El futuro incierto de la misión de la ONU en Darfur

Una mujer en el campamento de desplazados de Kutum, en el norte de Darfur, en 2012. Crédito: Albert González Farran - Unamid
Una mujer en el campamento de desplazados de Kutum, en el norte de Darfur, en 2012. Crédito: Albert González Farran - Unamid

El futuro de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (Unamid) dependería en gran medida de que se esclarezca lo sucedido exactamente en el pueblo de Tabit, en el norte de esa región en guerra civil con Sudán, a fines de octubre de 2014.

Violaciones en masa en Darfur, un informe publicado por la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) el 11 de este mes, documentó más de 200 presuntos casos de violación de niñas y mujeres en esa localidad durante un período de 36 horas, entre el 30 de octubre y 1 de noviembre.

La Unamid llevó a cabo su propia investigación en Tabit y, en un comunicado de prensa  el 10 de noviembre, declaró que «no encontró evidencia… ni recibió información alguna con respecto a las acusaciones de los medios de comunicación durante el período en cuestión”, sobre la existencia de abusos en masa a la población femenina en la localidad, por parte de soldados y policías  ugandeses.

Sin embargo, Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, declaró el 17 de noviembre que “la fuerte presencia de militares y policías en Tabit dificultó llegar a una investigación concluyente». El funcionario pidió que se le conceda a la Unamid el acceso «sin trabas» para poder realizar una «investigación plena».

Darfur era un reino independiente hasta su anexión por Sudán en 1917, a la que siguieron enfrentamientos desde los años 70, que degeneró en un conflicto armado abierto desde 2003.

Cuando HRW publicó su informe sobre los alcances del ataque, la Unamid aún no tenía ese acceso, pero el comunicado del 10 de noviembre permanece en su página web, sin retractación ni aclaración alguna.

IPS se comunicó con la Unamid sobre los informes de Tabit y fue dirigida al Departamento de Mantenimiento de la Paz de la ONU, que no respondió a las preguntas.

La contradicción que existe entre la declaración del portavoz de Ban acerca de la investigación de la Unamid y el comunicado de prensa de esta encaja con el patrón descrito y documentado en abril de 2014 por la exportavoz de la misión en Darfur, Aicha Elbasri, ahora convertida en denunciante.

Imagen satelital del pueblo de Tabit, Sudán. Crédito: Human Rights Watch
Imagen satelital del pueblo de Tabit, Sudán. Crédito: Human Rights Watch

Los hechos en “Tabit, que son sumamente trágicos, confirman lo que he denunciado en los últimos dos años», afirmó Elbasri, en entrevista con IPS.

La exfuncionaria sostuvo que la investigación sobre sus denuncias respecto de los informes incompletos e inexactos que la Unamid hiciera en el período de 2013 a abril de 2014, es un «encubrimiento de un encubrimiento».

«Cuando Fatou Bensouda, el fiscal principal de la Corte Penal Internacional, solicitó una investigación independiente, completa y pública sobre mis acusaciones, esperaba que Ban Ki-moon respetara ese pedido, algo que no hizo», dijo Elbasri.

Las discrepancias sobre las versiones contradictorias de lo que sucedió en Tabit también son evidentes entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).

«Dado que el gobierno de Sudán le negó a la ONU una ‘investigación adecuada’, tenemos que confiar en organizaciones como Human Rights Watch para que recojan testimonios de testigos y responsables que arrojen luz sobre lo sucedido”, declaró la embajadora de Washington ante el foro mundial, Samantha Power, el jueves 11.

Sin embargo, Rusia apoyó la versión del gobierno sudanés, en el sentido de que no hubo un solo caso de violación, y reclamó a Estados Unidos que cese las sanciones económicas contra Sudán porque contribuyen con la violencia en curso, según Moscú.

En diciembre, el fiscal Bensouda se dirigió al Consejo de Seguridad de la ONU.

«Dada la falta de previsión de este Consejo sobre lo que debe ocurrir en Darfur, no me queda otra opción que poner a hibernar las actividades de investigación”, anunció.

La Corte Penal Internacional emitió una orden de captura contra el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, en marzo de 2009, por su responsabilidad en crímenes de guerra y contra la humanidad.

Incluso esa orden de arresto revela la división política entre los gobiernos, ya que algunos en África aseguran que la Corte persigue injustamente al continente.

La retirada dejaría desprotegida a la población en Darfur

El mandato de la Unamid vence el 30 de junio y existe la inquietud de que el plan de reducir el tamaño de la misión de paz en Darfur, o incluso de retirarla del todo, dejará desprotegida a la población civil ante la violencia.

«Mientras hablamos hay negociaciones acerca de la estrategia de salida. El gobierno de Sudán está presionando, con el apoyo de rusos y chinos, para simplemente terminar con esta misión de modo que no tengan testigos en el terreno y puedan completar sus crímenes contra la humanidad», aseguró Elbasri.

“La ONU está en una encrucijada. Tiene que decidir si lo que dice va en serio. Si todavía está comprometida a proteger a los millones de personas de Darfur. O si terminará por declarar su fracaso y abandonar a la población”, cuestionó.

El informe de HRW también consideró la reducción de la Unamid.

«Las autoridades indicaron que este proceso se debe a varios factores, incluida la hostilidad de Sudán a la misión, el alto costo…, ineficacia con respecto a su mandato básico, y la percepción de que el conflicto en Darfur se va calmando y ya no requiere una sólida fuerza de mantenimiento de la paz”, señaló el informe.

«La retirada de las fuerzas de paz podría minar la escasa protección que la misión le permitió al pueblo de Darfur», advirtió HRW.[related_articles]

La Unamid debe encontrar la forma de “mejorar y reforzar urgentemente su capacidad… para proteger a la población de los horrendos abusos que ocurrieron en Tabit, e investigar efectivamente las violaciones a los derechos humanos sin poner en peligro a las víctimas y los testigos», exhortó.

Al profesor Eric Reeves, investigador y analista de Sudán, también le preocupa el futuro de la Unamid una vez que su mandato venza en junio.

«Lo que sucederá es que no se renovará o se renovará de manera que no tenga sentido», pronosticó.

«Ya no tiene sentido ahora. Pero esto alcanzará extremos inauditos con cualquier renovación que Jartum permita, de lo contrario simplemente exigirá que la Unamid se retire», opinó Reeves.

«Nos estamos acercando a la hora de la verdad», expresó.

En su opinión,  uno de los motivos del fracaso de la Unamid se debe a su carácter híbrido.

«Los países de África que siguen celebrando a la Unamid como un gran éxito son los responsables aquí, y ninguno asume esa responsabilidad”, aseguró.

El 1 de julio tendremos los restos de la Unamid o nada en absoluto», advirtió.

«Dado el nivel de la violencia en crecimiento,  creo que vamos a ver un importante aumento en la destrucción y el desplazamiento de la población civil. Esto ha sucedido en los últimos tres años, al menos», concluyó.

Edición de Roger Hamilton-Martin / Traducción de Álvaro Queiruga

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