Los desafíos del modelo exportador de India

N Chandra Mohan
N Chandra Mohan

El programa “Hacer en India”, del primer ministro Narendra Modi, se inspira en el éxito exportador de Asia oriental. Cuando era ministro jefe del estado de Gujarat, Modi ya había expresado su ambición de seguir el modelo de Corea del Sur.

Ahora, como primer ministro de India desde mayo de 2014, no es para nada evidente que haya logrado repetir el éxito de Corea del Sur o China. Asia oriental prosperó cuando el comercio mundial estaba en expansión. ¿Podrá prosperar una estrategia similar, orientada hacia el exterior, cuando los vientos comerciales mundiales son contrarios, como lo fueron en la década de 1930?

Es probable que la economía mundial crezca 3,3 por ciento este año, no lejos de la regla empírica que indica una recesión. Solo 63 países tendrán un crecimiento mayor a cuatro por ciento, la mitad en África y un tercio en Asia.

El estancamiento que afecta a los países avanzados ofrece un entorno sumamente incierto para lanzar una campaña de exportación. Dado que la economía mundial no puede alojar a otra China orientada a la exportación, el presidente del Banco Central indio, Raghuram Rajan, sugirió que «Hacer en India” se convierta en “Hacer para India”, más dependiente del gran mercado interno que de las exportaciones.

El 15 de agosto de 2014 Modi dio la bienvenida abiertamente a los inversores extranjeros para que se instalen en el país, y habló de fomentar la industria orientada a la exportación.

El primer presupuesto del gobierno de la Alianza Nacional Democrática indicó la intención de atraer inversión directa extranjera para obras de infraestructura como ferrocarriles, electricidad y carreteras. Modi pretende que trenes bala, del modelo Tokaido Shinkansen, conecten las grandes ciudades, y que se construyan corredores industriales.

¿Eso equivale al modelo de Asia oriental? No exactamente.

El milagro de Corea del Sur no sucedió democráticamente, sino con dictadores de mano dura. Y el Estado desempeñó un papel muy importante en la oferta de crédito barato a las empresas.

Más importante aún, India no tiene el mismo nivel de desarrollo humano. Olvídese del mal desempeño del país con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Antes de su despegue, Corea del Sur realizó una enorme inversión en la educación, que mejoró la alfabetización y la escolarización, así como una reforma agraria para asegurar mano de obra ilimitada a las unidades de exportación.

Dado que la mayor parte de la fuerza laboral de India tiene escasos o nulos niveles de educación, ¿puede intentar esa misma trayectoria?

Modi quiere impulsar el sector manufacturero y convertir a India en un centro mundial. El gobierno anterior, de la Alianza Progresista Unida, también intentó mejorar la competitividad de la industria manufacturera, pero fracasó.[related_articles]

La participación del sector manufacturero en la producción de bienes y servicios se estancó en torno al 15 o 16 por ciento, y el mismo no está absorbiendo a los millones de personas que abandonan las granjas y parten para las ciudades en busca de trabajo. Tampoco lo hace el sector de los servicios. No hay alternativa que remplace a los empleos temporales en el vasto sector informal de baja remuneración.

¿Cuál ha sido la respuesta al programa “Hacer en India”? En los nueve meses desde su lanzamiento formal, los más entusiastas son los inversores de China, Corea del Sur y Japón. Softbank, de Japón, Bharti Enterprises, de India y, Foxconn, de Taiwán, anunciaron una inversión conjunta de 20.000 millones de dólares en proyectos de energía renovable.

Foxconn también pretende instalar entre 10 y 12 fábricas en India para 2020, según su presidente, Terry Gou, y anunció una futura inversión de 5.000 millones de dólares en Maharashtra. La gigante china de los teléfonos inteligentes, Xiaomi, presentó su teléfono hecho en India.

La respuesta de los inversores extranjeros es más perceptible en los automóviles. La automotora sudcoreana Hyundai está considerando la instalación en India de una tercera fábrica, tras la visita de Modi a ese país en busca de inversión extranjera para impulsar la producción local.

La alemana Mercedes Benz duplicará su capacidad de ensamblaje a 20.000 unidades. La estadounidense Ford empezará a exportar su modelo EcoSport, fabricado en India, a Estados Unidos en octubre de 2017. Maruti Suzuki India construye su tercera fábrica en Gujarat. La japonesa Honda también está ampliando una de sus fábricas.

El sector automotor en India adquirió un tamaño importante, con la presencia de la mayoría de las grandes empresas internacionales y fuertes actores nacionales. Esto, a su vez, impulsó la industria de componentes.

Empresas nacionales incursionaron en el extranjero y consiguieron marcas de prestigio, como las británicas Jaguar y Land Rover, y la sudcoreana Ssangyong. El mercado de los coches pequeños está en auge, pero incluso las ventas de las alemanas Audi y Daimler Benz, con autos más caros, están en alza. India ya es una base para los planes globales de los fabricantes de motocicletas japonesas.

Sin embargo, la inversión extranjera directa por sí sola no puede lograr que este programa avance, ya que constituye apenas 3,9 por ciento de las inversiones fijas en fábricas y equipos. Se necesita la participación integral de las empresas indias, muchas de las cuales prefieren invertir más afuera que dentro del país. Mahindra prefiere incubar su último modelo, la motocicleta eléctrica Genze, con 16.000 millones de dólares invertidos en su totalidad en Estados Unidos.

La decisión de Mahindra destaca los retos que enfrenta el primer ministro Modi al impulsar su programa “Hacer en India”. Tiene que haber un acuerdo más amplio sobre lo que eso significa.

¿»Hacer en India” es compatible con el diseño, la fabricación y el ensamblaje que se hacen en otras partes del mundo, en una economía globalizada impulsada por la cadena de producción?

Para incentivar a la industria nacional, el gobierno debe reducir la burocracia y mejorar radicalmente las condiciones para hacer negocios. Por encima de todo, es imprescindible elevar el nivel de desarrollo humano para poner en marcha la industria manufacturera en el país. Este camino no tiene por qué ser el de Asia oriental,  sino que puede ser Hecho en India.

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no representan necesariamente las de IPS – Inter Press Service, ni pueden atribuírsele.

Traducido por Álvaro Queiruga

 

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