Caída en precio del petróleo beneficia a las islas del Pacífico

El transporte en las islas del Pacífico, incluido el de los barcos de carga, depende en gran medida de los combustibles fósiles. Crédito: Catherine Wilson/IPS
El transporte en las islas del Pacífico, incluido el de los barcos de carga, depende en gran medida de los combustibles fósiles. Crédito: Catherine Wilson/IPS

La reciente y drástica caída de los precios mundiales del petróleo, de 115 dólares en junio de 2014 a 66 dólares al cierre de abril para el barril del tipo Brent, comienza a beneficiar a las islas del Pacífico, que ahora pagan menos por el combustible y la energía que consumen.

Aunque el precio mundial del barril (de 159 litros) subió a 68 dólares los primeros días de este mes, los expertos siguen pronosticando ganancias fiscales para la región ya que la tendencia general reduce los costos operativos y la prestación de servicios estatales.[pullquote]3[/pullquote]

La realidad “sugiere que los costos reducidos de combustible tienen impacto positivo en todos los mercados insulares del Pacífico, al menos mediante los precios menores que se cobran…, pero el impacto en los mercados secundarios, como la comida y el transporte, pueden llevar más tiempo en realizarse”, señaló Alan Bartmanovich, asesor de la Secretaría de la Comunidad del Pacífico en Fiyi.

Eso se debe a la complejidad de las cadenas de suministro y otros factores, como la regulación de los precios del combustible dentro de los países, agregó.

El exceso de la oferta mundial de petróleo, debido al aumento de la producción de Estados Unidos y a la disminución del consumo provocada por el crecimiento reducido de Europa y Asia, fueron las principales causas de la tendencia de los precios a la baja.

La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que aporta 40 por ciento de la oferta  mundial del crudo,  de mantener su nivel de producción redujo la probabilidad de un alza de los precios a corto plazo.

En la región insular del Pacífico viven 10 millones de personas en 22 países y territorios que suman miles de islas repartidas a lo largo de 180 millones de kilómetros cuadrados de océano.

Según el Banco Mundial, más de 20 por ciento de la población de la región no tiene para pagar sus necesidades básicas, mientras que apenas entre 30 y 50 por ciento tienen empleo en Micronesia, Fiyi, Kiribati, Islas Marshall, Naurú, Samoa, Tonga y Tuvalu.

El bajo precio del petróleo es de vital importancia para mejorar la vida y el desarrollo de millones de personas, ya que la gran mayoría vive en zonas rurales con poco acceso a los servicios básicos y los mercados de trabajo internacionales.

Muchos países se preparan para la transición a las energías renovables, pero la región aún depende de los combustibles fósiles, sobre todo para la energía y el transporte.

La importación de combustible equivale a 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) regional, y en Islas Cook, Guam, Naurú, Niue y Tuvalu todavía se emplea el diesel para la generación de energía.

Las comunidades rurales en Islas Salomón utilizan combustibles fósiles para sus canoas motorizadas. Catalina Wilson/IPS
Las comunidades rurales en Islas Salomón utilizan combustibles fósiles para sus canoas motorizadas. Catalina Wilson/IPS

El transporte del petróleo a las pequeñas islas del Pacífico, dispersas en grandes distancias marítimas, implica complejas y costosas cadenas de suministro. Dentro de los propios países el transporte a las zonas alejadas puede encarecer el precio final del consumidor entre 20 y 40 por ciento.

«Hace apenas un mes el pueblo de Fiyi comenzó a disfrutar de los beneficios reales de la caída de los precios del petróleo, en particular en las bombas de gasolina, pero también para las necesidades básicas de energía, como el queroseno», explicó Maureen Penjueli, coordinadora de la organización independiente Red del Pacífico sobre Globalización.

Desde 2014, el precio del diesel, que utilizan los generadores de energía, descendió de 1,17 a 0,82 dólares por litro en abril en Fiyi. En ese lapso, el costo del queroseno cayó de 1,09 a 0,62 dólares por litro.

“La mayoría de la gente depende (del queroseno) como fuente de energía para cocinar», indicó Penjueli.

La tendencia es bienvenida luego de que los crecientes precios del petróleo en 2002-2008 y la crisis financiera mundial exacerbaran la presión fiscal, lo que le costó a muchos países de la región cerca de 10 por ciento de sus ingresos nacionales brutos.

El aumento de la inflación y de los déficits comerciales redujo la capacidad de los gobiernos para combatir la pobreza y ofrecer programas de desarrollo y servicios públicos.

La población sufrió costos en ascenso de alimentos, electricidad y transporte. Entre 2009 y 2010 los precios de algunos alimentos básicos subieron entre 50 y 100 por ciento en al menos seis países insulares del Pacífico.

Según Penjueli, la reducción del precio del combustible todavía no alteró el precio de los alimentos.

El Banco Mundial afirma que un descenso de 10 por ciento en los precios mundiales del petróleo probablemente impulse un crecimiento económico de 0,1 a 0,5 por ciento en los países importadores de crudo.

Aunque los precios bajaron entre 30 y 40 por ciento en 2014-15, las previsiones actuales de crecimiento para la región siguen siendo reducidas. Se prevé que el crecimiento del PIB en Islas Salomón, Fiyi y Vanuatu este año se mantendrá en 3,5 por ciento, 2,5 por ciento y 3,2 por ciento, respectivamente.[related_articles]

Los precios mundiales del petróleo seguirán siendo bajos durante el año en curso y aumentarán marginalmente en 2016, según las previsiones.

Dibyendu Maiti, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad del Pacífico Sur, en Fiyi, recalcó la importancia de que los gobiernos respondan a los cambios del precio.

«Cómo y en qué medida podrán obtener beneficios a partir del drástico descenso en el precio del petróleo depende de la rapidez con que ajusten su meta de inflación y canalicen el gasto público a la infraestructura y otros programas de desarrollo», consideró.

Algunas de las prioridades son invertir más en educación superior y capacitación y «alentar al sector privado a participar con más inversión. Esto tendría un efecto de expansión a largo plazo… como el aumento del empleo», aseguró Maiti a IPS.

Más allá del mercado del petróleo, la reducción de la vulnerabilidad de las islas del Pacífico ante las crisis económicas, junto con la reducción de la carga financiera que implica la importación de combustibles fósiles, exige que los países se conviertan a la energía renovable generada localmente.

En 2012, el pequeño territorio polinesio de Tokelau lideró el camino al convertirse en 100 por ciento a un sistema de energía renovable solar que brinda electricidad a sus 1.411 habitantes.

Fue una medida fundamental hacia el desarrollo sostenible, dado que el PIB de Tokelau asciende a 1,5 millones de dólares, mientras que su factura anual de importación de combustible ascendía a 754.000 dólares.

Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Álvaro Queiruga

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe