RDC supera a Siria e Iraq en desplazados internos

Saidi Olivier, un campesino desplazado en el norte de Kivu, República Democrática del Congo (RDC), con su familia en un campamento de desplazados internos. Crédito: IDMC
Saidi Olivier, un campesino desplazado en el norte de Kivu, República Democrática del Congo (RDC), con su familia en un campamento de desplazados internos. Crédito: IDMC

Más de 30 millones de personas fueron desplazadas dentro de sus propios países en 2016 por conflictos armados y desastres naturales, y la sorpresa es que República Democrática del Congo (RDC) superó a Siria e Iraq en ese sentido, según un nuevo informe.

Al examinar la situación mundial en su Informe Global sobre Desplazamiento Interno, de edición anual, el Centro de Control de Desplazamiento Interno (IDMC), con sede en Ginebra, y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) concluyeron que existen «horrendos» y altos niveles de nuevos desplazamientos.[pullquote]3[/pullquote]

«Desde que iniciamos esta conversación, cientos de familias han estado o están en proceso de desplazamiento hoy», declaró el secretario general del NRC, Jan Egeland, durante una rueda de prensa.

En 125 países se registraron 31,1 millones de nuevos desplazamientos, lo que representa un aumento de más de tres millones a partir de 2015 y se traduce en una persona desplazada cada segundo.

«Cuando una familia es expulsada de su hogar, a menudo durante años, es una señal de que algo está horrendamente mal en una nación, en una localidad y también en las relaciones internacionales», afirmó Egeland.

De ese total, casi siete millones de personas fueron desplazadas por conflictos armados en 2016. Para sorpresa de todos, RDC superó a Siria e Iraq en la mayor cantidad de personas desplazadas internamente en el mundo.

«Nuestros ojos y nuestra atención se concentraron en Medio Oriente», reconoció a IPS la directora del IDMC, Alexandra Bilak.

«África subsahariana fue sistemáticamente afectada por el desplazamiento interno a lo largo de los años, pero no esperábamos ese incremento en RDC y ciertamente no esperábamos mayores números que en Siria», aseguró.

RDC se vio afectada por la inseguridad desde los años noventa, cuando el genocidio ruandés y la afluencia de refugiados hundió al país en el conflicto más mortífero de la historia africana, que causó la muerte a casi cinco millones de civiles.

Aunque el país declaró la paz en 2003 la violencia resurgió entre los grupos armados y provocó más de 900.000 desplazamientos nuevos en 2016.

«Se suponía que debíamos terminar con ese conflicto hace una década», comentó Egeland al recordar su experiencia de trabajo en RDC entre 2003 y 2006 como subsecretario general de la  Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas.

Con el correr de los años menguaron los recursos humanitarios destinados a RDC, así como la atención, añadió. «Ya no está al tope de la lista de prioridades y eso es peligroso, es un gran error», según Egeland.

Bilak dijo a IPS que las cifras de desplazamiento que encontró el informe para RDC son «claramente una subestimación», ya que más de un millón de personas fueron desplazadas recientemente en el país centroafricano desde principios de 2017.

Las organizaciones también concluyeron que los desastres desplazaron a tres veces más personas que los conflictos armados, con más de 24 millones de nuevos desplazamientos documentados en 118 países.

Más de 68 por ciento de los nuevos desplazamientos provocados por desastres naturales sucedieron en Asia oriental y el Pacífico, entre ellos China y Filipinas, que sufrieron el mayor número debido a fuertes inundaciones y tifones. El cambio climático aumentó la frecuencia y la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, lo que solo incrementará el número de desplazados, señala el informe.

Los pequeños estados insulares son los que más sufrirán las consecuencias, alertó Bilak.

Haití, que sigue sintiendo los efectos del terremoto de 2010 y, más recientemente, del huracán Matthew, se encuentra entre los principales países con los mayores desplazamientos por desastre. La nación caribeña no solo afronta un alto riesgo de desastres, sino también una baja capacidad de respuesta y recuperación.

«Esta es otra triste demostración de los trastornos recurrentes al sistema que estos tipos de eventos representan y lo difícil que es para algunos países recuperarse de ellos», subrayó Bilak.

Sin embargo, a pesar de que los desplazados internos duplican el número de refugiados en general, gran parte de la atención y la preocupación del mundo se concentró en los refugiados y los migrantes y no en el problema del desplazamiento interno. Por ejemplo, se gastó más dinero en reasentar a los refugiados en los países donantes que en las crisis sucedidas en los países de origen y que obligaron a las personas a huir en primer lugar.

«Si solo tomamos en cuenta a los refugiados y los migrantes, esencialmente solo se está tomando en cuenta el resultado de la crisis… la punta del iceberg», subrayó Bilak.[related_articles]

«Es increíblemente miope y poco estratégico enfocar toda la atención política y financiera en los síntomas del problema, más que en las causas», continuó.

Egeland expresó sentimientos similares, al afirmar que aunque hay un gran número de refugiados en el mundo, es un «mito absoluto» que la gente esté «saturando» a Europa.

Existen algunos vínculos entre los desplazados internos y los refugiados, ya que si no se resuelve el problema de los primeros, en ocasiones se pueden provocar movimientos transfronterizos. Los países con un alto número de desplazados internos también tienden a producir muchos de los refugiados del mundo, como Sudán del Sur y Siria.

Sin embargo, es necesario mirar el cuadro completo de la migración y el desplazamiento y reconocer que el desplazamiento interno es parte integral de ese panorama, razonó Bilak.

La comprensión de los patrones de desplazamiento y movimientos permite un trabajo eficiente y eficaz sobre la prevención, la preparación y los esfuerzos de respuesta.

Tanto Bilak como Egeland llamaron a renovar y reorientar las inversiones políticas y financieras en este tema, a menudo eclipsado.

«El informe es una herramienta para que los responsables políticos puedan ayudarles a priorizar dónde deben asignar sus recursos, tanto políticos como financieros», señaló Bilak.

Esto incluye el incremento de la asistencia para el desarrollo con el fin de reducir las vulnerabilidades existentes y los riesgos futuros, ayudando a mitigar los impactos a largo plazo del desplazamiento interno y evitar que las crisis cíclicas continúen en el futuro.

«Hasta que se aborden los factores estructurales de la pobreza, la desigualdad y el subdesarrollo, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos seguirán causando desplazamiento e impidiendo soluciones», concluye el informe.

Traducido por Álvaro Queiruga

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