Mujeres en áreas en crisis necesitan apoyo en salud sexual y reproductiva

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) está trabajando actualmente con espacios seguros para mujeres y niñas que viven en áreas en conflicto para apoyarlas con servicios de salud sexual y reproductiva
UNFPA demanda 683 millones para atender el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas en 57 países en crisis. Crédito: Abdurrahman Warsameh / IPS

Es necesario centrar la mirada en laolvidada  situación de las mujeres y las niñas que viven en áreas en conflicto y en particular apoyarlas con servicios de salud sexual y reproductiva, demandó en un su plan de acción humanitaria 2020 la agencia de la ONU para la población.

Son más de 168 millones de personas las que actualmente necesitan ayuda financiera en el mundo, destacó el jueves 6 el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), al dar el panorama de la situación. El fondo proyecta que durante este año, serán 45 millones de mujeres y niñas las que verán afectados sus derechos por algún tipo de conflicto.

Para las mujeres y las niñas, los derechos de salud sexual y reproductiva a menudo se han convertido en un tema secundario en situaciones de crisis, pero los expertos dicen que es hora de convertirlos en una preocupación principal.

Según el UNFPA, para hacerlo se necesita un financiamiento de 683 millones de dólares, según se destaca en el plan dado a conocer el jueves 6.

«Estos tipos de servicio han sido olvidados por mucho tiempo», dijo a IPS Arthur Erken, director de la División de Comunicaciones y Asociaciones Estratégicas del UNFPA. «No debería ser una idea que quede en último lugar, debería ser parte integrante de (toda la preocupación)», añadió.

«Nos estamos centrando en las mujeres y en lo que están pasando porque están en primera línea», dijo a IPS Ann Erb Leoncavallo, del UNFPA. «Están tratando de cuidar a sus hijos, están embarazadas, están teniendo bebés, están siendo bombardeadas, sufren inundaciones, elevación de las aguas, otras muchas cosas», destacó.

Leoncavallo agregó que muchas de las mujeres en áreas de conflicto podrían encabezar hogares monoparentales o tener su propio trauma. «Se deprimen, se traumatizan porque se enfrentan a un aumento de la violencia de género», dijo.

Los 683 millones de dólares se utilizarán para los esfuerzos hacia los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres en 57 países, de los cuales alrededor de 300 millones se destinarán a proyectos del UNFPA en países como Siria, Yemen, Irak, Sudán y Somalia.

Para ayudar a las mujeres a buscar ayuda, desaprender su vergüenza y estigma, el UNFPA está trabajando actualmente con «espacios seguros para mujeres y niñas», donde ellas puedan tener un descanso de sus entornos hostiles y de sus actividades cotidianas.

En esos espacios seguros, establecidos por ejemplo en los campos de refugiados, las mujeres  pueden y encontrarse con otras, compartir experiencias, relajarse y tener un ambiente seguro para debatir sobre su situación y pedir ayuda, explicó Erken.

El propósito de crear espacios en los que a los hombres no se les permite ingresar, detalló, es prestar mucha atención a las mujeres, brindándoles un lugar donde puedan sentirse tranquilas y obtener servicios de asesoramientos sobre los temas que les preocupan.

Algo también importante, explicó el funcionario de UNFPA, es que la mujer no padece ningún estigma cuando acude a esos espacios, como se ha percibido en los campos de refugiados de Jordania que cuentan con esas instalaciones.

Además, para mantener la privacidad, los proveedores de servicios especiales para las mujeres las visitan cuando sus hijos están en la escuela y sus esposos están ocupados en otra parte.

Afrah Thabet al Ademi, médica de UNFPA en Yemen, quien trabaja con mujeres que han escapado del conflicto en ese país árabe, dice que la educación tiene un papel que desempeñar en la “des-estimagtización” de estos servicios para la población refugiada.

De hecho, el Fondo solicita nada menos que 100,5 millones de dólares específicamente para  Yemen, la mayor cantidad de todas en los países en crisis donde plantea aportar nuevos servicios de salud sexual y reproductiva para las mujeres.

«Muchas mujeres que no tienen educación, se sienten atacadas y sienten que son estigmatizadas si expresan sus necesidades en el tema o en materia de planificación familiar», dijo Al Ademi a IPS.

La médica recuerda como ejemplo una ocasión en que se reunió con una mujer que acababa de dar a luz y tenía a su hijo medio tapado con un velo. «Cuando expuso al bebé, vi que lo había cubierto con el papel de un material informativo, porque no tenía ropa para él», dijo.

A partir de ello,  el UNFPA en Yemen ha elaborado un kit para madres de recién nacidos, que estará disponible para cualquier mujer que llegue a dar a luz.

«La ropa para sus bebes es brindarles dignidad a ellas», aseguró Al Ademi.

El «kit de la mamá», el nombre que le han dado, tiene ropa para el bebé, almohadillas para la madre, mantillas y pañales, entre otras cosas para el recién nacido y su madre.

El UNFPA también está asignando fondos a República Democrática del Congo, Siria, Sudán, Bangladesh y Venezuela para ayudar con la salud sexual y reproductiva de las mujeres en esos países en diferentes crisis humanitarias.

T: MF

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