Kenia prohíbe las bolsas de plástico

Los plásticos biodegradables no son la respuesta a la reducción de la basura marina. Crédito: PNUMA
Los plásticos biodegradables no son la respuesta a la reducción de la basura marina. Crédito: PNUMA

Kenia se convirtió en el país número 11 en prohibir el uso, la fabricación y la importación de bolsas de plástico. La decisión, que entrará en vigor en octubre, se produce pocas semanas después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le declarara la «guerra al plástico» en su campaña Mares Limpios.

La campaña, que se presentó en la Cumbre Mundial de los Océanos – una conferencia organizada por la revista The Economist en la ciudad indonesia de Bali, del 22 al 24 de febrero – insta a los gobiernos a aprobar políticas de reducción del uso de plásticos, a las industrias a minimizar los envases de este material y rediseñar los productos, y a los consumidores a cambiar sus hábitos antes de que los mares sufran un daño irreversible.[pullquote]3[/pullquote]

«Kenia está tomando medidas decisivas para eliminar una mancha fea en su sobresaliente belleza natural», declaró Erik Solheim, director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

«Los desechos plásticos también causan daños inconmensurables a los frágiles ecosistemas – tanto en tierra como en el mar – y esta decisión es un gran avance en nuestro esfuerzo global por bajar la marea del plástico», agregó.

Solo los supermercados entregan unos 100 millones de bolsas de plástico al año en Kenia, según la ONU. Una de las principales causas de daños ambientales y problemas sanitarios, las bolsas también matan aves, peces y otros animales que las confunden con alimentos, dañan las tierras fértiles, contaminan los sitios turísticos y ofrecen sitios de cría para los mosquitos portadores de malaria y dengue.

Más plástico que peces

Según el PNUMA, las bolsas de plástico son el principal problema en lo que refiere a la eliminación de desechos urbanos en Kenia, en particular en las comunidades más pobres, donde el acceso a los sistemas de eliminación y la asistencia sanitaria es limitado.

También contribuyen a los ocho millones de toneladas de plástico que se filtran al océano cada año. Según las estimaciones, al ritmo actual, en 2050 en los océanos habrá más productos plásticos que peces y se calcula que 99 por ciento de las aves marinas habrán ingerido este tipo de material.

Además de Kenia, Marruecos y Ruanda son los otros países africanos que han prohibido las bolsas de plástico en sus territorios.

En la cumbre de Bali, Indonesia se comprometió a recortar su basura marina en 70 por ciento para 2025, Uruguay anunció que gravará las bolsas plásticas este año y Costa Rica indicó que reducirá drásticamente el plástico que se use por única vez mediante una mejor gestión de residuos y campañas de educación.

Canadá añadió las micropartículas – esferas diminutas de plástico – a su lista de sustancias tóxicas, y Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelanda anunciaron que las prohibirán en los cosméticos.

Las bolsas de plástico contribuyen en gran medida a los ocho millones de toneladas de plástico que se vierten al mar cada año. Crédito: PNUMA
Las bolsas de plástico contribuyen en gran medida a los ocho millones de toneladas de plástico que se vierten al mar cada año. Crédito: PNUMA

El fuerte empujón de Suecia

Isabella Lovin, viceprimera ministra y ministra del clima de Suecia, dijo a IPS que el mundo se dirige «en la dirección totalmente equivocada» cuando se trata de lograr el objetivo de océanos y vida submarina sustentables.

«Si se miran las tendencias actuales, se ve cada vez más sobrepesca,… más contaminación, basura plástica que ingresa a nuestros océanos, y también vemos el estrés que soporta el océano debido al cambio climático, la acidificación del agua, pero también el calentamiento y el nivel del mar que sube», señaló.

Suecia y Fiyi convocan a una importante conferencia de la ONU sobre los océanos, del 5 al 9 de junio, que reunirá a gobiernos, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil para coordinar una estrategia coordinada. La conferencia analizará el papel clave que desempeñan los océanos en el cambio climático, pero también otras cuestiones, como el plástico en nuestros mares.

«Hay 3.000 millones de personas en todo el mundo que dependen principalmente de los recursos marinos para su supervivencia y… de lo que el océano puede producir, por lo que se trata de seguridad alimentaria. También tiene que ver con los medios de subsistencia de cientos de millones de personas que dependen de la pesca en pequeña escala, en su mayoría en los países en desarrollo», explicó Lovin.

También señaló que la demanda de pescado de los países ricos ejerce presión sobre las necesidades de los países en desarrollo.[related_articles]

«Tenemos que asegurarnos de que el pescado como recurso sea conservado y protegido para las generaciones futuras», subrayó.

La avanzada investigación oceánica de Noruega y la FAO

«Mantener nuestros mares limpios y nuestra vida marina a salvo del plástico es una cuestión urgente para Noruega. La basura plástica marina es una amenaza que…  afecta negativamente las vidas de las personas en las zonas costeras de todo el mundo. Nuestros océanos no pueden esperar más”, afirmó Vidar Helgesen, ministro del Clima y Ambiente de Noruega, en la cumbre de Bali.

El 24 de marzo, Noruega y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzaron un barco dedicado al estudio de los mares, uno de los más avanzados de su tipo y el único navío de investigación que lleva la bandera de la ONU.

El buque, llamado Dr. Fridtjof Nansen, investigará algunos de los océanos menos explorados del planeta mediante siete laboratorios con tecnología de vanguardia y sofisticados equipos para ayudar a los países en desarrollo a reunir datos científicos necesarios para la gestión sostenible de las pesquerías y a estudiar la manera en que el cambio climático afecta nuestros océanos.

Como tiene bandera de la ONU, el navío puede navegar libremente por diferentes fronteras jurisdiccionales, sin restricciones en su búsqueda.

«Este nuevo buque nos permite mejorar la investigación y las actividades en las que las observaciones marinas son sumamente limitadas, y comprender mejor los impactos del cambio climático en los ecosistemas acuáticos y nuestros océanos», declaró el director general de la FAO, José Graziano da Silva

«Esto es crucial para permitir que los países en desarrollo aumenten la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades costeras, especialmente con respecto a la pesca en pequeña escala», concluyó.

Traducido por Álvaro Queiruga

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