Nueva licencia maternal discrimina a muchas mujeres en India

Las mujeres en el ámbito rural de India sorportan una enorme presión de sus familias para no usar anticonceptivos orales ni inyecciones y, en cambio, optar por el método quirúrgico. Crédito: Neeta Lal/IPS.
Las mujeres en el ámbito rural de India sorportan una enorme presión de sus familias para no usar anticonceptivos orales ni inyecciones y, en cambio, optar por el método quirúrgico. Crédito: Neeta Lal/IPS.

La reformada Ley de Beneficios para la Maternidad, de 1961, que aumentó de 12 a 26 semanas la licencia maternal paga en India, generó más malestar que aplausos por su carácter discriminatorio.

La enmienda también habilita a las madres que siguen amamantando a trabajar desde su casa cuando se le termina la licencia maternal y obliga a los establecimientos con más de 50 empleados a tener una guardería.

Incluso, la reforma colocó a este país en el tercer lugar entre los que otorgan mayor licencia maternal, detrás de Noruega, con 44 semanas, y de Canadá, con 50 semanas.

El aspecto más positivo de la norma es que por lo menos reconoce que las mujeres tienen derecho a gozar de beneficios maternales, fundamental en un país conocido por su arraigada discriminación contra la población femenina y que suele registrar los peores índices en materia de equidad de género.

Pero todavía no conforma porque solo beneficiará a una ínfima proporción de mujeres empleadas en el sector formal e ignorará a la vasta cantidad de las que trabajan por contrato, campesinas, jornaleras, independientes y trabajadoras del hogar.

Sudeshna Sengupta, de la Campaña por el Derecho a la Alimentación, señaló que 29,7 millones de mujeres quedan embarazadas cada año en India.

“Aun si se aplicara totalmente la ley, hay estudios que muestran que solo beneficiará a 1,8 millones de mujeres del sector formal y que dejará afuera a 99 por ciento de las que integran la fuerza laboral”, precisó la activista.

“Si eso no es discriminación, entonces qué es”, preguntó.

“En India, las asalariadas constituyen solo cinco por ciento de las 1,8 millones de trabajadoras. El resto se desempeña en el sector informal. ¿Qué justicia hay en dejar a ese grupo fuera de la nueva ley?”, insistió Sengupta.

Las trabajadoras pobres que trabajan como jornaleras en India no gozan de ningún beneficio por maternidad. Crédito: Neeta Lal/IPS.
Las trabajadoras pobres que trabajan como jornaleras en India no gozan de ningún beneficio por maternidad. Crédito: Neeta Lal/IPS.

Por su parte, Kavita Krishnan, secretaria de la Asociación de Mujeres Progresistas de Toda India, opinó que los beneficios por maternidad deben ser universales y beneficiar a toda la población femenina.

“En India, la mayoría de las mujeres son jornaleras o trabajan por contrato en condiciones de explotación. Ni siquiera están contempladas en las leyes laborales. En cuanto queda embarazada, se la considera una carga. La nueva norma no contiene disposiciones para erradicar esa mentalidad”, subrayó Krishnan a IPS.

Muchas de las empleadas consultadas por IPS dijeron que el embarazo suele ser un elemento de quiebre en la relación con sus empleadores.

Sakshi Mehra, gerenta de una fábrica textil de exportación en Nueva Delhi, contó que sus empleadores estaban encantados con su trabajo y hasta le duplicaron su salario al año de ingresar. Sin embargo, “las cosas cambiaron de forma drástica cuando quedé embarazada. Mi jefe me pasaba insinuando que tenía que buscar un trabajo más ‘fácil’. Fue como que me hubiera vuelto discapacitada de un día para el otro”.

Esa mentalidad retrógrada es común en muchos ámbitos laborales de India. Si bien algunas mujeres se revelan, otras ceden a la presión y se retiran en silencio.

Otro gran problema de la reforma es que no menciona a la licencia por paternidad, cuestionan activistas, colocando toda la responsabilidad de la crianza de los hijos en la madre, un golpe para la igualdad de género.

Numerosos estudios muestran una menor mortalidad infantil y una mayor igualdad de género en sociedades donde ambos padres participan en la crianza de los hijos. La licencia por paternidad no solo contribuye a que los varones se vuelvan padres más sensibles, sino que ayuda a las madres a asumir su nuevo papel.

Según la ginecóloga y obstetra Mansi Bhattacharya, del hospital Fortis, en Noida, en el estado de Uttar Pradesh, no hay motivos por los cuales los padres no puedan desempeñar un papel relevante en la crianza de los hijos.

“La licencia por paternidad permite que los padres ayuden a sus esposas en un momento fundamental. También, el vínculo temprano entre el padre y su hijo garantiza una relación más sana y sensible. Además, colabora para que las nuevas madres no se sientan agobiadas por sus nuevas responsabilidades”, explicó.

Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que los hijos con padres “más involucrados” tienen un mejor desarrollo en sus primeros años de vida. La licencia por paternidad, sumada a políticas laborales flexibles, facilita la participación.

Además, la licencia paternal también es una poderosa herramienta para impulsar la diversidad de género en el ámbito laboral, en especial cuando se combina con flexibilidad horaria o la posibilidad de trabajar a distancia, precisan analistas.

“La licencia por paternidad no es una situación de uno u otro”, precisó Deepa Pallical, coordinadora nacional de la Campaña Nacional por los Derechos Humanos de los Dalits, en diálogo con IPS.

“Un niño o una niña necesitan de la participación de ambos padres para una crianza equilibrada. Toda política que ignore esa realidad fundamental es un fracaso”, subrayó.

Aumentar la licencia de ambos padres eleva las posibilidades de que las mujeres retornen al trabajo con más tranquilidad y con mejores perspectivas laborales, indicó. Es un beneficio especialmente importante en India, que tiene la menor participación femenina en el ámbito laboral en todo el mundo: solo 21,9 de las indias y 14,7 por ciento de las que trabajan en las ciudades.[related_articles]

Las mujeres en India representan solo 24 por ciento de la fuerza laboral asalariada, muy por debajo del promedio mundial de 40 por ciento, según el último informe del Instituto Global McKinsey.

India tiene una de las peores desigualdades de género en materia de participación laboral, según datos del Banco Mundial.

Las pérdidas que genera a la economía la falta de participación laboral femenina es descomunal. Lakshmi Puri, directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, señaló en 2011 que el crecimiento de India podría mejorar 4,2 por ciento con mayores oportunidades de trabajo para la población femenina.

El estudio “Mujeres, empresas y derecho”, elaborado por el Banco Mundial este año, señala que unos 80 países otorgan licencia por paternidad, entre ellos Islandia, Finlandia y Suecia. El salario en ese lapso en los países nórdicos se cubre en parte y en general lo financia el Estado.

Entre los vecinos de India, Afganistán, China, Hong Kong y Singapur prevén unos pocos días de licencia para los padres.

Algunas compañías indias impulsan a sus empleados a tomarse unos pocos días por paternidad. Las empresas estatales y, en los últimos tiempos, los bancos públicos incluso los alientan a tomarse 15 días.

Pero en Estados Unidos, empresas como Netflix, Facebook y Microsoft otorgan generosas licencias por paternidad de varios meses y totalmente pagas.

Quizá India podría seguir el ejemplo de ellos para hacer frente a un asunto que no solo afecta a casi la mitad de sus 1.200 millones de habitantes, sino que también tendría un enorme impacto en la economía nacional.

La decisión correcta no solo ayudará a reducir la discriminación y a mejorar los resultados sociales, sino también a aumentar los dividendos demográficos, una situación en la que todos ganan.

Traducido por Verónica Firme

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