Periodistas galardonados por su valor y tenacidad

Christiane Amanpour, ganadora del Premio a la Memoria de Burton Benjamin, con los galardonados por el Comité para la Protección de los Periodistas, Malini Subramaniam, Óscar Martínez y Can Dündar, en la ceremonia de entrega del Premio Internacional a la Libertad de Prensa, realizada el 22 de noviembre de 2016 en Nueva York. Crédito: Barbara Nitke/CPJ.
Christiane Amanpour, ganadora del Premio a la Memoria de Burton Benjamin, con los galardonados por el Comité para la Protección de los Periodistas, Malini Subramaniam, Óscar Martínez y Can Dündar, en la ceremonia de entrega del Premio Internacional a la Libertad de Prensa, realizada el 22 de noviembre de 2016 en Nueva York. Crédito: Barbara Nitke/CPJ.

Las crecientes amenazas que se ciernen sobre los periodistas y que han hecho de su profesión una de las más peligrosas del mundo, dan mayor significado a los logros obtenidos por los ganadores del Premio Internacional a la Libertad de Prensa 2016.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) homenajeó a cuatros periodistas, originarios de El Salvador, India, Turquía y Egipto, por su valor y coraje, en una ceremonia realizada el 21 de este mes para celebrar la 26 edición del premio.[pullquote]3[/pullquote]

“Los premiados son reporteros realmente extraordinarios, que realizaron su trabajo a sabiendas de que corrían un riesgo real”, destacó Sandra Mims Rowe, presidenta de la directiva del CPJ. “Es esperanzador ver tanta tenacidad y saber que aun bajo condiciones extremadamente riesgosas, los periodistas siempre van a encontrar la forma de realizar su trabajo”, observó.

Según el CPJ, 1.220 periodistas fueron asesinados desde 1992, la mayoría con total impunidad. Además, solo en 2015, casi 200 profesionales fueron detenidos mientras realizaban su trabajo.

Can Dündar, jefe de edición del diario turco Cumhuriyet y uno de los galardonados, fue detenido en noviembre de 2015 y condenado a seis años de cárcel por publicar un informe sobre los planes de los servicios de inteligencia de Turquía de enviar armas a grupos rebeldes de Siria.

En diálogo con IPS, Dündar, arrestado por revelar secretados de Estado, espionaje y asistir a un grupo terrorista, subrayó la importancia de la libertad de prensa.

“Tenemos derecho a escribir y la gente tiene derecho a saber. No solo defendemos una profesión, sino el derecho de la población a estar informada”, remarcó. “Este premio es como un mensaje al mundo de que conocen nuestra lucha”, observó.

En el Índice de Libertad de Prensa, Reporteros sin Fronteras (RSF) ubicó a Turquía en el lugar 151, entre 180 países. En particular, desde la asunción del presidente Recep Tayyip Erdoğan, en 2014, se abrieron más de 1.800 casos contra periodistas y caricaturistas por insultar al mandatario.

Y desde la tentativa de golpe de Estado de julio, se profundizaron las duras medidas contra la prensa, pues el gobierno se amparó en el estado de emergencia y las leyes antiterroristas para clausurar más de 100 agencias de noticias y detener a unos 120 periodistas.

Otro de los premiados, Óscar Martínez, periodista de investigación de El Salvador, también realzó la importancia de los medios. “Solo en países donde la prensa puede ejercer libremente el derecho a la información, es posible iluminar los oscuros rincones de las sociedades que, de otra manera, quedarían en la sombra”, dijo a IPS.

Uno de esos rincones es la violencia actual prevaleciente en El Salvador. La nación centroamericana es la más violenta del mundo sin estar en guerra, con más de 6.500 homicidios registrados solo en 2015. Tras denunciar un asesinato extrajudicial a manos de la policía, Martínez recibió amenazas de muerte y debió abandonar por un tiempo su país.

El premio ayuda a realzar la libertad de prensa, pero Martínez subrayó que los gobiernos deben asegurar y ofrecer una protección real a los periodistas.

Por su parte, la india Malini Subramaniam, también informó sobre los abusos de la policía y los asesinatos extrajudiciales en el llamado “Corredor Rojo”, en India, donde maoístas se enfrentan a las fuerzas regulares desde hace cinco décadas.

Según relató a IPS, cuando trabajó en el estado indio de Chhattisgarh, primero en proyectos de desarrollo y luego como periodista, vio indígenas, conocidos en ese país como adivasis, quedar atrapados bajo el fuego cruzado, sin servicios ni formas de denunciar la situación.

“Esas historias no salían a la luz; me di cuenta que debían ser contadas”, subrayó; y así lo hizo sin importar los peligros que implicaba.

La cobertura de abusos de derechos humanos le valió numerosos interrogatorios policiales y episodios de acoso, que terminaron por obligarla a abandonar el distrito de Bastar, en Chhattisgarh.

Ella es solo una de los muchos profesionales en peligro en la zona. Según el CPJ, por lo menos cuatro periodistas están detenidos en ese estado del centro de India, y otros más, incluido un corresponsal de la cadena de radio y televisión británica BBC, tuvieron que irse de esa área por temor a las represalias.

“De alguna manera, este premio amplificará la situación en Bastar en lo que se refiere a la cobertura periodística, a qué le pasa a los periodistas que están ahí y enviará un mensaje al gobierno de India para que se despierte”, valoró.

El otro premiado por el CPJ, es el fotoperiodista egipcio Mahmoud Abou Zeid, en la cárcel desde agosto de 2013.

Zeid, conocido como Shawkan, fue detenido cuando cubría los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los partidarios del derrocado presidente Mohamad Morsi, por posesión de armas de fuego, reunión ilegal y asesinato.

Egipto es el segundo país donde más periodistas terminan en la cárcel, superado solo por China, según el CPJ. En la ceremonia de premiación, realizada en Nueva York, participó en representación de Shawkan, su amigo de la infancia Ahmed Abu Seif.[related_articles]

“Hay veces que todavía me despierto y espero que alguien me diga que es solo un sueño”, dijo Seif a IPS, antes de añadir que le dolía que el propio Shawkan no pudiera estar ahí mismo para recibir el premio.

“Este premio es muy significativo para reconocer a un periodistas tras las rejas. También es una señal para decirle al gobierno de Egipto, aun cuando ustedes no lo reconocen como periodista, nosotros sí lo hacemos”, destacó.

La lucha por la libertad de prensa no se restringe a países con gobiernos autoritarios como Egipto y Turquía, sino que es problema importante también en Estados Unidos.

Al recibir el Premio a la Memoria de Burton Benjamin, Christiane Amanpour, denunció los peligros que acechan y que se cernirán sobre los periodistas estadounidenses durante el gobierno de Donald Trump.

“Ni en un millón de años hubiera pensado que me subiría al estrado a abogar por la libertad y la seguridad de los periodistas estadounidenses en casa”, dijo a los presentes, al mencionar un tuit del presidente electo que decía que “manifestantes profesionales” habían sido “incitados por los medios”.

En especial, se refirió a los problemas que afrontaron los medios estadounidenses durante la campaña presidencial en Estados Unidos por tratar de equilibrar neutralidad y verdad.

“Aprendí hace mucho tiempo, cuando cubría el genocidio y la limpieza étnica en Bosnia, a nunca equiparar a la víctima con el agresor, a nunca crear una falsa moral o equivalencia fáctica porque entonces te conviertes en cómplice de las consecuencias y de los delitos más indescriptibles”, remarcó.

“Creo en ser honestos, no neutrales, y creo que debemos dejar de banalizar la verdad”, subrayó.

Los medios pueden contribuir a un sistema más funcional o a profundizar la disfunción política, añadió.

“Este es, por encima de todo, un llamado a proteger al propio periodismo, tenemos que levantarnos todos juntos, porque divididos, caeremos todos”, concluyó.

Traducido por Verónica Firme

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe