África necesita políticas para transformar la agricultura

Ndomi Magareth cultiva frijoles en su pequeña parcela de Njombe, en la región costera Litoral de Camerún. Crédito: Monde Kingsley Nfor/IPS.

Los países africanos necesitan políticas para impulsar la producción y mejorar los ingresos de millones de familias campesinas que producen la mayor cantidad de alimentos, señala el Informe sobre el estatus de la agricultura en África, 2018, de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA).

Este continente destina unos 35.000 millones de dólares al año a la importación de alimentos, una suma que marcará una gran diferencia si, en cambio, se invierte en desarrollar la agricultura.

Y África podría necesitar unos 400.000 millones de dólares en los próximos 10 años de inversiones públicas y privadas para producir, procesar, comercializar y transportar alimentos, indicó AGRA.

El gobierno es el responsable de transformar la agricultura creando un ambiente propicio y asumiendo desafíos inherentes en materia de gobernanza, explicó Daudi Sumba, uno de los autores del informe de AGRA, “Catalizando la capacidad del Estado para impulsar la transformación de la agricultura”, consultado por IPS.

“Eso requiere visión y liderazgo para crear voluntad política entre autoridades de alto nivel político para implementar políticas efectivas para la transformación agrícola”, precisó Sumba, también director de Evaluación y Monitoreo de AGRA.

Mencionando el ejemplo del fallecido primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, Sumba observó que él comprendía a los campesinos y la importancia del progreso, lo que contribuyó a su deseo de implementar políticas eficaces.

Por ello, Etiopía es el único país de África que logró el mayor crecimiento del sector agrícola. La mayoría de los estados del continente no lo logran por falta de liderazgo político, concluyó el informe.

Jundi Hajji, quien cultiva trigo en Etiopía, muestra su plantación. En Etiopía, 25 años de crecimiento sostenido en la agricultura redujo la pobreza rural a la mitad. Crédito:Omer Redi/IPS
Jundi Hajji, quien cultiva trigo en Etiopía, muestra su plantación. En Etiopía, 25 años de crecimiento sostenido en la agricultura redujo la pobreza rural a la mitad. Crédito:Omer Redi/IPS

Sin embargo, el documento identifica algunas excepciones, cuyo desarrollo agrícola es un ejemplo para otros.

Además de Etiopía, Ruanda dirigió el apoyo político hacia la agricultura e integró planes de acción detallados en sus estrategias de desarrollo económico más amplio.

A la mejora del sector agrícola se atribuye haber sacado a un millón de personas de la extrema pobreza en un lapso relativamente breve, señala el estudio.

Además, el informe señala que crecimiento económico del sector, impulsado, en parte, por el programa estatal “Plantando por Alimentos y Empleo”, fue de 8,4 por ciento en 2017, tras registrar solo tres por ciento el año anterior.

Asimismo, especialistas de AGRA señalan que países como Kenia, Burkina Faso, Malí y Zambia como lugares donde mejoran el contexto político y las capacidades de los gobiernos.

La creciente disposición de los gobiernos africanos para discutir abiertamente en qué mejoran en la agricultura y qué les cuesta es un motivo para ser optimistas, reconoce el informe.

Por ejemplo, 47 países suscribieron el Programa Integral de Desarrollo de la Agricultura de África (CAADP), de la Unión Africana (UA), un plan maestro para lograr un crecimiento económico de seis por ciento anual gracias a este sector.

En los últimos 25 años, Etiopía superó de forma consistente el objetivo del CAADP de seis por ciento. Asimismo, el gobierno puso al CAADP en el centro de su plan de agricultura.

La evidencia disponible sugiere que la voluntad política para transformar la agricultura es limitada en la mayoría de los países africanos. Eso implica que hay que impulsarla para que impulse el desarrollo económico, observó Sumba.

“Los datos existentes sugieren que la voluntad política para apoyar la transformación agrícola es menor en África que en otras regiones del mundo en desarrollo”, señala el informe. “No aumentó de forma sustancial en la década pasada”, añade.

El informe, divulgado en el Foro para una Revolución Verde, de Kigali, señala que países como China, Etiopía, Ruanda y Marruecos lograron los beneficios económicos de intensificar la producción comercial en pequeñas granjas.

Por ejemplo, en Chihna, se atribuye a la transformación agrícola la rápida disminución de la pobreza rural, de 53 por ciento, en 1981, a ocho por ciento, en 2001.

En Etiopía, 25 años de crecimiento sostenido redujeron la pobreza rural a la mitad, y en Ruanda, en 25 por ciento, en el mismo lapso, observa el informe.[related_articles]

La presidenta de AGRA, Agnes Kalibata, dijo que los gobiernos son centrales para impulsar la transformación agrícola inclusiva.

El informe subraya el valor de fortalecer la planificación, la coordinación y la capacidad de implementación de un país a la vez que apoyan el desarrollo del sector privado eficiente y un entorno normativo propicio para impulsar la productividad agrícola.

“Nuestra experiencia y lecciones aprendidas nos muestran que es posible tener un impacto más rápido si se apoya a los países para que puedan llevar adelante su propia transformación”, apuntó Kalibata, y haciéndolo “a escala a través de un enfoque coordinado y bien planificado de los recursos en el ámbito público para construir sistemas e instituciones”, añadió.

“Los gobiernos son definitivamente centrales para impulsar la agenda de una transformación agrícola inclusiva”, remarcó.

África necesita una transformación urgente, pero debe hacer frente a desafíos como la rápida urbanización, el clima, el empleo significativo (uno de cada tres africanos de entre 15 y 35 están sin empleo) y una malnutrición crónica, que dejó a 58 millones de niñas y niños con retraso en el crecimiento.

Con más de 800 millones de personas en el mundo que pasan hambre, y más de 2.000 millones que sufren malnutrición, la inseguridad alimentaria sigue siendo una amenaza real para el desarrollo en todo el mundo, y en especial en África.

El Banco de Desarrollo Africano estima que otros 38 millones de africanos pasarán hambre en 2050, a pesar de que es un continente con tierras cultivables, agua y mano de obra suficiente como para producir más alimentos de los que importa.

El banco proyectó un aumento de las importaciones de alimentos de 110.000 millones de dólares al año para 2025, si se mantiene la tendencia actual de que la inversión en producción agrícola y valor agregado no sea prioritaria.

“La falta de democratización prevalece cuando se trata de explicar la falta de voluntad política para perseguir la transformación agrícola (y, por ende, de diagnosticar las necesidades de implementación)”, señala el informe.

“La competencia política aumenta la atención que se presta al crecimiento agrícola, y por ende, el grado de discriminación de la agricultura en cuestiones como impuestos”, señala el Informe sobre el Estatus de la Agricultura en África.

Traducción: Verónica Firme

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