La naturaleza habla, los legisladores africanos escuchan

República Democrática del Congo (RDC) es el segundo país con mayor superficie de selva tropical del mundo, pero la tala y la quema que realiza masivamente la agricultura son junto con el carbón vegetal las mayores causas de las emisiones de gases de efecto invernadero. Crédito: Taylor Toeka Kakala/IPS

Legisladores de África, participantes en una cumbre mundial en la capital mexicana, criticaron las leyes sobre cambio climático del continente, porque no son suficientemente ambiciosas para remediar las consecuencias del recalentamiento planetario, aunque consideraron que son un avance en el camino adecuado.

Las críticas contra República Democrática del Congo (RDC), un actor emergente en el plan de acción de la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD+, por sus siglas en inglés), apuntan a que sus proyectos no tienen el respaldo de un marco jurídicamente vinculante, lo cual deja a las comunidades forestales en un vacío legal y vulnerables a la explotación económica.

El parlamentario congoleño Jean Claude Atningamu admitió que su país cuenta con estrategias y políticas, pero aún no adoptó una ley sobre REDD+.

“Acabamos de iniciar estos procesos y estamos lidiando con muchos desafíos”, indicó en diálogo con IPS.

Atningamu dijo que si bien las comunidades locales no se están beneficiando de los fondos destinados a la lucha contra el cambio climático, esto no se debe a la falta de voluntad política.

«No tenemos el pleno apoyo de la comunidad internacional que no está proporcionando los fondos necesarios para ayudar a la población de RDC a abordar los retos económicos”, declaró en la conclusión de la segunda Cumbre Mundial de la Organización Global de Legisladores para el Equilibrio Ambiental (Globe International), que se realizó en Ciudad de México entre el viernes 6 y este domingo 8.

Aunque RDC es el segundo país con mayor superficie forestal del mundo “aún no hemos recibido fondos para REDD+”, explicó.

«Estamos a la espera de recibir los primeros 60 millones de dólares de REDD+. Con nuestra extendida superficie forestal deberíamos recibir al menos mil millones de dólares por año”, afirmó el legislador.

«Debemos contar con mecanismos establecidos por el Parlamento que ayuden a los países africanos a acceder a la financiación de REDD+. Sin el acceso a los fondos no podemos implementar las políticas que estamos discutiendo en esta Cumbre de Globe”, añadió Atningamu.

El parlamentario congoleño señaló que en África el bosque es la mayor riqueza de la población. “Lo necesitamos para alimentar a nuestra gente, para obtener calor, para cocinar. No puede decirle a su esposa que deje de usar leña y no proporcionarle una fuente alternativa de energía”, comentó.

Pero la falta de acceso a los fondos climáticos no es el único asunto que preocupa al bloque de legisladores africanos en México.

Algunas resoluciones acordadas en la cumbre también generaron inquietud, como el acuerdo para ofrecer una sólida legislación en apoyo del desarrollo sostenible, en particular el cambio climático, el capital natural y los bosques/REDD, así como el fortalecimiento de la capacidad de los legisladores para ejercer efectivamente sus responsabilidades de supervisión, especialmente sobre el poder ejecutivo.

Simon Asimah, presidente del bloque africano en la cumbre y también vicepresidente de Globe International África, dijo que las resoluciones no son lo suficientemente integrales como para cubrir las lagunas legislativas del continente.

“Se añadirán algunas cláusulas a la resolución final para asegurarnos que la postura de África con respecto a la seguridad climática esté plenamente representada”, señaló el legislador de Ghana.

La recomendación fue aceptada y se incluyeron cláusulas que sugieren que todos los países africanos cuenten con capítulos de Globe International en sus respectivos cuerpos legislativos y que la organización instale una secretaría regional en África. Por ahora, la presencia de Globe International en el continente se limita a Ghana, Nigeria, RDC y Sudáfrica.

Esto es clave para la coordinación, así como para mejorar el intercambio de mejores prácticas africanas referidas a la mitigación del cambio climático y la adaptación, según los legisladores.

Asimah dijo que el bloque africano presionó en la cumbre para que “todos los países, en particular los de África, adopten leyes eficaces sobre el cambio climático que… reconozcan e incorporen conceptos de contabilidad relativos al capital natural que contabilicen los recursos naturales como parte del capital nacional integral”.

Joyce Laboso, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional legislativa de Kenia, también expresó su preocupación por el cambio en las perspectivas mundiales y su impacto en África.

El mundo desalienta el uso de combustibles fósiles mientras muchos países africanos – como Kenia, Mozambique, Tanzania y Angola- están descubriendo petróleo, expresó Laboso. “Y ahora se nos dice que vamos hacia la energía renovable subsidiada. ¿Entonces cómo vamos a lograr el desarrollo sostenible si África no puede recurrir a su riqueza natural?”, se preguntó.

La delegación de Ghana hizo hincapié en que los países desarrollados, como Estados Unidos, y las economías emergentes, como China y México, emiten la mayor cantidad de carbono, pero mientras se le pide a África que no utilice sus bosques y se industrialice de la misma manera que lo hizo Brasil.[related_articles]

Asimah opinó que África no recibe compensación suficiente, y a veces ninguna, por sus esfuerzos para evitar que la población explote los recursos forestales. El continente “debe encontrar una vía de desarrollo. Pero este no es un juego de la culpa. El cambio climático es un problema mundial y requiere soluciones mundiales”, destacó.

Pero Jacob F. Mudenda, el presidente de la Asamblea Nacional de Zimbabwe, dijo que “los países industrializados deben someterse a las convenciones sobre el cambio climático, sin las cuales no habrá ninguna sinergia mundial”.

Los legisladores de Cabo Verde, Nigeria, Sudán y Uganda informaron que consideraban exigir importantes aportes financieros a las empresas multinacionales que explotan la riqueza natural de África y no contribuyen significativamente con su producto interno bruto.

En Zimbabwe, Mudenda dijo que las leyes ambientales fueron incorporadas a la Constitución como derechos humanos. “Toda persona que sienta que está siendo explotada puede presentar un caso ante los tribunales constitucionales”, precisó.

Otros países, como Botswana, están aprendiendo de Noruega y adoptan cláusulas que obligan a las multinacionales que invierten en sus países a compartir las ganancias obtenidas con un 51 por ciento para el país anfitrión y 49 por ciento para la empresa extranjera.

A pesar de estas inquietudes, los legisladores africanos señalaron que la cumbre de México fue un paso en el rumbo correcto, sobre todo mientras se continúan forjando alianzas mundiales sobre los recursos naturales, ahora que varios procesos y metas internacionales llegan a su fin, en particular los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas, y otros comienzan a surgir.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe