El gorila oriental figura en la lista de especies en peligro

Cuatro de las seis especies de grandes simios están en la categoría de "en peligro crítico de extinción" de la Lista Roja de Especies Amenazadas. Crédito: Cortesía, Unión Internacional para la Naturaleza (UICN).
Cuatro de las seis especies de grandes simios están en la categoría de "en peligro crítico de extinción" de la Lista Roja de Especies Amenazadas. Crédito: Cortesía, Unión Internacional para la Naturaleza (UICN).

Nuestro pariente más cercano en el mundo animal, el gorila oriental, está en peligro de extinción debido a la caza furtiva, alertó la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), tras divulgar la Lista Roja de Especies Amenazadas.

El domingo 4, cuando se presentó el documento que detalla el estado de conservación de las especies, fue “un día triste porque la Lista Roja muestra que acabamos con nuestro pariente más cercano”, anunció Inger Andersen, directora general de la UICN, en conferencia de prensa en Honolulú, donde se realiza el Congreso Mundial de la Naturaleza.

El encuentro mundial, que se realiza del 1 al 10 de este mes en este estado estadounidense de Hawái, reúne a unos 9.500 participantes de 192 países.

El gorila oriental (Gorilla beringei), el primate más grande en la selva de Ruanda, Uganda y República Democrática del Congo, pasó de la categoría “en peligro de extinción” a «en peligro crítico de extensión”, quedando a un paso de la desaparición.

Ese animal, que se divide en dos subespecies, registró una drástica disminución de más de 70 por ciento en el número de ejemplares en dos años, y se estima que quedan menos de 5.000 gorilas, indicó UICN, debido, principalmente, a la amenaza que supone la caza furtiva.

Cuatro de las seis grandes especies de primates figuran en la categoría “en peligro crítico”. Las otras dos son chimpancé común (Pan troglodytes) y bonobo (Pan paniscus), una variedad de chimpancé pigmeo, ambas “en peligro de extinción”.

La Lista Roja de la UICN, que se actualiza cada dos años, contempla 82.954 especies, de las cuales 23.928 están en riesgo de extinción. El objetivo de la organización es elevar la cobertura a 160.000 especies para 2020.

La lista se considera un “barómetro de la vida” y es la fuente más completa de información sobre el estado de especies vegetales, animales y de hongos en todo el mundo. Además, desempeña un gran papel sobre gobiernos y sociedad civil en materia de políticas y definición de objetivos para la conservación.

“Perdemos especies a un ritmo nunca antes visto”, alertó Andersen. Las últimas conclusiones obligan a gobiernos, científicos y a la sociedad en general a revertir esta tendencia, subrayó.

La última actualización reveló algunos avances, en especial en China, gracias a los esfuerzos de las autoridades por frenar la caza ilegal y la degradación de hábitats.

Por ejemplo, el panda gigante (Ailuropoda melanoleuca), quizá el animal más icónico de la conservación y el logo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), pasó de categoría “en peligro” a “vulnerable”.

El antílope tibetano (Pantholops hodgsonii), cuya piel es muy codiciada en el lujoso mercado internacional, fue clasificado como especie “casi amenazada”, en vez de “en peligro”.

La UICN destacó que la población de pandas gigantes aumentó gracias a las efectivas medidas de protección y de reforestación de la selva y a la exitosa vinculación de grupos de animales que antes estaban separados. Además, se logró reducir la caza ilegal.

Pero la organización alertó que hay modelos científicos que pronostican que el cambio climático podría diezmar más de 35 por ciento de las plantaciones de bambú en los próximos 80 años, lo que revertiría los logros obtenidos en las últimas dos décadas.

“El plan del gobierno chino para ampliar la política de conservación existente para las especies es una medida positiva y requiere de un fuerte apoyo para garantizar su efectiva implementación”, destacó la UICN.

Los países más ricos y con más recursos tienen mejores políticas de protección y fue notorio que el pueblo y el gobierno chino registraran logros, comentó Simon Stuart, presidente de la comisión para la supervivencia de las especies de la UICN.

Joseph Walston, de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, que lleva adelante iniciativas para proteger al antílope tibetano, señaló que la población de esta especie, que cayó de un millón de ejemplares a unos 70.000 en las décadas de los años 80 y 90, se vio amenazada por la demanda de sus productos en los lujosos mercados fuera de China.

Ese país “hizo algo al respecto. Es un antecedente importante”, observó.

Además, Walston tiene esperanza de que China desempeñe un papel positivo en iniciativas que procuran salvar especies de otros países, que estaban en riesgo por su propia demanda interna. Un ejemplo es el pangolín, que se alimenta de hormigas y cuya carne es muy apreciada, al igual que sus escamas por sus beneficios medicinales.

“En este momento, China es un consumidor neto de animales silvestres de todo el mundo”, explicó. “Todos lo hicimos”, acotó Walston, refiriéndose a cómo Gran Bretaña y Estados Unidos fueron grandes depredadores en la época de la industrialización y de rápido de crecimiento económico.

Luego, el surgimiento de las clases medias y de una conciencia sobre la importancia de la naturaleza y del ambiente tuvieron un impacto fundamental en Occidente. “Ese proceso comienza en China, pero es demasiado lento”, apuntó.

Carlo Rondinini, biólogo de la Universidad La Sapienza, de Roma, que trabaja para la Lista Roja de la UICN, alertó que todavía se registra una tendencia decreciente en la conservación de los mamíferos.[related_articles]

“Somos la única especie de grandes simios que no está en riesgo de extinción”, acotó.

La última actualización de la lista muestra que la población de la otrora abundante cebra de llanura (Equus quagga), cazada por su carne y su piel, se redujo una cuarta parte en los últimos 14 años hasta los actuales 500.000 ejemplares. La UICN la pasó de la categoría “preocupación menor” a “casi amenazada”.

Aparte, otras tres especies de antílopes de África fueron colocados en la categoría de “casi amenazada”.

Sin embargo, otro importante logro conseguido en el mundo animal fue el de la rata arquitecto (Leporillus conditor), de Australia, un roedor que construye nidos y cuya resina es tan fuerte que puede durar hasta 1.000 años, si no entra en contacto con el agua.

El exitoso plan de recuperación de especies, que implicó su reintroducción y algunos desplazamientos a áreas libres de depredadores, permitió que algunas especies pasaran de “vulnerable” a “casi amenazada”.

El walabí de bridas (Onychogalea fraenata) también mejoró su situación al pasar de la categoría “en peligro” a “vulnerable”, gracias a un exitoso, pero costoso, programa de conservación y translocación.

Expertos de la UICN señalaron que ese tipo de programas implican un esfuerzo enorme y una cantidad importante de fondos, lo que realza la necesidad de volcar más recursos a la conservación.

Hawái, que este año es sede del Congreso Mundial de la Naturaleza que se realiza cada cuatro años, experimenta una rápida pérdida de biodiversidad, en especial en materia de plantas, a raíz de la introducción de especies foráneas.

La actualización de la Lista Roja señala que se extinguieron 38 especies de plantas endémicas en Hawái, con otras cuatro consideradas como “extintas en estado silvestre”, es decir que solo existen gracias a su cultivo.

Traducido por Verónica Firme

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