Transporte eléctrico de India necesita una infraestructura que lo acelere

Como uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, India se ha puesto la meta climática de pasar el 40 % del transporte automotor a funcionamiento eléctrico para 2030, pero aún no cuenta con la infraestructura necesaria
Para 2030, India tendría 600 millones de vehículos en sus calles y carreteras, tres veces más que los actuales. Eso multiplicaría su ya alarmante emisión de gases de efecto invernadero y de contaminación atmosférica, a menos que se logre la ambiciosa meta de que para entonces 40 por ciento del transporte automotor sea eléctrico. Crédito: Manipadma Jena/ IPS

A comienzos de este año, el gobierno de India anunció que en 2030 el transporte del país se movilizará en 40 por ciento mediante fuentes no fósiles, gracias a la electrificación total del sistema del transporte público y un tercio de los vehículos privados.

Pero esta ambiciosa meta para una transición a un transporte limpio está muy lejos ser un camino pavimentado para este país de 1 350 millones de personas.

Para 2030, India tendría 600 millones de vehículos en las carreteras, tres veces más que la cantidad actual, dentro de un parque automotor dominado por vehículos de dos ruedas, en manos de 40 por ciento de la población que habita en centros urbanos.

En India el transporte automotriz movido por combustibles fósiles aporta 11 por ciento del total de emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del recalentamiento planetario, así que bajar en 40 por ciento su participación en el transporte será importante en la contribución del país a contener el incremento de las temperaturas.

Además, se mejorará el muy contaminado aire urbano y en consecuencia la salud de la población, reducirá la  congestión vial y bajará significativamente la dependencia del petróleo importado, que aporta 80 por ciento del consumo nacional.

La prioridad de la transición de India hacia la automoción eléctrica son los autobuses de transporte público y los vehículos de cuatro y tres ruedas para uso comercial. La extensión por el país de estos vehículos crearía conciencia pública sobre la importancia de adoptar los vehículos eléctricos (VE) y los haría más baratos a mediano plazo.

La presencia de vehículos eléctricos en India comenzó en 2010, pero no captaron la atención de los consumidores hasta que este año el gobierno alumbró el nuevo plan para un transporte más limpio, con un fuerte incentivo a su demanda mediante numerosos subsidios.

¿…y la infraestructura?

Pero los expertos destacan que hay serias brechas de infraestructura para que los vehículos eléctricos lleguen a las calles y carreteras de India para quedarse.

El primero de los principales obstáculos es la casi ausencia de recarga de las baterías. India planea establecer para 2022 al menos una estación de carga eléctrica cada tres kilómetros cuadrados en ciudades con un millón o más de habitantes.

Establecer las 2 700 estaciones de carga proyectadas, con un costo unitario asignado de 139 000  dólares, va a consumir una parte importante del presupuesto total de 1,4 mil millones de dólares del plan de impulso del transporte eléctrico, que también incluye subsidios en los próximos tres años dentro del gubernamental programa “Adopción y Fabricación Rápida de Vehículos eléctricos (Fame, en inglés).

«Pero India está viviendo el problema del huevo y la gallina, que debería surgir primero: la instalación de estaciones de carga o el VE», dijo un estudio de Shakti Sustainable Energy Foundation, una organización sin fines de lucro sobre energías limpias con sede en Delhi.

«La gente no comprará un vehículo eléctrico a menos que haya instalaciones de carga. Al mismo tiempo, las estaciones no tienen sentido comercial a menos que haya vehículos para cargar», sintetizó la paradoja.

El alto precio de adquisición de los VE es un elemento disuasorio para los consumidores, pese a los incentivos gubernamentales, los costos iniciales de un vehículo eléctrico de cuatro ruedas  son entre dos y tres veces más altos en comparación con el vehículo con motor de combustión interna del mismo segmento.

Se estima que un VE tipo sedán de gama media, cuesta entre 13 900 y 16 700 dólares, lo que los hace inaccesibles para la población india de clase media.

Pero pese a estos obstáculos, ya hay disponibles en el mercado varios modelos de vehículos eléctricos y grandes firmas automotrices mundiales se preparan para introducirse en este segmento del mercado indio, uno de los mayores del mundo.

Unidades de VE de tres ruedas han comenzado a recorrer las vías de metrópolis como Delhi, Mubay Bengaluru (Bangalore), para atender cortas distancias, de entre tres y cinco kilómetros, que los usuarios utilizan mayormente para completar los trayectos entre las estaciones de metro y sus hogares. El costo de estas unidades son menores que los de los taxis o los tuc-tucs (triciclos motorizados).

El costo inicial del VE es superior, pero la recarga vale mucho menos que llenar el tanque de  gasolina y su mantenimiento también, porque el motor de este tipo de vehículos tiene una cantidad muy inferior de partes, lo que reduce sus averías y lo hace más confiable, según el estudio de Shakti.

El hándicap de las baterías

El alto precio y poco alcance de las baterías es hasta ahora un gran hándicap para los VE,  pero la tecnología está mejorando en forma veloz en este sector.

«Las baterías de automóviles se volverán mucho más baratas en tres o cuatro años a medida que la tecnología avance», dijo Amitabh Kant, director ejecutivo de Niti Aayog, el grupo de expertos de India para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en India.

«Esto bajaría el costo del VE a niveles parecidos al automóvil con motor de combustión», aseguró. Hoy el costo de solo una batería representa casi la mitad del precio de un vehículo eléctrico, puntualizó.

Pero expertos del sector consultados por IPS son menos optimistas y consideran que la reducción del costo de las baterías no se produciría antes de cinco o siete años.

India importa litio, cobalto, níquel, manganeso y grafito, componentes necesarios para las baterías de los automóviles, y cuyo precio subirá, plantearon, a medida que crezca la demanda mundial de las baterías eléctricas de automoción, en especial en China, Estados Unidos y Europa.

Sin embargo, la Organización de Investigación Espacial de la India, que originalmente usó baterías de iones de litio para sus operaciones aeroespaciales, ya está trabajando para que sean asequibles para el uso del automóvil y transferir la tecnología a fabricantes seleccionados de automóviles.

Las nuevas empresas indias también están desarrollando una tecnología escalable para recuperar hasta 90 por ciento de estos materiales de las baterías usadas. La recuperación masiva solo puede tener éxito si se implementan estrictamente las normas de eliminación de teléfonos celulares, computadoras portátiles y baterías de vehículos.

T: MF

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