El dinero es la clave de la cumbre climática en París

Gran parte de los compromisos financieros que asumió el Norte industrializado para ayudar a los países en desarrollo, como Santa Lucía (en la foto), a lidiar con las consecuencias del cambio climático siguen sin cumplirse. Crédito: Kenton X. Chance/IPS
Gran parte de los compromisos financieros que asumió el Norte industrializado para ayudar a los países en desarrollo, como Santa Lucía (en la foto), a lidiar con las consecuencias del cambio climático siguen sin cumplirse. Crédito: Kenton X. Chance/IPS

La conferencia de la ONU que se celebra en París hasta el día 11 y que pretende adoptar un histórico tratado internacional sobre el cambio climático podría encaminarse hacia el choque político sobre uno de los temas más controvertidos en las negociaciones en curso, la financiación.

Nada se logrará en la cumbre, cuyo nombre oficial es la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sin la financiación necesaria para la adaptación y el combate de las consecuencias negativas del calentamiento del planeta, advirtió el Grupo de los 77 (G77), integrado por 132 países en desarrollo, incluida China.[pullquote]3[/pullquote]

La embajadora de Sudáfrica ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Nozipho Mxakato Diseko declaró en representación del G77 que muchos de los compromisos que asumieron los países industrializados aún siguen sin realizarse.

«Tampoco hay, por ahora, ninguna claridad sobre cómo se cumplirá el compromiso que los países desarrollados hicieron hace seis años, de proporcionar 100.000 millones de dólares por año para 2020 a los países en desarrollo», señaló.

Los países del Norte deben tomar la iniciativa en la era posterior a 2020 «al cumplir y acelerar la implementación y aumentar la ambición de los compromisos existentes en materia de mitigación y financiación, desarrollo y transferencia de tecnología y generación de capacidades de apoyo a los… países en desarrollo”, añadió.

Mientras tanto, los 48 países menos adelantados (PMA), considerados los más pobres de los pobres del mundo, reaccionaron negativamente a la promesa de los países ricos de donar 248 millones de dólares al Fondo PMA, a la que calificaron de una «gota en el océano».

El negociador de los PMA, Giza Gaspar Martins, señaló que los 500 proyectos identificados por el Fondo PMA necesitan más de 5.000 millones de dólares para concretarse. Pero el fondo solo cuenta hasta el momento con 859 millones de dólares, incluida la última promesa de 248 millones de dólares, que solo alcanza para completar 158 proyectos.

LDC Watch, una alianza de organizaciones no gubernamentales en PMA, advirtió que a este ritmo los proyectos no podrán implementarse para la fecha prevista de 2020.

En un comunicado difundido el miércoles 2, LDC Watch también consideró improbable que ese dinero se reciba, dada la situación actual del Fondo Verde para el Clima (FVC), que se creó tras la Conferencia de Copenhague en 2009 y recibió fondos muy inferiores a los 100.000 millones de dólares al año que habían prometido los países del Norte industrializado.

«Teniendo en cuenta la experiencia con el FVC, con promesa tras promesa, pero sin dinero sobre la mesa, tengo dudas de que esos 248 millones de dólares lleguen alguna vez en su totalidad», comentó Azeb Girmai, de LDC Watch.

El Fondo PMA desempeña un papel clave en responder a las necesidades urgentes e inmediatas de adaptación de los PMA, aseguraron los gobiernos de Alemania, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Suecia y Suiza en un comunicado difundido tras la promesa de 248 millones de dólares.

Ese papel se centra en la reducción de la vulnerabilidad de los sectores y recursos que son fundamentales para el desarrollo humano, como el agua, la agricultura, la seguridad alimentaria y la infraestructura, según se identifican y priorizan en los programas nacionales de adaptación, añadieron.

El Fondo PMA también es compatible con el proceso nacional de planificación de la adaptación en coordinación con otros elementos como medio para reducir la vulnerabilidad a mediano y largo plazo del cambio climático y facilitar la integración de la adaptación a las políticas públicas.

Desde la creación del Fondo PMA en 2001 hasta junio de este año se aprobaron 931,5 millones de dólares para los proyectos, que movilizaron 3.800 millones de dólares en cofinanciamiento en 51 países, agregó el comunicado.

Mientras tanto, la embajadora sudafricana Mxakato Diseko advierte que la COP21 no logrará nada si no se consiguen los medios de aplicación para permitir que los países en desarrollo enfrenten el cambio climático.

Los fondos, en particular para la transferencia de tecnología y la generación de capacidades, es el elemento fundamental en la conferencia de París, agregó.[related_articles]

Ante las dudas expresadas por el G77, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró el jueves 3 que hay dos aspectos en esta situación.

En primer lugar, la financiación climática es una promesa ya hecha por los países del Norte, o sea, los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, aseguró.

La promesa de movilización de los 100.000 millones de dólares para 2020 se hizo en Copenhague en 2009.

«He instado a los líderes del mundo desarrollado a que esto debe entregarse, y que debe haber una trayectoria política creíble de la movilización de los 100.000 millones para el año 2020. Esa es una promesa muy importante”, destacó Ban.

«Y, como ya se ha informado, se confirmó que 62.000 millones de dólares se movilizarían para finales de 2014. Ahora, estamos hablando de 2015, y tenemos cinco años más», agregó.

Otra cuestión sin resolver, dijo, es la diferenciación.

Es claro, teniendo en cuenta los antecedentes históricos, que los países del Norte deberían tener la responsabilidad histórica de proporcionar el apoyo financiero y el apoyo tecnológico a los países en desarrollo, en particular los más vulnerables y los pequeños Estados insulares en desarrollo, resaltó.

«Lo que discuten ahora es que, si bien estamos de acuerdo en el principio RCPF – responsabilidades comunes pero diferenciadas – hay algunos países, dependientes de los países desarrollados, que tienen diferentes niveles de desarrollo y diversos niveles de capacidades”, explicó.

«Por lo tanto, mientras esperamos que esto lo lideren principalmente los países desarrollados, debe haber cierta equilibrio por algunos países en desarrollo que realmente pueden hacerlo», añadió.

Un buen ejemplo es que China anunció 3.000 millones de dólares para la cooperación Sur-Sur, aunque el monto no esté dentro del marco CBDR, indicó.

«Creo que esto es algo que se puede hacer y que se puede acordar de manera armoniosa”, concluyó Ban.

Traducido por Álvaro Queiruga

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