África podría alimentar al mundo entero, si tan solo…

La agricultura climáticamente inteligente es una estrategia que ayuda a guiar las acciones necesarias para transformar y reorientar los sistemas agrícolas con el fin de apoyar el desarrollo y garantizar la seguridad alimentaria en un clima cambiante. Crédito: FAO
La agricultura climáticamente inteligente es una estrategia que ayuda a guiar las acciones necesarias para transformar y reorientar los sistemas agrícolas con el fin de apoyar el desarrollo y garantizar la seguridad alimentaria en un clima cambiante. Crédito: FAO

¿La agricultura africana puede alimentar al mundo? La respuesta es “sí”. Aunque osada, la afirmación se basa en hechos concretos. África alberga 65 por ciento de la tierra fértil sin cultivar del planeta y 10 por ciento de los recursos renovables de agua dulce, y en los últimos 30 años su producción agrícola creció 160 por ciento.

Estos datos los aporta la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad), el cuerpo técnico de la Unión Africana, en un informe publicado en julio que recuerda que la población mundial llegará a los 10.000 millones de personas para 2050.[pullquote]3[/pullquote]

En consecuencia, «tendremos que aumentar la producción agrícola al menos 70 por ciento», alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Dado que se prevé que la proporción de la población africana aumentará de 15 a 25 por ciento del total mundial, hay un reconocimiento creciente de que sus agricultores tendrán que desempeñar un papel clave, afirma la Nepad.

«Podemos y estaremos encantados de alimentar al mundo. Solo necesitamos el conocimiento y la financiación», afirmó Raajeev Bopiah, gerente general de East Usambara Tea company, una empresa de Tanzania que produce más de cuatro millones de kilos de té al año.

Obstáculos

Existen varios escollos que impiden mejorar la productividad agrícola de África, según la Agencia de Planificación y Coordinación de la Nepad.

«Uno de los mayores obstáculos es el sistema desordenado de aranceles y las inflexibles políticas fronterizas que rigen las relaciones entre muchos de los 55 Estados del continente. Solo 13 países ofrecen ingreso sin visado o visa al ingresar a todos los africanos”, explica el  Informe de Apertura de Visas de África publicado este año por el Banco Africano de Desarrollo.

Las empresas en las naciones sin litoral, en particular, se quejan de que el paso de sus productos por las fronteras es tan engorroso que suele generarles enormes pérdidas, según la Nepad.

«El transporte en África es tan difícil. Es caro y a veces arriesgado», expresó Ahmad Ibrahim, de African Alligator, una empresa ugandesa dedicada a la venta de sésamo y maní. Las esperas en las fronteras «pueden ser largas, y los productos se pierden», aseguró.

Organismos regionales, como la Comunidad de Desarrollo de África Austral y la  Comunidad Económica de Estados de África Occidental, lograron cierto avance en la armonización de los trámites aduaneros y la mejora de algunos enlaces de transporte transfronterizo, pero muchos aseguran que el mismo es insuficiente.

“También dentro de sus propios Estados los gobiernos han mostrado una tendencia a obstaculizar el comercio de forma inadvertida. El régimen fiscal incoherente de Tanzania, por ejemplo, hace que los agricultores salten de una franca tributaria a otra. Los encargados de saldar las cuentas sostienen que es difícil planificar con mucha antelación por temor a encontrarse con la sorpresa de facturas elevadas», observa la Nepad.

“No se puede planificar a largo plazo cuando se imponen nuevos impuestos sin tomar en consideración lo que es asequible y lo que no», se quejó Raajeev.

La mala infraestructura también es un problema en gran parte del continente. El estado de las rutas en el norte de Tanzania  limita severamente el volumen de mercancías que la empresa de té de Bopiah puede transportar en el trayecto de 70 kilómetros hasta el puerto de Tanga en el océano Índico.

«No se puede transportar más de cuatro toneladas por camión en las carreteras de tierra, en contraposición a las 20 toneladas que podría llevar por vías adecuadas. ¡Me cuesta cinco veces más!», exclamó Bopiah.

En un ejemplo reciente, al menos 10 buques que transportaban 450.000 toneladas de trigo de emergencia para las zonas afectadas por la sequía en Etiopía a principios de este año tuvieron que esperar durante semanas en el mar debido a que el puerto de Djibouti no daba abasto con el volumen de la carga, informó la Nepad.[related_articles]

La FAO añade que la falta de silos y fuentes de energía erráticas también obligan a muchos productores de alimentos a recurrir a costosos generadores con el fin de activar sus bombas de agua e invernaderos. Aproximadamente 30 por ciento de todos los alimentos producidos en el mundo se desperdicia o pierde por este motivo.

La falta de un almacenamiento adecuado significa que «el continente pierde alimentos por valor de 4.000 millones de dólares anuales por pérdida posterior a la cosecha”, destacó Richard Munang, un alto funcionario del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. «Las ineficiencias en las cadenas de valor agrícolas de África son la base de los problemas alimentarios», añadió.

Con la mejora y la expansión de sus instalaciones, además de reforzar la producción eléctrica, África podría alcanzar rápidamente la autosuficiencia alimentaria.

Pero la corrupción sigue socavando el trabajo de los pequeños terratenientes y las grandes empresas agrícolas por igual. Y los agricultores también tienen limitadas oportunidades de financiación. La mayoría de los países carecen de bancos agrícolas, mientras que los bancos comerciales tienden a considerar la agricultura como una apuesta demasiado arriesgada.

«Piensan que el período de gestación es demasiado largo», expresó Bopiah. «Por ejemplo, si desea plantar un cultivo determinado, podría tomar cinco años para que se amortice», explicó.

Sin el acceso al crédito, muchos agricultores no pueden comprar las herramientas o los productos químicos que les permitirían aumentar su rendimiento. En un continente donde los rendimientos de trigo pueden ser apenas de 1,5 toneladas por hectárea – en comparación con tres o cuatro toneladas en otros lugares -, estas limitaciones son muy problemáticas.

«No tenemos el tiempo que los países en desarrollo tenían en los años 60. Hoy en África no solo hay que producir mejor, sino que en el mundo globalizado hay que vender mejor también”, advirtió Ousmane Badiane, director para África del Instituto Internacional de Investigación en Política Alimentaria, informó la Nepad.

Traducido por Álvaro Queiruga

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