El arroz, el boleto de África para salir de la pobreza

La asistente de investigación Blanche Soussous muestra paquetes de arroz precocido. Crédito: Busani Bafana/IPS
La asistente de investigación Blanche Soussous muestra paquetes de arroz precocido. Crédito: Busani Bafana/IPS

África consume más arroz que otros alimentos básicos, aunque produce menos de lo que necesita. El cereal tiene el potencial de ayudar al continente, y específicamente a África subsahariana, a salir de la pobreza, según los investigadores.

El arroz es la segunda fuente de calorías en la región, según el Centro Africano del Arroz, conocido como AfricaRice, una organización dedicada a la investigación con sede en Abiyán, Costa de Marfil.[pullquote]3[/pullquote]

La rápida urbanización africana impulsa el crecimiento del consumo de arroz, a seis por ciento anual.

«El arroz es importante para la seguridad alimentaria de África y las razones son claras”, según el subdirector general de AfricaRice, Marco Wopereis.

«A los consumidores les gusta y el crecimiento del consumo es sencillamente impresionante debido al… cambio de preferencias de la población, ya que la gente en las ciudades quiere alimentos que se puedan preparar de forma rápida y que sean fáciles de almacenar. El arroz es perfecto para eso», aseguró en diálogo con IPS.

Se proyecta que en 25 años el mundo consumirá 110 millones de toneladas más de arroz blanco y que una tercera parte de ese consumo tendrá lugar en África, según Wopereis.

El arroz se cultiva en 40 de los 54 países africanos, siendo la actividad y la fuente de ingresos agrícolas de mayor importancia para más de 35 millones de pequeños productores.

Sin embargo, la demanda actual de arroz supera a la producción local, que abarca solo 60 por ciento de las necesidades. Como resultado, el continente gasta más de 5.000 millones de dólares por año en la importación de 12,5 millones de toneladas del cereal. Eso equivale a 32 por ciento de las importaciones mundiales de arroz, lo que convierte a África en uno de los mayores importadores del producto y en un actor importante en su comercialización.

Esta situación está cambiando, asegura Wopereis, convencido de que el sector del arroz representa una vía para que África salga de la pobreza. En su Plan Estratégico 2011-2020, AfricaRice le dio prioridad a la mejora de la producción y la calidad del arroz africano.

«A partir de 2008 vimos un enorme aumento en la producción y… el rendimiento subió un 30 por ciento, llegando a 2,1 toneladas en promedio por hectárea en 2012», explicó.

«Necesitaríamos una clara inversión de los sectores públicos y privados para impulsar el sector arrocero con la activación de políticas…, porque actualmente importamos más de 12 millones de toneladas de arroz procesado y si no aumentamos la producción, tendremos que importar más y más y podríamos enfrentarnos a la misma crisis que tuvimos en 2008», advirtió.

La crisis alimentaria de 2008 sacudió a varios países de África subsahariana y obligó a gobiernos, organismos internacionales y donantes a invertir en ambiciosos programas de producción que dieron buenos resultados.

Más de 200 participantes, entre investigadores, socios del sector privado y representantes gubernamentales de más de 20 países de África, Asia y Europa se reunieron en Cotonou a principios de este mes convocados para la Semana de la Ciencia de AfricaRice con el fin de hacer un balance de la evolución del sector arrocero en 2015.

La ocasión ofrece una oportunidad anual para la reflexión y la planificación de las actividades de investigación para el desarrollo relacionadas con el arroz en 2016 para el centro AfricaRice y sus socios en todo el mundo.

La investigación dio buenos resultados mediante la adaptación de variedades autóctonas de arroz que ayudaron a desarrollar cepas resistentes y de alta producción del cereal. Cultivado desde hace más de 3.000 años, el arroz africano, conocido por su nombre científico Oryza glaberrima, es propio del continente y se convirtió en un cultivo económico y político.[related_articles]

En los últimos seis años, AfricaRice trabajó con los gobiernos para poner en práctica la estrategia arrocera a nivel de cada país. Por ejemplo, Senegal, uno de los principales productores de arroz africanos, identificó regiones que serán autosuficientes.

La mejora sostenible de la producción, el procesamiento y la comercialización del arroz son algunos de los retos que deben superarse para transformar al cereal en la llave de África para la seguridad alimentaria y económica.

El continente tiene las tecnologías necesarias, pero debe vincularse con otros actores, como el  Banco de Desarrollo Africano, y con el sector privado para mejorarlas. La producción de arroz por hectárea debería incrementarse con variedades mejoradas de semillas, desmalezadoras eficientes, trilladoras y minicosechadoras.

AfricaRice está realizando un estudio sobre lo que implicaría la autosuficiencia para África subsahariana en 2025. Se estima que se necesitarían 20.000 millones de dólares en inversiones para alcanzar la autosuficiencia en 10 años mediante una mejor gestión de las tierras arroceras existentes, el aumento de la producción y, en lo posible, el doble cultivo.

El centro de investigación desarrolló en 2013 siete variedades de arroz de alto rendimiento, conocidas como Advanced Rice Varieties for Africa (Arica), que toleran las inundaciones, la salinidad, la toxicidad del hierro y el frío.

Moussa Sie, un cultivador de AfricaRice y coordinador del Grupo de Trabajo de Cultivos de Arroz en África, dijo que las variedades Arica ayudarán a aumentar los tipos de arroz disponibles e incrementarán la producción en al menos 40 por ciento.

Las Arica fueron desarrolladas con el empleo de herramientas de selección participativa de variedades que los criadores utilizan para involucrar a los agricultores en el desarrollo de lo que sea adecuado para sus necesidades y condiciones, ante las inundaciones y las sequías como consecuencia del cambio climático.

«Estamos trabajando… para desarrollar variedades que sean más robustas y más preparadas para las amenazas del cambio climático, porque el arroz es cultivado principalmente por los agricultores pobres», explicó Sie a IPS.

La publicación de referencia sobre la investigación arrocera en África, Realising Africa’s Rice Promise, asegura que este alimento básico es el futuro del continente. El estudio, una colaboración internacional de 100 expertos, señala que el aumento sostenible de la producción y la productividad, la mejora de la calidad y la comercialización son la clave para la transformación del sector.

«El arroz es fundamental para la seguridad alimentaria y la estabilidad política en África, y tiene el mayor potencial para impulsar el crecimiento económico», sostiene el estudio.

Traducido por Álvaro Queiruga

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