Caribe define “línea roja” hacia la cumbre climática de París

Una mujer compra pescado en un mercado de Kingstown, en San Vicente. Los gobernantes de la Comunidad del Caribe sostienen que la pesca es uno de los sectores más importantes que ya sufre las consecuencias del cambio climático. Crédito: Kenton X. Chance/IPS
Una mujer compra pescado en un mercado de Kingstown, en San Vicente. Los gobernantes de la Comunidad del Caribe sostienen que la pesca es uno de los sectores más importantes que ya sufre las consecuencias del cambio climático. Crédito: Kenton X. Chance/IPS

Cuando terminó la cumbre de cambio climático en Perú, en diciembre del año pasado, los 15 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), una grupo político y económico de pequeños estados insulares en desarrollo, vulnerables a la variación climática, se fueron con “lo mínimo necesario para seguir haciendo frente al fenómeno”.

“El Acuerdo de Lima decidió que las partes debían seguir trabajando en los elementos del Anexo para crear un texto para negociar en el nuevo tratado”, indicó a IPS el enlace regional e internacional del Centro de Cambio Climático de la Caricom, en conversación, Carlos Fuller.

“Queríamos una declaración más fuerte de que esos eran los elementos que se usarían en el borrador del texto a negociar”, precisó.

“No obtuvimos una mención específica de que pérdidas y daños se incluiría en el nuevo acuerdo, pero tampoco de que no fueran a estar. Respecto de las contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (CPDN), acordamos que todas las partes enviarían sus aportes para el nuevo acuerdo durante 2015”, acotó.[pullquote]3[/pullquote]

“Pero perdimos todos los detalles que notificarían a las partes sobre qué enviar. Perdimos el proceso de revisión para las CPDN y solo las partes que así lo deseen responderán a las consultas de aclaración”, añadió Fuller.

Las negociaciones de Lima forman parte de las previas a la 21 Conferencia de las Partes (COP 21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con 196 miembros, que se realizará en París en diciembre de este año.

La CMNUCC comprende al Protocolo de Kyoto, suscrito en esa ciudad japonesa en 1997 y ratificado por 192 estados parte. El objetivo de ambos tratados es estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evite una interferencia humana peligrosa con el sistema climático.

Se espera que las partes suscriban en París un acuerdo vinculante que mantenga el aumento de la temperatura global, causado por las actividades humanas, a un nivel que, según los científicos, evite un cambio climático catastrófico.

Los negociadores de la Caricom tratan de evitar que se repita la situación de Lima e identificar la “línea roja” de asuntos que sea “sacrosanta” para sus poblaciones mientras se preparan para la cumbre de diciembre.

En ese contexto, los negociadores se reunieron el 21 de este mes para preparar la reunión que mantendrán las autoridades de la Caricom con el presidente de Francia, François Hollande, en Martinica, el 9 de mayo.

“Creo que el presidente Hollande se quiere reunir con los líderes de la Caricom para conocer las principales preocupaciones de los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID) del Caribe y para saber cómo aprovechar la oportunidad y lograr algún consenso con vistas a la cumbre de París”, dijo a IPS el ministro de Servicio Público, Desarrollo Sostenible, Energía y Tecnología de Santa Lucía, James Fletcher.

Serge Letchimy, presidente del Consejo Regional de Martinica, dijo a IPS que la cumbre regional en ese país “apunta a la preparación y a la movilización hacia” la COP 21 y reunirá a estados y territorios caribeños.

La cumbre regional procura elaborar una lista de iniciativas del Caribe “que deben integrarse a una ‘agenda de soluciones’ adaptada a las especificidades de sus territorios”, explicó Maïté Cabrera, oficial de comunicaciones de la organización de la reunión de Martinica.

“También apunta a contribuir a escribir el ambicioso acuerdo global vinculante que se adoptará durante la COP 21”, dijo Cabrera a IPS.

El ministro de Servicio Público, Desarrollo Sostenible, Energía y Tecnología de Santa Lucía, James Fletcher, dice que un acuerdo sobre cambio climático favorable al Caribe ayudará a proteger el turismo. Crédito: Kenton X. Chance/IPS
El ministro de Servicio Público, Desarrollo Sostenible, Energía y Tecnología de Santa Lucía, James Fletcher, dice que un acuerdo sobre cambio climático favorable al Caribe ayudará a proteger el turismo. Crédito: Kenton X. Chance/IPS

Fletcher también comentó: “Nuestros representantes participaron en las negociaciones, la primera fue en Ginebra este año. Todavía hay varias negociaciones sobre diversos asuntos, adaptación, fondos climáticos, pérdidas y daños, la CPDN y otras cuestiones más”.

Un tercer elemento de la reunión de Castries tuvo que ver con la preparación de la cumbre del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y los gobernantes de la Caricom, en Barbados, en julio.

“Buscamos desarrollar una posición que le permita a nuestros gobernantes llevar una posición única en materia de cambio climático a la reunión con el secretario general que, una vez más, tiene que ver con ese fenómeno y con los fondos climáticos”, explicó.

Fletcher, quien participó en varias COP, como la de Varsovia, en 2013, y la de Lima, en 2014, es optimista respecto de los avances con vistas a la COP 21 y cree que la región ha estado “muy unida en su posición sobre el cambio climático”.[related_articles]

Pero también cree que quedan áreas en las que la región puede mejorar las negociaciones con vistas a la cumbre de París, y agregó que la coordinación funcionó bien en la Tercera Conferencia Internacional sobre Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, realizada en Samoa, el año pasado.

Fletcher dijo a IPS que en la conferencia de Samoa “hubo una fuerte presencia del Caribe y una muy buena coordinación para garantizar que presentamos una misma voz y participamos muchos en todas las reuniones, y eso es a lo que pretendemos que suceda en París este año”.

El resultado de la cumbre de diciembre tendrá un impacto directo en los residentes del Caribe, subrayó.

“Desde hace tiempo decimos que el cambio climático supone una amenaza a la existencia de los PEID, que tenemos que limitar el recalentamiento global a menos de 1,5 grados centígrados con respecto a la era preindustrial”, recordó.

“Por encima de esa temperatura, el aumento del nivel del mar será catastrófico, se incrementará la temperatura del océano y se acidificará con consecuencias para la pesca y el turismo, se reducirá la disponibilidad de agua con consecuencias para la agricultura, la vida de la gente, y la disponibilidad y la accesibilidad al líquido vital”, recordó.

“Por encima de 1,5 grados significará un aumento en la severidad y la frecuencia de los eventos climáticos extremos, como tormentas y huracanes. Nos jugamos mucho en París y no podemos permitir que el acuerdo sea tal que el clima se recaliente con consecuencias catastróficas para nosotros”, subrayó Fletcher.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Verónica Firme

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