Los agricultores son la clave para terminar con la pobreza

La presidenta de la Organización Mundial de Agricutlores, Evelyn Nguleka, aparece en la foto sentada junto al secretario general Marco Marzano de Marinis. Crédito: Friday Phiri/IPS.
La presidenta de la Organización Mundial de Agricutlores, Evelyn Nguleka, aparece en la foto sentada junto al secretario general Marco Marzano de Marinis. Crédito: Friday Phiri/IPS.

Con más de 793 millones de personas que se van a la cama sin cenar, poner fin al hambre y a la pobreza en un plazo de 15 años aparece como el próximo gran desafío en materia de desarrollo, entre los 17 que se fijaron los gobernantes del mundo en el marco de la Agenda de Desarrollo para 2030.

Además, entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esos dos son los primeros, y gozan de una prioridad especial por su impacto en la capacidad del mundo para alcanzar el resto.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) comprende la inmensidad del desafío, así como la importancia de los productores de alimentos, los agricultores, para cumplir los objetivos.

“Como sabes, la comunidad internacional se comprometió a terminar con el hambre y la pobreza en 15 años, con la aprobación de la Agenda de Desarrollo para 2030”, recordó el director general de la FAO, José Graziano Da Silva, en el marco de la Asamblea General de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), inaugurada el miércoles 4 y que se extenderá hasta este viernes 6.

“La FAO está totalmente comprometida a hacer frente a ese desafío. Pero sabemos que solo será posible mediante alianzas sólidas, en especial con actores no estatales”, puntualizó.

En su mensaje por vídeo conferencia, Da Silva destacó el papel estratégico de los agricultores, no solo en la producción de alimentos, sino también en la preservación del ambiente, teniendo en cuenta el impacto del cambio climático en la agricultura, identificada por los especialistas como el sector más vulnerable de la economía.

“Los agricultores son responsables del suministro de los alimentos que todos necesitamos, pero también para ayudar a preservar y sostener nuestros recursos naturales”, remarcó.

Da Silva pidió un apoyo sólido a los agricultores y dijo que “debían estar en el centro de toda estrategia para aumentar las inversiones responsables en la agricultura”, al subrayar la importancia de los Principios para una Inversión Responsable en la Agricultura y en los Sistemas de Alimentación.

Desarrolladas por el Grupo de Trabajo Interinstitucional (IAWG, en inglés), integrado por la FAO, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Banco Mundial, las pautas concentran la atención sobre los derechos y la forma de ganarse la vida de las poblaciones rurales, así como la necesidad de inversiones en la agricultura social y ambientalmente sostenible.

Cubren todo tipo de inversión en agricultura, incluso entre inversores principales y agricultores contratados.

Los principios se basan en investigaciones detalladas sobre la naturaleza, el alcance y el impacto de la inversión privada y las mejores prácticas en materia legal y de políticas; procuran transmitir las lecciones aprendidas y ofrecer un marco para la regulación nacional, los acuerdos de inversiones internacionales, las iniciativas globales de responsabilidad social corporativa y los contratos de inversión individuales.

También se instó a los delegados de la OMA a usar las pautas como herramientas importantes que se pueden aplicar para incentivar “Asociaciones para el crecimiento” centradas en los agricultores, el tema dominante en la Asamblea General de 2016.

“Me enorgullece decir que la FAO y la OMA tienen una asociación estratégica y concreta para lograr la seguridad alimentaria y nutricional, así como una agricultura sostenible en el mundo. Con otros socios, mejoramos las estadísticas para comprender el papel económico y social de las organizaciones agrícolas en materia de desarrollo sostenible”, destacó Da Silva.

Estrechamente relacionadas con la inversión responsable en agricultura están las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, aprobadas por el Comité sobre Seguridad Alimentaria Mundial en 2012, que ofician de referencia para mejorar la gobernanza en la tenencia de la tierra.[related_articles]

El objetivo principal de esas pautas es logar la seguridad alimentaria para todos y apoyar la concreción del derecho a una nutrición adecuada, tras tomar conciencia de que la tendencia de la tierra sigue siendo uno de los principales desafíos para los agricultores, en especial en las naciones en desarrollo.

Los pequeños agricultores, en particular, y entre ellos especialmente las mujeres, trabajan en tierras que no les pertenecen, lo que exacerba la pobreza y su falta de poder de decisión política.

El ministro de Agricultura de Zambia, Given Lubinda, dijo que como “África es el hogar de los pequeños agricultores que crean riqueza y alimentan al mundo”, el acceso a la tierra, la propiedad y el control, así como la tecnología moderna, los mercados y los recursos financieros son elementos esenciales que les permiten mejorar su eficiencia y su productividad.

Destacando el nexo entre la seguridad alimentaria y la tierra como elemento clave en el logro de los ODS, la presidenta del Comité de las Naciones Unidas para Seguridad Alimentaria Mundial (CFS, en inglés), la sudanesa Amira Gornass, coincidió: “los agricultores son el eje de todo esfuerzo para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional”.

“El desarrollo sostenible para todos es posible”, subrayó, mediante asociaciones con todos los actores de la cadena de valor alimentaria para asegurarnos que para 2030 “terminamos con el hambre sin dejar a nadie atrás”.

Por su parte, la presidenta de OMA, Evelyn Nguleka, destacó que el papel de la agricultura y de los productores en la concreción de los ODS por la nueva agenda de desarrollo es fundamental porque abarca varios objetivos.

“La economía global se basa en los valores de eficiencia y rentabilidad. Los agricultores, como otras categorías de emprendedores, merecen una compensación adecuada por su trabajo mediante un ingreso apropiado y ver que sus productos son efectivamente absorbidos por el mercado”, apuntó.

Además, “están dispuestos a invertir sus días en el campo, mientras buscan nuevas soluciones para aumentar la rentabilidad de sus granjas”, añadió Nguleka.

Traducido por Verónica Firme

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