La pérdida de bosques se ralentiza en América del Sur

A pesar de que la pérdida de bosques es más lenta, el área forestal en América del Sur sigue disminuyendo: la región perdió 2,6 millones de hectáreas de bosque cada año en el período 2010-2020, la segunda tasa más alta del mundo, sólo superada por la de África, que perdió anualmente 3,9 millones de hectáreas.
El manejo de bosques para la explotación de madera y otros recursos se necesita para la protección de la superficie boscosa del planeta y en particular de América del Sur, donde la deforestación marcha más lenta pero aún se pierden millones de hectáreas de bosques cada año. Foto: L. Taylor/FAO

El ritmo de pérdida de bosques se redujo en América del Sur, aunque cada año es menor su superficie forestal, de acuerdo con una evaluación de los recursos forestales del mundo divulgada este jueves 7 por la FAO.

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la tasa de pérdida neta de bosques en América del Sur se redujo a aproximadamente la mitad durante el período 2010-2020, en comparación con los 10 años anteriores, 2000-2010.

Pero a pesar de que la deforestación es más lenta, el área forestal en la región sigue disminuyendo: América del Sur perdió 2,6 millones de hectáreas de bosque cada año en el período 2010-2020, la segunda tasa más alta del mundo, sólo superada por la de África, que perdió anualmente 3,9 millones de hectáreas.

La deforestación mundial también continúa, aunque a un ritmo más lento, con 10 millones de hectáreas anuales convertidas a otros usos desde 2015, en comparación con los 12 millones de hectáreas anuales de 2010 a 2015, según el informe de la FAO que se publica cada cinco años.

El área total de bosques en el mundo es de 4060 millones de hectáreas, que corresponde a 31 por ciento de la superficie total de la tierra y equivale aproximadamente a media hectárea de bosque por persona en el planeta.

Los bosques no están distribuidos equitativamente con relación a la población o a las regiones geográficas, pues 45 por ciento está en zonas tropicales y el resto en las regiones boreales, templadas y subtropicales. Cinco países, Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos y China, concentran 54 por ciento de los bosques del mundo.

En las zonas tropicales, principalmente de África y América del Sur, los incendios son “el factor prevalente” en la destrucción de áreas de bosques, según registros de la FAO, a lo que se agregan la tala de árboles y el cambio de uso de la tierra.

La FAO estima que hay 726 millones de hectáreas de bosque en áreas protegidas en todo el mundo y la proporción más alta está en la región suramericana, pues 31 por ciento de sus bosques se encuentran en áreas bajo regímenes de protección.

En cuanto al manejo forestal, el área bajo planes de gestión está aumentando en todo el mundo, 233 millones de hectáreas más en los últimos 20 años, y ya superan los 2000 millones de hectáreas.

Pero esa condición es baja en las zonas tropicales, pues solo están bajo algún plan de manejo 25 por ciento de los bosques de África y 17 por ciento de los de América del Sur.

Los planes de gestión sostenible a largo plazo “son cruciales para reducir la deforestación y  aumentar la protección forestal y los servicios que proporcionan los ecosistemas, además de guiar  prácticas de restauración con consideraciones sociales, económicas y ambientales”, dijo Pieter van Lierop, oficial forestal de la FAO.

La mayoría de los bosques del mundo (73 por ciento) son de propiedad pública, y también en América del Sur, aunque cerca de un tercio está en manos privadas, incluyendo en esta porción a los pueblos indígenas y a tierras que son administradas por comunidades locales.

Van Lierop destacó la importancia de esas plantaciones “para reducir la presión sobre los bosques naturales y satisfacer la demanda de madera y otros productos”, y abogó por que se realicen con criterios de conservación de la biodiversidad, reducción de riesgos de incendio, “y nunca deben sustituir el bosque natural”.

América del Sur tiene en el mundo la mayor proporción de plantaciones, dos por ciento del total de su superficie boscosa, y cerca de 95 por ciento de los árboles así plantados corresponden a especies introducidas, a diferencia de América del Norte, donde prevalecen las nativas.

A-E/HM

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