Naciones más pobres en la mira de las grandes tabacaleras

Una vendedora callejera en Manila ofrece paquetes de 20 cigarrillos a menos de un dólar. Crédito:Kara Santos/IPS.
Una vendedora callejera en Manila ofrece paquetes de 20 cigarrillos a menos de un dólar. Crédito:Kara Santos/IPS.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó para este Día Mundial sin Tabaco que los países adopten un empaquetado neutro para los cigarrillos con el fin de reducir el consumo, pero hasta ahora solo los más ricos han podido hacer frente al costo que implica la medida.

Varias iniciativas en distintas partes del mundo contribuyen a reducir el consumo de tabaco, como impuestos, restricciones por edad, prohibición de fumar en espacios públicos, limitaciones a la publicidad, así como el empaquetado neutro, en el que Australia lleva la delantera.

Esa última medida, lema de este martes 31, Día Mundial sin Tabaco, deriva de una ley australiana de 2011 y tomó impulso en Gran Bretaña, Francia, Canadá y Nueva Zelanda, donde se comprometieron a instalar el empaquetado neutro.

“Sabemos que el diseño del paquete trata de ser atractivo, a menudo para un público específico como mujeres o jóvenes”, explicó Nicole Hughes, quien trabaja en investigaciones para el control del tabaco en el Instituto Nossal para la Salud Global, en diálogo con IPS.

“Por eso, disminuir el atractivo del paquete y su uso como medio para la publicidad es increíblemente importante para combatir el consumo de tabaco”, acotó.

El tabaquismo disminuyó en muchos países de altos ingresos, como Australia, donde se redujo a la mitad desde 1991, pero se sigue fumando mucho en las naciones más pobres, donde la reglamentación suele ser más débil.

Según la OMS, los países más pobres tienen casi el doble de publicidad de tabaco que los más ricos, y cuanto más pobres son, más comercios pueden vender cigarrillos.

“La mitad de las personas que fuman tienen grandes probabilidades de sufrir alguna enfermedad relacionada con el tabaco, mientras que la otra mitad morirá”, afirmó Edouard Tursan D’Espaignet, coordinador de la Iniciativa Libre de Tabaco, de la OMS.

“Se trata de unas pocas personas que ganan millones de dólares gracias al deterioro de la salud y a la muerte de otras en todas partes del mundo”, puntualizó D’Espaignet.

La iniciativa del empaquetado neutro, que también puede implicar la incorporación de advertencias sobre los cigarrillos, es una forma de contribuir a combatir el problema, pero no avanza sin la lucha de la industria tabacalera.

En 1993, mucho antes de que se considerara o se investigara sobre el empaquetado neutro, la industria tabacalera creó un grupo de trabajo para estudiar qué pasaría si esa iniciativa se llevaba a cabo, recordó D’Espaignet.

Entonces concluyeron que perjudicaría sus ganancias porque reduciría de forma significativa el atractivo de fumar. A sabiendas de las consecuencias negativas de la medida, la industria emprendió tácticas para impedir que los gobiernos impusieran esa legislación, incluso recurriendo a la justicia.

En mayo, un alto tribunal de Gran Bretaña rechazó la apelación de una compañía de tabaco contra el empaquetado neutro. Se descartaron los 17 cargos contra el Estado, pero a un costo de millones de dólares en juicios y procesos legales.

“Con la información legal de esos casos, otros países pueden aprovechar la experiencia cuando la industria tabacalera trata de demandarlos”, remarcó D’Espaignet.

“El temor que tienen las grandes tabacaleras al empaquetado neutro y sus posibles consecuencias es enorme, y su comportamiento alarmista lo demuestra con claridad”, puntualizó Hughes. “Tienen miedo de que funcione y quieren hacer todo lo posible para evitarlo”, acotó.

Pero a medida que los países de altos ingresos implementan y defienden sus políticas de control del tabaco, la industria tabacalera, dominada por Philip Morris, British American Tobacco, Imperial y Japan Tobacco International, cambia su mercado hacia las naciones de bajos y medianos ingresos.

Alrededor de 80 por ciento de las personas que fuman viven en países de bajos y medianos ingresos, y el Banco Mundial pronostica que para 2030, esos países registrarán siete millones de muertes al año, 70 por ciento del total de fumadores.

Según la OMS, 92 por ciento de la población mundial vive en países cuyos impuestos están por debajo de lo que ella recomienda. Y lamentablemente, a pesar de que el consumo de tabaco sigue siendo la segunda causa de muerte en el mundo, solo 68 millones de los 31.400 millones de dólares volcados a la asistencia al desarrollo para la salud en 2011, se destinaron al control del tabaco.

“Sabemos que cuanto más pobre sea el país, más ilimitados son los esquemas de comercialización de la industria tabacalera”, explicó D’Espaignet.

Para Chris Bostic, subdirector de políticas de la organización Action for Smoking & Health, con sede en Washington, la batalla legal de las grandes tabacaleras es una buena señal.[related_articles]

Su organización, junto con otras, lleva adelante una campaña para cambiar los acuerdos comerciales y evitar los juicios de las tabacaleras. Y no todas las medidas contra el tabaco están sujetas a la jurisdicción comercial, así que los países pueden avanzar con confianza en la mayoría de sus acciones, afirmó.

“En cierta forma, estos juicios son una buena señal. A la industria tabacalera le preocupa que el empaquetado neutro reduzca seriamente sus ventas. Y ahí está todo el asunto”, dijo Bostic a IPS.

Hughes espera que los juicios sensibilicen a la gente y que el foco puesto por la OMS en el empaquetado, arroje resultados positivos.

“En esta etapa, se necesitan más investigación y preparación por las complejidades legales y económicas que implica crear y defender las leyes”, puntualizó.

“Pero la publicidad y el debate asociado al interés puesto por la OMS en el empaquetado neutro, con suerte, genere oportunidades de más investigaciones en el contexto de los países de bajos y medianos ingresos”, subrayó.

Países como Uruguay, Togo y Namibia tuvieron dificultades para derrotar las multinacionales que recurrieron a demandas comerciales y de inversión para impedir o demorar la implementación de leyes sobre el etiquetado y la publicidad de los cigarrillos.

Los problemas con la implementación se agravan por la corrupción gubernamental, la dependencia económica de la industria o la falta de recursos para combatir las amenazas de litigios de las grandes tabacaleras.

“El impulso del empaquetado neutro de la OMS también es relevante en los países de bajos y medianos ingresos, pero a la mayoría de ellos les puede llevar más tiempo”, acotó Hughes.

El Programa de Control del Tabaco del Grupo del Banco Mundial ayuda a implementar reformas impositivas en Filipinas, Indonesia, Senegal, Colombia, Botswana, Etiopía, Armenia y Georgia.

Las investigaciones al respecto han concluido que el aumento de los impuestos al tabaco es muy efectivo para reducir el consumo y, por lo tanto, reducir los costos en la salud pública.

Traducido por Verónica Firme

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