiene impacto inmediato en la comunidad chagosiana”, adujo.

El Fondo de Conservación también advirtió que el aumento del nivel del mar y la erosión seguirán siendo un problema para las islas.

Según esa entidad, los beneficios del Área Marina Protegida en torno a Chagos son múltiples. La ausencia de una población humana instalada, el estricto régimen ambiental y la mínima huella de la base militar en Diego García han permitido un alto grado de preservación, arguyó.

“Las islas, los sistemas de arrecifes y las aguas en torno a Chagos, en términos de preservación y biodiversidad, están entre las más ricas del planeta, y contienen alrededor de la mitad de los arrecifes del océano Índico que permanecen en buenas condiciones”, explicó Hughes.

El abogado británico y consejero de los chagosianos, Richard Giffor, dijo a IPS que el archipiélago es un lugar maravilloso para vivir, pero, “obviamente, hay problemas que encarar, como recuperar la infraestructura, la economía, la vivienda y el transporte”.

No obstante, “las posibilidades son extremadamente positivas”, sostuvo.

La mayoría de los 1.500 chagosianos originales fallecieron. Hoy quedan 682, y están decididos a luchar contra el Área Marina Protegida.

“Estamos trabajando en nuestro propio plan de reubicación, que presentaremos a fines de este año ante los tres gobiernos involucrados, el de Mauricio, el de Gran Bretaña y el de Estados Unidos”, dijo Bancoult.

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