Personas con discapacidad como agentes de cambio

La discapacidad y la pobreza están relacionadas debido a la discriminación, el nivel educativo y el consiguiente desempleo. Crédito: Bigstock.
La discapacidad y la pobreza están relacionadas debido a la discriminación, el nivel educativo y el consiguiente desempleo. Crédito: Bigstock.

Participación, empoderamiento político y económico, inclusión, infraestructura y tecnología accesible, así como indicadores para una significativa implementación son algunas de las cuestiones fundamentales que las personas con discapacidad quisieran ver reflejadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En el tramo final de las negociaciones para definir la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015, las personas con discapacidad reclaman a los gobiernos que pongan fin a la exclusión y a la discriminación mejorando su visibilidad y la de sus derechos en los ODS, que deben entrar en vigor a fines de año.[pullquote]3[/pullquote]

Rachel Kachaje, vicepresidenta de Grupos Subrepresentados y Desarrollo en la oficina de la Organización Mundial de Personas con Discapacidad de la capital de Malawi, señaló: “Me gustaría que los ODS convirtieran a los discapacitados en ciudadanos productivos en sus respectivos países”.

“Es muy doloroso ver a las personas discapacitadas luchando por ser reconocidas en la sociedad”, acotó, Kachaje, exministra de Discapacidad y Asuntos de Personas Mayores de Malawi.

Ella sabe bien de lo que habla porque a los tres años se infectó con el virus de la poliomielitis y perdió la movilidad en ambas piernas. Como su familia no podía pagar una silla de ruedas, sus problemas de desplazamiento le dificultaron la concurrencia a la escuela primaria y secundaria.

Al terminar la escuela y sin poder ir a la universidad, le costó mucho conseguir un trabajo porque las empresas se negaban a contratar a personas con discapacidad.

Finalmente, gracias a su empeño y a un ambiente familiar propicio, Kachaje logró superar las dificultades y avanzar en su carrera llegando a ser ministra de Discapacidad de su país.

Su historia personal ilustra las barreras físicas, sociales, educativas y profesionales con que suelen toparse las personas discapacitadas a la hora de desplegar todo su potencial y lograr una plena participación social cuando mediante un ambiente propicio se pueden lograr importantes efectos habilitantes.

El empoderamiento de las personas con discapacidad es, de hecho, una de las demandas centrales de los activistas.

Al ser consultada por IPS, Kachaje remarcó la importancia de facilitar el acceso a la educación como “llave maestra para abrir todas las puertas de la vida” y proveer un sustento que permita la actividad agrícola y la seguridad alimentaria.

Otras medidas como los servicios médicos, las actividades sociales y una mayor participación en política, ayudan a quienes luchan por convertirse en ciudadanos totalmente productivos.

“Me gustaría que las personas discapacitadas, en general y las mujeres con discapacidad, en particular, así como las organizaciones que las representan, participen, se involucren del todo y sean consultadas para los procesos gubernamentales. No solo debe quedar en el papel”, dijo.

“Desearía que las autoridades pasaran del dicho al hecho”, resumió

En Malawi, hubo avances significativos en términos de inclusión educativa y económica, así como participación política.

“Las escuelas se vuelven más accesibles y se forman maestros especializados. Todavía quedan muchos desafíos, pero por lo menos se hace algo y hay voluntad política para que la educación sea más inclusiva”, apuntó.

“Las personas discapacitadas también reciben una ayuda económica. Otras fueron designadas para cargos de decisión”, acotó.

Hace dos semanas, se discutieron medidas para superar la exclusión e incorporar los derechos de este sector de la población en la agenda de desarrollo sostenible en la octava sesión de la Conferencia de los Estados Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Este año, la conferencia se concentró en la reducción de la pobreza, la igualdad y el desarrollo. Como señalaron muchos oradores, la discapacidad está estrechamente relacionada con la pobreza, la que deriva, principalmente, de la discriminación, del bajo nivel educativo y del grado de desempleo.

Días antes de la conferencia, se divulgó el borrador cero del documento final de la Cumbre de la ONU que adoptará la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015. En ese contexto, muchos de los participantes deploraron que no se mencionaba de forma específica a las personas con discapacidad en el primer ODS, que procura poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todas partes.

Según Venkatesh Balakrishna, presidente honorario de la Red Global de Rehabilitación Comunitaria, “ser invisible en los objetivos significa ser invisible para los beneficios”. Y reclamó a los gobiernos que mencionen de forma específica a las personas con discapacidad en el primer ODS y agreguen metas e indicadores concretos.[related_articles]

“Denle una esperanza a millones de personas. Por favor, usen su bolígrafo para la justicia”, urgió.

Pero en comparación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados en 2000 y que los ODS reemplazarán ahora, las personas con discapacidad lograron mayor visibilidad en el borrador cero.

De hecho, Priscille Geiser, directora de la unidad técnica ‘Apoyo a la Sociedad Civil’ de Handicap International, dijo a IPS: “Aplaudimos que las referencias a las personas con discapacidad se hayan reforzado en toda la declaración”.

Por otro lado, precisó, hay carencias en términos de tecnología accesible para todos y de indicadores concretos para medir su implementación. Además, se debe poner más énfasis en la participación activa de las personas con discapacidad.

“Es fundamental lograr compromisos para que los ODS se implementen y revisen mediante una participación significativa. En líneas generales, el papel activo de las personas como agentes de cambio, en vez de simples beneficiarios, está totalmente subestimado en esta nueva agenda”, observó.

En la conferencia, varias veces se reiteró el hecho de que la inclusión no debe verse como caridad, sino como una inversión en la sociedad que generará beneficios económicos y mejorará la vida de todas las personas.

“Ya no podemos permitirnos el costo de la exclusión”, remarcó Catalina Devandas Aguilar, relatora especial de la ONU para los derechos de las personas con discapacidad, en referencia a la potencial pérdida económica por la exclusión escolar de niñas y niños con discapacidad y la discriminación actual en el mercado laboral.

En lo que respecta a los futuros desafíos, Devandas remarcó la necesidad de traducir las disposiciones bajo la convención en medidas legales en el terreno.

También es necesario, dijo, ofrecer a las personas con discapacidad servicios accesibles, como infraestructura, y mejorar la protección social, la recolección de datos, un conjunto de objetivos e indicadores concretos y apoyo a la creación de instituciones.

Según Devandas, el objetivo final es la total participación de las personas con discapacidad en la vida de su comunidad.

Esos elementos fueron planteados por casi todos los participantes, lo que demuestra un notable consenso respecto de las medidas a tomar.

Eso permite albergar la esperanza de que mediante procedimientos más concertados aumentará la visibilidad de las personas con discapacidad en la Agenda post 2015 y lograr de forma sostenida la implementación de la convención.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Verónica Firme

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