Respuesta al ébola procura fortalecer los sistemas de salud

Dos trabajadores de la salud pone los pies en un recipiente de agua con hipoclorito de sodio, a la salida de una tienda de campaña en aislamiento durante un simulacro de atención a pacientes con ébola en el hospital de Biankouman, en Costa de Marfil. Crédito: Marc-André Boisvert/IPS
Dos trabajadores de la salud pone los pies en un recipiente de agua con hipoclorito de sodio, a la salida de una tienda de campaña en aislamiento durante un simulacro de atención a pacientes con ébola en el hospital de Biankouman, en Costa de Marfil. Crédito: Marc-André Boisvert/IPS

“Todas las inversiones, todos los sacrificios y todos los riesgos que corrieron los trabajadores humanitarios” se desaprovecharán si aparece otro brote, había remarcado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes de una conferencia internacional sobre el ébola, realizada este viernes 10.

Y ocurrió, fue en Liberia, un país que había sido declarado libre del virus del Ébola.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que había hecho esa tranquilizadora declaración el 9 de mayo, confirmó que un adolescente liberiano de 17 años, quien falleció la primera semana de julio, había estado en contacto con unas 200 personas, posiblemente desencadenado la propagación del virus.[pullquote]3[/pullquote]

Hasta la primera semana de julio, más de 27.100 personas se habían visto afectadas por el ébola, una enfermedad altamente contagiosa, que causó la muerte de más de 11.100 personas, la mayoría en tres países africanos: Guinea, Sierra Leona y Liberia.

En ese contexto, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) albergó la Conferencia Internacional sobre la Recuperación del Ébola, con el objetivo de que esos tres países compartan sus planes de recuperación y, lo más importante, de reunir fondos a fin de continuar la lucha contra la enfermedad y fortalecer los sistemas de salud de la región.

Nicolas Douillet, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en África, dijo a IPS que el objetivo de la conferencia es movilizar a la comunidad internacional.

Las necesidades totales identificadas por los tres países, y a escala regional, por Mano River Union, indicó, ascienden a 7.200 millones de dólares para los próximos 24 meses, 3.200 millones para los tres estados  y 4.000 millones para esa institución intergubernamental, integrada por Sierra Leona, Liberia, Guinea y Costa de Marfil.

Sin embargo, el total solicitado asciende a 9.000 millones de dólares, de los cuales 1.800 millones ya están comprometidos, con lo cual queda una brecha de 7.200 millones de dólares.

En relación con la necesidad de un buen sistema de salud, el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dijo en una reunión de la ONU en mayo que los recursos gravemente limitados eran una “penosa carga”.

Además, recalcó que los países de África occidental pedían fondos para construir mejores y más sólidos sistemas de atención médica con planes a varios años.

Antes del brote del ébola, indicó, Liberia solo tenía un médico cada 71.000 personas. En cierta forma, la enfermedad fue un desastre causado por la acción humana.

“Guinea, Liberia y Sierra Leona padecieron la epidemia del ébola con sistemas de salud gravemente desfinanciados”, subrayó Matshidiso Moeti, director de la OMS para África.

“Después de un año de atender a demasiados pacientes gravemente enfermos, el personal sobreviviente necesita apoyo, mejor protección, compensación y refuerzos. Las instalaciones existentes necesitan una transformación total, y es necesario construir muchas estructuras nuevas”, indicó.

“Si golpea otro brote, el saldo será mucho peor”, alertó.

Sarah Edwards, directora de políticas y campañas de Health Poverty Action, dijo a IPS: “Sí, efectivamente, es necesario concentrarse en las necesidades a largo plazo de los sistemas de salud en esta conferencia y en toda la respuesta al ébola”.

Y acotó: “Específicamente, debe considerarse cómo los sistemas de salud de los países afectados por la enfermedad pueden financiarse de forma sostenible”.

Eso debe incluir medidas para ayudar a los países afectados a explorar las posibilidades de aumentar los ingresos procedentes de los impuestos para financiar el fortalecimiento de los sistemas de salud; tomar medidas para frenar el flujo de capitales ilícitos y pagar compensaciones por cualquier profesional de la salud capacitado en los países afectados y que ahora trabaja en Gran Bretaña.

Tras visitar la región afectada en octubre de 2014, Magdy Martínez-Solimán, secretaria general adjunta de la ONU y directora de la oficina de Apoyo a Programas y Políticas del PNUD, declaró: “Esta devastadora crisis sanitaria destruye vidas y comunidades.”

Además, “perjudica a las economías nacionales, arrasando con medios de subsistencia y servicios básicos, y puede borrar años de esfuerzos para estabilizar a África occidental”, acotó.

“Ahora que trabajamos juntos para poner fin al brote, es hora de asegurarnos que esos países puedan seguir funcionando y rápidamente puedan ponerse de pie”, añadió.

Guinea, Liberia y Sierra Leona, que ya registraban los peores índices de desarrollo humano, emergían de años de guerras civiles e inestabilidades políticas y comenzaban a mostrar avances alentadores, según el PNUD.[related_articles]

En septiembre de 2014, la ONU creó la Misión para una Respuesta de Emergencia contra el Ébola, una estructura destinada a frenar la propagación de la enfermedad y a evitar que apareciera en países que no tenían el virus, así como tratar y atender a las personas infectadas.

El PNUD informó que el producto interno bruto de Guinea, Sierra Leona y Liberia cayó dos o tres puntos porcentuales. Los países perderán unos 13.000 millones de dólares, según las proyecciones, a causa del ébola. Los medios de subsistencia de la gente se reducen por la pérdida de salarios y de productividad.

La conferencia contó con la presencia del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, quien actualmente encabeza la Unión Africana (UA), y los de Guinea, Alpha Condé, de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, y de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma.

La reunión fue organizada junto con la UA, la Unión Europea, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Africano.

La UA organizará su propia Conferencia Internacional para la Lucha contra el Ébola en África, del 20 al 21 de este mes, en Malabo, Guinea Ecuatorial.

Por su parte, la organización ONE, con sede en Washington, señaló que seguir los compromisos y supervisar los desembolsos resulta una tarea difícil y, a veces, imposible “debido al inconsistente, ineficiente y, a menudo, opaco proceso de información y estándares” manejados.

Un documento con pautas, publicado el martes 7, puntualiza: “Una de las preguntas más fundamentales que se hacen durante una crisis humanitaria es, ¿cuánto prometieron los donantes para este esfuerzo?”.

“Pero en el caso del brote del ébola, la pregunta ha resultado increíblemente difícil de responder, convirtiéndose en un gran problema”, observó la directora de política de salud global de ONE, Erin Hohlfelder.

“Si no sabemos cuánto se prometió ni cuánto se entregó, nadie puede emparejar los recursos prometidos con las necesidades en el terreno. Eso hace que no sea fácil identificar los vacíos y corremos el riesgo de perder tiempo, recursos y vidas”, se lamentó.

Editado por Kitty Stapp / Traducción Verónica Firme

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