Del cielo cae solución hídrica para México

Fotomontaje de la organización Isla Urbana, pionera en la promoción de la captación de agua de lluvia como parte de un nuevo modelo en el manejo del abastecimiento y consumo hídrico en México, donde se recrea los beneficios del sistema para en l acceso al recurso asentamientos precarios del oeste de la capital. Crédito: Isla Urbana
Fotomontaje de la organización Isla Urbana, pionera en la promoción de la captación de agua de lluvia como parte de un nuevo modelo en el manejo del abastecimiento y consumo hídrico en México, donde se recrean los beneficios del sistema para el acceso al recurso en asentamientos precarios del oeste de la capital. Crédito: Isla Urbana

Hace 25 años, el ingeniero mexicano Gustavo Rodríguez decidió recolectar agua de lluvia para enfrentar la escasez del líquido en su vivienda y contribuir con el cuidado de los recursos naturales.

“Lo hicimos para buscar una mejor integración con el cuidado de la naturaleza. Queríamos tener una casa sostenible”, dijo a IPS este residente en el pueblo indígena de San Bartolo Ameyalco, en el oeste de Ciudad de México.

Rodríguez instaló un techo receptor, una cisterna, filtros y canalización, un sistema con el cual retiene 90 metros cúbicos de agua y satisface al menos siete meses al año las necesidades hídricas de las 12 personas que viven en tres viviendas en su terreno.

“Usamos entre 80 y 90 litros por persona diarios”, estimó Rodríguez, que también ha incorporado un biodigestor para generar biomasa como energía, para incrementar la sostenibilidad de su predio.

San Bartolo Ameyalco, que significa “lugar de manantiales” en lengua náhuatl y donde viven unas 20.000 personas, se surte de agua de un manantial conectado a la red hídrica local al que alimenta. Pero muchos habitantes carecen del servicio, a pesar de esa fuente y de pagar por ella.

“Hay comercio de agua en pipas (camiones cisterna) y eso ha originado tensiones con su manejo. Hay acceso al agua, pero no toda la gente la recibe y no lo hace porque hay manipulación de las válvulas para que la gente pague favores políticos” por el suministro, denunció Rodríguez, al que no llega agua de la red hace cuatro meses.

La lluvia puede ayudar a este país latinoamericano de 130 millones de habitantes a enfrentar la crisis hídrica proyectada por los expertos a partir de 2030, mientras que actualmente origina inundaciones, deslaves y acaba generalmente en el desagüe.

Al mismo tiempo, puede contribuir a que México alcance el objetivo de agua limpia y saneamiento para toda la población, el sexto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que deben cumplirse para 2030.

El país recibe por año un estimado de 1,45 mil millones de metros cúbicos (m3) del recurso en forma de precipitación, según las Estadísticas del Agua en México 2017.

De los aguaceros, 72 por ciento se evapora y regresa a la atmósfera, 21 por ciento escurre por cuerpos hídricos y 6,3 por ciento se infiltra en el subsuelo y recarga los acuíferos, de los cuales 105, de un total de 653, están sobrexplotados.

En México, la lluvia termina en los desagües, cuando su recolección podría abastecer del líquido a hogares que carecen del servicio. En la imagen, una tromba azota Ciudad de México el 28 de abril de 2018. Crédito: Emilio Godoy/IPS
En México, la lluvia termina en los desagües, cuando su recolección podría abastecer del líquido a hogares que carecen del servicio. En la imagen, una tromba azota Ciudad de México el 28 de abril de 2018. Crédito: Emilio Godoy/IPS

Entre 1981 y 2010, cayeron sobre esta nación 740 milímetros anuales de chaparrones y en 2016 esa precipitación subió ligeramente hasta 744.

Datos de la estatal Comisión Nacional del Agua indican que la disponibilidad natural media del recurso cayó de 18.035 m3 anuales por habitante en 1950 a 3.687 en 2016.

Pese a su disminución, la disponibilidad no es un problema, según los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas, que establece que un país con menos de 1.000 m3 anuales por habitante tiene escasez y aquel con un rango entre 1.000 y 1.700 m3 por persona soporta dificultades hídricas.

Datos de la no gubernamental Oxfam de México indican que casi 10 millones de personas carecen de agua en sus hogares, en violación al derecho al agua contemplado en la Constitución desde 2012.

Aunado a ello, México es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, como sequías prolongadas y precipitaciones intensas en un ciclo húmedo que tradicionalmente se extiende de mayo a octubre. Varios estudios vislumbran crisis hídrica para 2040, especialmente del centro al norte del país.

En la capital viven 8,8 millones de personas, que se elevan a más de 20 millones al sumar su área conourbana y tiene el problema de que se extraen en promedio casi 16 m3 diarios por habitante y solo se reponen unos 11.

La escasez de agua llevó a Matilde Jiménez a buscar la captación de lluvia para su casa del asentamiento irregular Cerrada del Bosque Xochitonalá en el barrio Santa Cruz Alcapizca en la alcaldía de Xochimilco, una de las 16 demarcaciones de Ciudad de México, en el sur de la metrópoli.

“No teníamos agua, una vecina oyó de la organización Isla Urbana, su gente nos visitó y apuntó a varios vecinos para que les instalaran recolectores”, narró a IPS esta mujer que se ocupa de la atención de su hogar y estudia creación literaria.

Luego de pagar unos 148 dólares, su vivienda, donde reside con su esposo y tres hijos, cuenta con un sistema de captación que les ha dotado desde su instalación de unos 11.000 litros, que les alcanza para más de cinco meses de consumo. Además, ya no tienen que gastar en comprar agua de los camiones cisterna.

Un gran tanque de captación de agua de lluvia que sirve para el riego, el consumo de animales y, una vez purificada adecuadamente, también para el consumo humano. Neta Cero ha instalado más de 2.000 de estos sistemas en cuatro estados de México. Crédito: Neta Cero
Un gran tanque de captación de agua de lluvia que sirve para el riego, el consumo de animales y, una vez purificada adecuadamente, también para el consumo humano. Neta Cero ha instalado más de 2.000 de estos sistemas en cuatro estados de México. Crédito: Neta Cero

La lluvia reduce la necesidad de obtener o importar agua de fuentes convencionales, permite crear abasto en un punto exacto y no depende del sistema tradicional, lo cual disminuye el círculo viciosos de dependencia y crisis.

Siete de 16 demarcaciones capitalinas sufren precariedad hídrica, calculada a partir de grado de marginación, acceso a agua y reparto del recurso, según la no gubernamental Isla Urbana, pionera en la promoción de captación de lluvia en el país.

Cáculos de esa organización estiman que 21.693 hectáreas de azoteas aportarían 16 millones de m3 mensuales. La ciudad consume 32 m3 por segundo, por lo cual la precipitación podría aportar 20 por ciento de esa demanda.

La escasez hídrica ha llevado a varias organizaciones a desarrollar sistemas de captura de lluvia a zonas apartadas del país, como la empresa social Neta Cero.

“Hay comunidades sin acceso a agua. Lo que hacemos es resolver esos problemas con estos sistemas que representan una fuente muy impotante para esas comunidades”, explicó a IPS su fundador, el estadounidense Tirian Mink.

Este emprendedor social, que creó la organización en 2013, recordó cómo él mismo construyó el primer techo-manantial  ese año en la localidad de Palo de Marca, en el municipio de Huautla de Jiménez, que cuenta con más de 31.000 personas y se sitúa en el sureño estado de Oaxaca.

“Fue en una escuela preescolar, fue un aprendizaje muy importante. Lo montamos en un par de semanas con materiales locales, se llenó el tanque en menos de una semana”, relató Mink, que escogió ese lugar por la alta carencia hídrica y fuerte precipitación pluvial y donde ya operan nueve sistemas que abastecen del servicio a la comunidad.[related_articles]

El agua se almacena en cisternas de capacidad entre 200.000 y 500.000 litros, a un costo entre 4.800 y 146.000 dólares, según la complejidad y el tamaño de la instalación, y con capacidad total para colectar hasta cinco millones de litros. Neta Cero ya conectó 2.315 sistemas en cuatro estados desde 2013.

El gobierno mexicano ejecuta el Programa Nacional Para Captación de Agua de Lluvia y Ecotecnias en Zonas Rurales, que en 2017 se aplicó en 94 localidades de alta marginación en ocho de los 32 estados del país, con la instalación de 944 sistemas de captación de lluvia.

También el gobierno de Ciudad de México ha instalado cientos de sistemas pluviales, en un intento por paliar la crisis que amenaza con agudizarse a largo plazo.

El ingeniero Rodríguez propuso la promoción de la captura de lluvia. “Hay poca conciencia, alimentada por el clientelismo político. Es necesario que los políticos tengan conciencia y que conozcan el problema y la solución. El problema no es técnico, es social, de gobernanza. Faltan incentivos”, señaló.

Mink planteó mayor financiamiento para colocar sistemas y dar mantenimiento.

“Buscamos intervenciones con mayor impacto con la menor inversión. El mayor impacto se logra con sistemas grandes, pero una dificultad es que no se paga por el servicio de agua y entonces ya no se da mantenimiento. Ése es un reto, y tener sistemas sostenibles” ambiental y financieramente, alertó.

Jiménez lamentó que la lluvia se desperdicie. “Ayudamos a utilizarla. Se necesita más información y de lo que realmente implica y hacer esfuerzos de pagar algo, porque los beneficios son muchos”, resaltó.

Edición:Estrella Gutiérrez

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