Supercomputadora facilita la investigación climática en el Caribe

Los científicos del Caribe utilizan macrodatos para elaborar pronósticos sobre las condiciones de sequía para los agricultores y otros intereses del sector. Crédito: Zadie Neufville/IPS.
Los científicos del Caribe utilizan macrodatos para elaborar pronósticos sobre las condiciones de sequía para los agricultores y otros intereses del sector. Crédito: Zadie Neufville/IPS.

El Caribe ya disfruta de su nueva supercomputadora de alto rendimiento conocida como Sparks (acrónimo en inglés de Plataforma Científica para la Investigación Aplicada y el Intercambio de Conocimiento), fundamental para pronosticar las variaciones del clima y mitigar los efectos de cambio climático.

Sparks, instalada el 30 de noviembre en la jamaiquina Universidad de las Indias Occidentales, ya prepara los macrodatos necesarios para que los países insulares del Caribe no sucumban al recalentamiento planetario.[pullquote]3[/pullquote]

Los especialistas preparan a la región para mitigar los devastadores efectos, como elevación del nivel del mar, prolongación de las sequías, precipitaciones más extremas y posibles crecientes impactos de los ciclones tropicales, derivados del cambio climático.

Las consecuencias del recalentamiento de la Tierra podrían diezmar las economías de los estados en desarrollo y de muchos pequeños países insulares al revertir los avances sociales logrados en los últimos años y exacerbar la pobreza.

Antes de contar con la Sparks, los científicos de la región tenían dificultades para reunir los datos confiables que son necesarios para elaborar proyecciones climáticas a largo plazo.

Hace solo unos pocos meses, la incapacidad de la universidad de trabajar con la información hacía que los investigadores tuvieran que procesar un solo grupo de datos a la vez, explicó Jay Campbell, científico del grupo de estudio del clima.

Cada procesamiento de datos demoraba seis meses debido a la limitada capacidad de almacenamiento y a la falta de redundancia, explicó, y acotó: “si algo salía mal, sencillamente teníamos que empezar de nuevo”.

Pero en cuanto se instaló, Sparks comenzó a responder a la necesidad de acopio, análisis, modelización, almacenamiento, acceso y difusión de información climática en el Caribe.

A la larga, los climatólogos podrán elaborar proyecciones climáticas más precisas y confiables con una mayor resolución espacial para facilitar, entre otras cosas, el diseño de innovadoras iniciativas piloto para mejorar la resiliencia y luego ampliarlas.

Cuando el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) elabore el próximo informe de evaluación, en 2018, habrá mucha más información del Caribe, lo que convierte a Sparks en un instrumento clave de la lucha contra el cambio climático.

No solo la nueva computadora, descrita como una de las más rápidas del Caribe, impulsó las posibilidades de investigación, sino que, según el profesor principal Archibald Gordon, “debería ayudar a los gobernantes de la región a tomar mejores decisiones en lo que respecta a sus respuestas y a estrategias de adaptación a fin de mitigar el impacto del cambio climático”.

Los especialistas subrayaron la necesidad de contar con macrodatos para suministrar la información necesaria a fin de mejorar los pronósticos a corto, mediano y largo plazo. Ahora tienen la capacidad y habilidad para completar el procesamiento de datos que antes les llevaba seis meses en tan solo dos días.

«El sistema ayudará a los científicos a mejorar la “evaluación de los posibles riesgos e impactos y mitigar de forma efectiva los riesgos, a medida que construimos una infraestructura más resiliente”, remarcó Gordon.

Cuando la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó en junio de 2016 que se vivía “el 14 mes consecutivo de la mayor ola de calor registrada en la tierra y en los océanos y el 378 mes consecutivo con temperaturas por encima del promedio del siglo XX”, los científicos de la región se comprometieron a suministrar la información que necesitan los gobiernos del Caribe para tomar las medidas que permitan disminuir las consecuencias del cambio climático.

La región busca constantemente formas para fortalecer su capacidad de suministrar datos climáticos precisos y consistentes. Los esfuerzos se redoblaron después de que, en septiembre de 2013, un “análisis climático rápido” en el Caribe oriental identificó lo que se conoció como cierto “número de limitaciones y vulnerabilidades al cambio climático para una adaptación efectiva”.

El estudio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) identificó, entre otras cosas, “la falta de datos climáticos precisos y consistentes para comprender el cambio climático, pronosticar sus impactos y planificar medidas de adaptación”.

Para hacer frente al desafío, la OMM y el Instituto de Meteorología e Hidrología del Caribe, con fondos de Usaid, crearon el Centro Climático Regional en Barbados.[related_articles]

La instalación de la nueva computadora es otro paso tendiente a superar las limitaciones. Su inauguración, en el marco de una reunión del IPCC en la sede de la Universidad de las Indias Occidentales, en Mona, fue significativa porque puso de relieve frente a los expertos que el Caribe no estaba listo y no era capaz de producir los macrodatos necesarios para el próximo informe de evaluación de 2018.

El director del Grupo Climático del Caribe, el profesor Michael Taylor, explicó que la credibilidad y la precisión de los datos se obtienen con computadoras muy veloces, con rápida devolución de resultados, así como con capacidad de procesar múltiples conjuntos de datos a una mayor resolución para producir la información que necesitan las autoridades de la región.

“La investigación climática y los métodos de reducción de escala ya no estarán limitados por la computadora ni por los programas de computación”, indicó, tratando sin éxito de contener la emoción.

Sparks coloca a Jamaica y a la Universidad de las Indias Occidentales muy por encima de otros países del Caribe anglosajón y a la par de algunas de las más grandes instituciones del Norte Global.

Esta mejoría en la capacidad informática es un valor que atraerá a especialistas más capacitados y a estudiantes de afuera de la región. Fundamentalmente, contribuye al esfuerzo de la universidad por erigirse como una importante institución de investigación, además de sus estudios sobre los usos medicinales de la marihuana.

“Eso expande las capacidades de investigación, un área en la que la universidad no había incursionado hasta ahora. Antes, el procesamiento de macrodatos solo podía realizarse con colaboradores de afuera de la región”, acotó el profesor Taylor.

Además de su importancia por el aporte de datos valiosos para el informe del IPCC, Sparks revoluciona las investigaciones de secuenciación de datos de ADN, médicas y biológicas, entre otras, que se hacen en la universidad.

Y lo más importante, los investigadores universitarios coinciden en que una supercomputadora reúne los esfuerzos de las instituciones que están al frente de la lucha climática regional.

Queda claro que Sparks representa “un punto de inflexión y un gran cambio” para la investigación climática a escala regional, así como para la comunidad académica de la Universidad de las Indias Occidentales.

Traducido por Verónica Firme

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