Los desastres climáticos necesitan la urgente movilización mundial

Somalia ha sufrido esta década graves sequías que han forzado a millones de sus habitantes a abandonar sus hogares y buscar refugio en campamentos de ayuda muchas veces muy lejanos, situados en los alrededores de la capital, Mogadiscio, y otras ciudades del país. Crédito: Abdurrahman Warsameh / IPS
Somalia ha sufrido esta década graves sequías que han forzado a millones de sus habitantes a abandonar sus hogares y buscar refugio en campamentos de ayuda muchas veces muy lejanos, situados en los alrededores de la capital, Mogadiscio, y otras ciudades del país. Crédito: Abdurrahman Warsameh / IPS

Los desplazamientos humanos relacionados con el clima y la consecuente inseguridad alimentaria no son una posibilidad futura, sino que ya están ocurriendo y solo se prevé que empeoren, si no se adoptan medidas urgentes en los próximos años.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, este miércoles 5, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) dio la voz de alarma sobre los crecientes impactos de la sequía en Somalia.

«La Acnur y sus socios humanitarios temen que las condiciones climáticas severas combinadas con el conflicto armado y el desplazamiento prolongado puedan llevar al país a una emergencia humanitaria mucho más grande», dijo el portavoz de la Agencia, Babar Baloch.

Como resultado de las lluvias por debajo de la media y el empeoramiento de la sequía, se estima que 5,4 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria en septiembre en muchas partes de la nación del Cuerno de África. De ese total, más de dos millones estarán en condiciones severas y necesitarán asistencia de emergencia inmediata.

La sequía también ha obligado a casi 50.000 personas a huir de sus hogares en busca de alimentos, agua y ayuda. Tan solo el mes pasado fueron desplazados más de 7.000.

«Las personas que ya están desplazadas debido a conflictos y violencia también se ven afectadas por la sequía, a veces de manera desproporcionada», agregó Baloch.

La última crisis se está produciendo a raíz de una sequía de dos años que terminó en 2017 y que forzó del desplazamiento de más de medio millón de habitantes, en un país con una población de algo más de 15 millones de personas.

Según Acnur, los peligros relacionados con el clima, como tormentas, sequías e incendios forestales, desplazaron a 16,1 millones de personas en el mundo durante 2018.

Solo se espera que las crisis relacionadas con el clima se produzcan con mayor frecuencia en todo el mundo.

En un nuevo y aterrador informe, un grupo de expertos del australiano Centro Nacional para la Restauración del Clima Breakthrough advirtió que el cambio climático plantea una «amenaza existencial nueva para la civilización humana» que podría cristalizar en 2050.

«La verdad pura de la desesperada situación en la que se encuentran los humanos y nuestro planeta, pintando una imagen perturbadora de la posibilidad real de que la vida humana en la tierra pueda estar en vías de extinción, de la manera más horrible «, dijo en el prólogo Chris Barrie, un almirante retirado.

“Después de la guerra nuclear, el calentamiento global inducido por el hombre es la mayor amenaza para la vida humana en el planeta”, afirmó quien fue jefe de Defensa de Australia.

Para 2050, la evaluación proyecta que 1.000 millones de personas en regiones como Medio Oriente y África Occidental tendrán que reubicarse debido a las condiciones climáticas se volverán invivibles en sus actuales territorios.

También habrá severas reducciones en la disponibilidad de agua y un colapso en la agricultura y la producción de alimentos, mientras algunas de las ciudades más pobladas del mundo quedarán parcialmente abandonadas, según el informe australiano.,

«La escala de destrucción está más allá de nuestra capacidad de modelar con una alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin», señala el informe, que no es un estudio científico sino un modelo de escenarios futuros, basados en investigaciones ya existentes.

El grupo de expertos del Centro australiano destaca que es muy “plausible” que los impactos climáticos acelerarán a mediano plazo el conflicto y la inestabilidad en el mundo.

Pero no todo está perdido.

El informe insta a los gobiernos a tener un liderazgo fuerte y movilizar recursos «en escala a la movilización de emergencia tras la Segunda Guerra Mundial» para construir rápidamente un sistema industrial de cero emisiones.

«¡Un futuro apocalíptico no es inevitable! Pero sin una acción drástica inmediata, nuestras perspectivas son malas. Debemos actuar colectivamente», dijo Barrie.

Acnur, por su parte, hizo un llamado similar a una mayor acción internacional para prevenir desastres relacionados con el clima, aumentar los esfuerzos para fortalecer la resiliencia y proteger a quienes ya están afectados por el cambio climático.

En mayo, las agencias de ayuda lanzaron un llamamiento de 710 millones de dólares en respuesta a la sequía en Somalia, pero hasta ahora solo ha recabado 20 por ciento de esa cifra.

«Con el cambio climático amplificando la frecuencia e intensidad de desastres repentinos, como huracanes, inundaciones y tornados, y contribuyendo a fenómenos ambientales más graduales, como la sequía y el aumento del nivel del mar, se espera que en el futuro se impulse aún más los desplazamientos”, dijo Baloch.

T: MF

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