Minería de mercurio espera su control internacional en México

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio entró en vigor el 16 agosto y obliga al control en el mundo del metal cuya emisión es gravemente tóxica para los humanos y otros seres vivos del planeta. Crédito: INECC
El Convenio de Minamata sobre el Mercurio entró en vigor el 16 agosto y obliga al control en el mundo del metal cuya emisión es gravemente tóxica para los humanos y otros seres vivos del planeta. Crédito: INECC

A la mexicana Patricia Ruiz solo le viene a la mente la palabra “desastrosa” al tener que describir la situación de la minería de mercurio en el estado del centro de México donde vive: Querétaro.

“Hay una gran cantidad de hoyos (de donde se saca el mercurio). Están los jales (depósitos de residuos mineros), todo eso escurre a los ríos. Es gente que no tiene otra opción, arriesgan salud, genética familiar. Hay mucha gente involucrada, es un hueco de trabajo que no se ha llenado”, esta fundadora del no gubernamental Grupo Ecológico Sierra Gorda.

Esa agrupación se dedica al cuidado de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, de 383.567 hectáreas de extensión y morada de un rico ecosistema y de unas 100.000 personas, repartidas en cinco municipios y 638 comunidades.

Querétaro y el norteño estado de Zacatecas se han convertido en la fuente del mercurio, una extracción mayoritariamente en manos particulares y sin las concesiones reglamentaria y que principalmente se exporta a países como Bolivia y Colombia, que lo usan mayormente en la minería artesanal de oro.

Ese repunte proviene de las prohibiciones a la exportación impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea desde 2011, por lo cual esta nación azteca ha ocupado esa vacante.

La sustitución del metal en la minería artesanal se convierte en un reto para México para cumplir con el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, vigente desde el 16 de agosto y que celebrará su primera conferencia de las partes en Ginebra del 24 al 29 de septiembre.

Ese tratado estipula la prohibición de nuevas minas de mercurio, la eliminación gradual de las existentes, la reducción de su uso en una serie de productos y procesos, así como la promoción de medidas de control de las emisiones a la atmósfera y las liberaciones al suelo y al agua, la regulación de la minería de oro artesanal y a pequeña escala y la gestión adecuada de los sitios contaminados.

El “Informe sobre el mercado de mercurio en México”, elaborado en 2011 por la Comisión para la Cooperación Ambiental para América del Norte, estimó reservas de casi 27 millones de toneladas de desechos mercuriales, en minas y en la industria cloro-alcalina.

Las minas de mercurio primario aportan 43 por ciento de esos depósitos –unos 11,75 millones de toneladas-, la producción secundaria de antiguos depósitos de residuos mineros o jales en Zacatecas aportan otros 14,9 millones y las reservas en la industria cloro-alcalina, 240.000 en dos plantas.

Un informe del gubernamental Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), obtenido por IPS, indica que ocho de los 31 estados mexicanos tienen minas de mercurio que alimentan el comercio nacional de amalgamas dentales, lámparas y de materia prima para la minería artesanal de oro, así como la creciente exportación.

La minería artesanal del oro usa el tóxico mercurio en América Latina, una práctica que deberá modificarse en los países que han ratificado el internacional Convenio de Minamata para el control del metal. Crédito: Thelma Mejía/IPS
La minería artesanal del oro usa el tóxico mercurio en América Latina, una práctica que deberá modificarse en los países que han ratificado el internacional Convenio de Minamata para el control del metal. Crédito: Thelma Mejía/IPS

En Querétaro operan unas 300 minas artesanales de mercurio, mientras que el atractivo de la extracción en jales radica en el valor de plata amalgamada. La región queretana de explotación se concentra en tres municipios.

En ese estado, dos regiones, con un total de nueve distritos mineros, guarecen mercurio. Entre 1995 y 2016, el gobierno estadual apoyó tres proyectos con potenciales recursos mercuriales.

En Zacatecas, cuatro de 17 regiones mineras poseen mercurio y hay seis de 116 proyectos mineros relacionados con exploración y explotación de mercurio.

La minería artesanal de oro está activa en 10 estados, por lo cual México la declararía “más que insignificante” a fines de cumplir con el Convenio. Se estima que más de 3.000 personas laboran en esa actividad.

Es del cinabrio, un mineral compuesto en 85 por ciento por mercurio y el resto por azufre, de donde se obtiene el metal mediante su calcinación en hornos de leña, lo que genera vapores de mercurio con propiedades tóxicas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el feto y los infantes, el principal efecto a su exposición, procedente del consumo de pescados y mariscos contaminados, es la alteración del desarrollo neurológico. El compuesto, de características neurotóxicas, se acumula en el organismo.

Dentro de América Latina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay ya ratificaron el Convenio. Pero solo Brasil ha entregado su reporte al secretariado del tratado sobre el control del uso del mercurio, como también han hecho hasta ahora solo otros nueve países y la Unión Europea.

Los controles sobre el metal en otros países convirtieron a México  en el segundo proveedor global de mercurio, detrás de Indonesia. En julio envío a Bolivia 75 toneladas, a Chile, 9,55 y se reportaron ventas esporádicas a Argentina, Colombia, Cuba, Nicaragua, Panamá y Paraguay.

En 2016, Bolivia fue el destino preferido, con 193 toneladas, mientras Colombia adquirió 41,5, aunque este país prohibió en 2013 su uso en la minería artesanal.

Renacimiento predecible

Para el coordinador del no gubernamental Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA), Fernando Bejarano, México vio venir el repunte de la minería de mercurio y no tomó medidas.

“Es un problema social ligado a la pobreza y hay que tratarlo de acuerdo a esa perspectiva, y no solamente como un problema ambiental. Pero no hay un enfoque multisectorial lo suficientemente claro. En los próximos años se puede extender, más de lo que ha ocurrido”, señaló el experto a IPS.[related_articles]

A su juicio, “México carece de una política clara sobre el manejo de sustancias peligrosas y la gente sigue exponiéndose a eso”.

Un informe de la Procuraduría (fiscalía) Federal de Protección al Ambiente (Profepa), al cual IPS tuvo acceso, enumera que la minería se efectúa sin mitigación del daño ambiental ni prevención de los efectos sobre la salud.

Las minas, añade, carecen de infraestructura para prevenir emisiones contaminantes en los hornos de calcinación y no hay manejo adecuado de los residuos mineros, que pueden contaminar el agua y el suelo.

En sus “Estudios de calidad del aire y su impacto en la región centro de México 2015”, obtenido por IPS y que evaluó emisiones de 83 minas, se concluyó que existe en la zona minera de Querétaro un riesgo de toxicidad para los trabajadores y la población aledaña, al encontrar concentraciones altas del mineral.

Personal del gubernamental INECC detectó este año altas concentraciones de mercurio en un centro comercial de Zacatecas, en cuyo sótano se almacena el material a comercializar.

Para la activista Ruiz, ganadora de al menos cinco premios ecológicos, se necesita un plan basado en las necesidades de la gente.

“El semidesierto (de la región) ofrece posibilidades. Daría empleo por muchos años y se clausurarían minas. Se necesita recursos financieros para poder pagar empleo temporal y tapar los hoyos”, planteó.

México, que anticipa diseñar un plan de acción para transformar la minería artesanal de oro, deberá adecuar su marco legal al Convenio de Minimata. Además, ya identificó cuatro sitios y 15 comunidades contaminadas con mercurio.

“Hay que informar a los actores estadales y municipales sobre los riesgos. Debe haber un plan ordenado de transición. Es una responsabilidad nacional, no hay que esperar solo los recursos internacionales”, recomendó Bejarano.

En Ginebra, CAATA y otras oenegés medirán la presencia de mercurio en cremas corporales provenientes de lugares como Querétaro.

México espera la aprobación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial para financiar con unos siete millones de dólares un emprendimiento de reducción del riesgo ambiental en la minería en Querétaro. A finales de año, el gobierno concluirá un diagnóstico de la situación nacional al respecto.

Editado por Estrella Gutiérrez

 

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