En las ciudades hay desafíos, pero también grandes oportunidades

Los alcaldes participantes en el encuentro Urban20, tras entregar sus al presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien este año encabeza el G20, que a finales de noviembre realiza en Buenos Aires la cumbre anual de jefes de Estado y de gobierno de países industriales y emergentes. Crédito: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Los alcaldes participantes en el encuentro Urban20, tras entregar sus conclusiones al presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien este año encabeza el G20, que a finales de noviembre realiza en Buenos Aires la cumbre anual de jefes de Estado y de gobierno de países industriales y emergentes. Crédito: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Las ciudades tienden a concentrar cada vez más población, en desmedro de las áreas rurales, y enfrentan no solo desafíos sino también oportunidades múltiples. Su nueva agenda incluye desde cuestiones ambientales, la inclusión laboral, la igualdad de género, hasta la inclusión de las minorías y los migrantes.

El futuro de las ciudades fue debatido durante dos encuentros internacionales realizados en Buenos Aires entre el lunes 29 y el jueves 1 que reunieron, de manera separada, a alcaldes de 34 grandes urbes del mundo, en las que viven 1.500 millones de personas, y a más de 600 jóvenes urbanos de América Latina.

“La crisis del cambio climático es una oportunidad para transformar las ciudades en muchos aspectos”, dijo Mark Watts, director ejecutivo del C40, una red de 96 de las mayores ciudades del planeta, que pretenden asumir una posición de liderazgo en cuestiones ambientales y que lidera la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.[pullquote]3[/pullquote]

“Un punto fundamental es la transición del auto privado al transporte público basado en vehículos eléctricos o a bicicletas. Pero también se debe repensar la planificación de los espacios en la ciudades”, afirmó Watts a IPS.

“Los bosques deben volver a las ciudades, porque necesitamos más plantas. Los edificios tienen que ser neutrales en emisiones de carbono. Y por supuesto, debemos transformar la forma en que consumimos y descartamos. Todo eso debemos hacerlo no en cincuenta años, sino en diez”, agregó.

Watts participó en el encuentro Urban20, una iniciativa lanzada en el marco del Grupo de los 20 (G20), de naciones industrializadas y emergentes, que durante 2018 preside Argentina y que a finales de noviembre tendrá su Cumbre de jefes de Estado en Buenos Aires.

El resultado concreto de Urban20 fue un comunicado entregado al presidente argentino, Mauricio Macri, en el que se llama a las naciones del G20 a abordar con perspectiva urbana los problemas globales, porque 68 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades para 2050, según datos de este año de las Naciones Unidas.

También demandan desarrollar una serie de políticas públicas sobre el clima, trabajo, integración social, empoderamiento de las mujeres y acceso al financiamiento.

Lo firmaron los alcaldes de Amman, Beijing, Ciudad de México, Chicago, Hamburgo, Johannesburgo, Madrid, Montevideo, Quito, Río de Janeiro, Seúl y Yakarta, entre otras ciudades.

El primer punto del comunicado pide la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático, suscrito por la comunidad internacional en 2015, “de manera completa y rápida”.

Solo así, indica, se cumplirá el objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones contaminantes para 2050, para así cumplir la meta de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados sobre los niveles preindustriales.

Durante el encuentro, muchos expositores coincidieron en que las ciudades son tal vez el primer frente de batalla contra el cambio climático, por la cantidad de personas afectadas.

Una de las deliberaciones del encuentro promovido por la organización Techo, que reunió en Buenos Aires a más de 600 jóvenes de América Latina, para discutir el futuro de las ciudades en la región, donde se trataron temas como cooperativismo, diversidad, género y ambiente. Crédito: Daniel Gutman/IPS
Una de las deliberaciones del encuentro promovido por la organización Techo, que reunió en Buenos Aires a más de 600 jóvenes de América Latina, para discutir el futuro de las ciudades en la región, donde se trataron temas como cooperativismo, diversidad, género y ambiente. Crédito: Daniel Gutman/IPS

 

“En Hamburgo teníamos la costumbre de manejar nuestras lluvias a través de nuestro sistema de alcantarillado, pero ahora, con lluvias cada vez más fuertes, ya no podemos hacerlo”, explicó Michael Pollmann, secretario de Ambiente y Energía de esa importante ciudad alemana.

En diálogo con IPS, Pollman explicó cómo se tradujo el cambio: “Nuestra idea era siempre sacar las agua de lluvia lo más pronto posible de las zonas urbanizadas. Hoy tenemos que manejarnos a través espacios verdes aptos para que las aguas puedan almacenarse durante cierto tiempo”.

“Esto es difícil, porque en ciudades cada vez más densamente pobladas, los valores de los terrenos suben y entonces la presión para urbanizar áreas que deben mantenerse libres es cada vez más grande”, dijo.

A su juicio, “ante los desafíos del cambio climático, se requiere de gobiernos locales que cambien el modelo de desarrollo y defiendan los intereses públicos por sobre los del sector inmobiliario”.

La otra mirada sobre los desafíos de las ciudades lo puso el encuentro de “Jóvenes por el futuro de las ciudades de América Latina”, organizado por Techo, la organización presente en 19 países de la región y que trabaja a favor de quienes viven en asentamientos precarios.

Allí, bajo el lema de “Ciudades para todos”, se presentaron experiencias relacionadas con la migración, el género, la diversidad sexual, los medios de comunicación y, también las cuestiones ambientales.

Una de las participantes fue Mariana Matija, una colombiana que vive en Medellín y es la responsable del blog “Cualquier cosita es cariño”, a través del cual ha reunido una comunidad de más de 7.500 jóvenes que están en la búsqueda de un estilo de vida más respetuoso con el planeta.

“Hay cierta dosis de frustración en los jóvenes porque vemos que las generaciones mayores son las que toman decisiones y sus puntos de vistas son diferentes a los nuestros”, dijo Matija a IPS.[related_articles]

“Siento que los mayores han estado muy preocupados por los beneficios económicos de las cosas. Y los jóvenes creemos en cuestiones más profundas que el dinero”, agregó.

Con ella compartió un panel la argentina Melina Scioli, creadora del Club de Reparadores, que organiza talleres en distintas ciudades del país en los que se promueve no sólo alargar la vida útil de las cosas, para reducir la generación de los residuos, sino también reforzar los lazos de colaboración entre las personas.

“Me moviliza la transformación. De los objetos, de las personas o de las ciudades. Los jóvenes de hoy tienen una mirada muy crítica de la realidad y están muy comprometidos con la construcción de una ambiente más sano”, afirmó Scioli a IPS.

Durante el encuentro se presentó una encuesta realizada en seis naciones latinoamericanas (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) y entre la comunidad latina de Estados Unidos, sobre los principales problemas que los aquejan en sus países.

Cuatro de cada 10 consultados pusieron el foco en “el ambiente y el cambio climático”, pero esa proporción se vio superada por la inquietud que generan “las políticas sociales, la inclusión y la pobreza”, que fue señalada por seis de cada 10.

En ese sentido, el viceministro de Vivienda de Costa Rica, Patricio Morera, de solo 33 años, dijo a IPS que uno de los temas críticos en América Latina es justamente el de la vivienda.

“Hay un enorme déficit de vivienda en nuestra región, que hoy tiene más que con lo cualitativo que con lo cuantitativo”, dijo Morera, quien no se mostró sorprendido por los datos que hizo público en octubre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante un foro realizado en Washington.

Según esos datos,  94 por ciento de los habitantes de América Latina y el Caribe no tienen buena calidad de vivienda, en la segunda región más urbana del planeta, donde más de 75 por ciento de la población vive en ciudades, que en 60 por ciento son jóvenes.

“Cuando se habla de calidad de vivienda, se habla de las paredes, del techo o del piso y de la conectividad urbana con servicios públicos. O sea: la infraestructura más las posibilidades que da una vivienda a una familia de integrarse a la ciudad”, precisó Morera a IPS.

“Es un tema crítico, porque podemos celebrar que no hay un gran déficit cuantitativo en nuestra región, pero el cualitativo priva a las personas de una buena calidad de vida, que es el propósito de la vivienda. La vivienda no es un fin en sí mismo, sino un medio que genera posibilidades de desarrollo”, agregó.

Edición: Estrella Gutiérrez

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