Israel y su obsesión por el monopolio nuclear en Medio Oriente

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (izquierda) y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, en octubre de 2014. Crédito: Eskinder Debebe/ONU
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (izquierda) y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, en octubre de 2014. Crédito: Eskinder Debebe/ONU

Las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán se acercan a su fecha límite del 24 de marzo, mientras que los analistas debaten el doble discurso de las potencias occidentales que subyace en ese proceso y en la resurrección de una vieja propuesta para una zona libre de armas de destrucción masiva en Medio Oriente.

Hillel Schenker, redactor de la revista trimestral Palestine-Israel Journal, con sede en Jerusalén, analizó para IPS la obsesión que tiene Israel por impedir que sus vecinos adquieran la capacidad nuclear, en primer lugar Irán, pero también Arabia Saudita y Egipto.[pullquote]3[/pullquote]

«Es principalmente obra del primer ministro (israelí), Benjamín Netanyahu, que ha construido su carrera política avivando las llamas del miedo y diciendo que Israel tiene que mantenerse firme, con un líder fuerte que soporte los desafíos», afirmó.

Ese es el principal motivo de la próxima y muy controvertida visita de Netanyahu a Estados Unidos, donde el 3 de marzo dará un discurso ante el Congreso legislativo, poco antes de las elecciones del 17 de marzo en Israel, lo que provocó un fuerte rechazo en ambos países y en la comunidad judía estadounidense, aseguró.

Irán, que sistemáticamente ha negado que pretenda adquirir armas nucleares, continuará su ronda final de conversaciones con los seis países del conocido como grupo P5+1, integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, más Alemania.

«¿Lograron conseguir la seguridad para ustedes mismos con sus bombas atómicas?», fue la pregunta retórica teñida de sarcasmo que realizó el presidente iraní Hassan Ruhani a Estados Unidos e Israel, ambos en posesión de armas nucleares, el 5 de febrero.

Según el diario The New York Times, que citó a la Asociación para el Control de las Armas, con sede en Washington, Israel tiene entre 100 y 200 armas nucleares.

Como siempre, Israel no confirmó ni negó su arsenal nuclear. Pero tanto Washington como Tel Aviv le dan largas a la propuesta de un Medio Oriente libre de armas nucleares.

Bob Rigg, otrora redactor de la  Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, dijo a IPS que Washington ignora convenientemente sus propias Estimaciones de Inteligencia Nacional, que representan las opiniones consensuadas de las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos y que confirman que a partir de 2004 no hay evidencia de que Irán tenga intención de adquirir armas nucleares.

«Si Israel es el único poseedor nuclear en Medio Oriente, esto, combinado con la capacidad nuclear y convencional de Estados Unidos, les da” a Washington y Tel Aviv “una influencia estratégica de enorme poder en la región”, advirtió Rigg.

Esto es más patente ahora desde que fueron destruidas las armas químicas de Siria, que eran la única amenaza real para Israel en la región.

«Esta dimensión de la destrucción de las armas químicas de Siria pasó, extrañamente, inadvertida. Siria tenía misiles rusos que podrían haber atacado a centros poblados en todo Israel», según Rigg.

Los analistas militares se preguntan por qué Israel, que tiene armas nucleares y algunas de las armas convencionales estadounidenses más sofisticadas, teme que un vecino tenga armas de destrucción masiva.

Mientras tanto, los activistas nucleares se preguntan si Irán, Arabia Saudita o Egipto tuvieran armas nucleares, ¿se arriesgarían a usarlas y de paso también exterminar a los palestinos en los territorios ocupados por Israel?

“Creo que si Irán optara por las armas nucleares, la principal motivación sería la defensa del régimen, no el ataque a Israel. Aún así, es preferible que no las obtengan”, comentó Schenker a IPS.

La solución fundamental a este peligro sería la creación de una zona en Medio Oriente libre de armas de destrucción masiva, recomendó.

Eso requerirá dos procesos paralelos, uno que resuelva el conflicto palestino-israelí y otro que instale un régimen regional de paz y seguridad, con la ayuda de la Iniciativa de Paz Árabe, que sería un elemento clave para la zona libre de armas de destrucción masiva, dijo Schenker.

El periodista opinó que sigue vigente la propuesta de celebrar una conferencia internacional sobre una zona libre de armas de destrucción masiva antes del próximo Examen del Tratado de No Proliferación Nuclear, que comenzará en abril en Nueva York.[related_articles]

Rigg recordó que el primer primer ministro de Israel, David Ben Gurión (1948-1954 y 1955-1963), ya quería armas nucleares para su país. Israel fue aprobado por la novel ONU en 1947, que entonces tenía apenas 55 miembros. La mayor parte del mundo en desarrollo todavía se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial y muchos estados aún estaban en creación.

Estados Unidos y las potencias occidentales “querían un Israel, aunque los terroristas israelíes asesinaron al conde Folke Bernadotte, de Suecia, el representante de la ONU que se sospechaba era favorable a los palestinos», recordó.

A los palestinos se les consultó pero rechazaron la idea y fueron ignorados, dijo. Solo dos estados árabes integraban la ONU por entonces, y también fueron ignorados. La mayoría de los estados musulmanes de hoy o no existían o también fueron ignorados, explicó Rigg.

«Cuando la ONU aprobó a Israel, los países árabes atacaron, pero fueron derrotados. No querían un Israel trasplantado en su entorno. Aún no lo quieren. Nada ha cambiado», comentó.

Dada la hostilidad implacable de los Estados árabes a la creación de Israel, este desarrolló armas nucleares para obtener una mayor sensación de seguridad, dijo.

«Si Israel perdiera su monopolio regional sobre las armas nucleares sería vulnerable. Así que Estados Unidos hace todo lo posible para bloquear las armas nucleares, a excepción de las de Israel», añadió Rigg.

En la actualidad ni siquiera Israel argumenta que Irán tiene armas nucleares, dijo.

«Una zona de libre de armas nucleares en Medio Oriente no es más que una broma. Si Israel se incorporara al Tratado de No Proliferación nuclear, tendría que declarar y destruir su arsenal nuclear”, explicó.

Estados Unidos siempre encuentra excusas para no obligar a Israel a sumarse al tratado. En los hechos, Washington está a favor de la proliferación nuclear en Medio Oriente, pero sus sucesivos presidentes niegan que Israel tenga armas nucleares, sostuvo.

Por todo esto, una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente no es una posibilidad real, aunque el presidente estadounidense Barack Obama y Netanyahu se enfrenten como perro y gato, concluyó Rigg.

Editado por Kitty Stapp /Traducido por Álvaro Queiruga

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