Etnia boliviana crea protocolo para enfrentar a la covid-19

Con cierres vigilados como este, los tsimanes impiden el ingreso de personas ajenas a sus comunidades en Bolivia, para prevenir el contagio de covid-19. Foto: Proyecto de Salud y Ciclo de la Vida Tsimane

Un protocolo de salud desarrollado por un equipo de antropólogos, médicos y líderes tribales está permitiendo a las comunidades indígenas tsimanes asentadas en el departamento del Beni, al centro-norte de Bolivia, hacer frente a la pandemia de covid-19.
Esa etnia está distribuida en más de 100 comunidades ubicadas a lo largo de ríos y bosques de las tierras bajas de Bolivia con una población de aproximadamente 16 000 personas. Hasta la fecha no tienen ningún caso del nuevo coronavirus.

La propagación de covid-19 entre las etnias indígenas es motivo de alarma entre los especialistas pues muchos pueblos no estarían preparados inmunológicamente.[pullquote]3[/pullquote]

En Bolivia, aunque no hay datos oficiales de los pueblos nativos contagiados con covid-19, el Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas de Bolivia hasta el 29 de mayo tenía confirmada una persona fallecida en el territorio indígena de Lomerío (Santa Cruz) y 17 contagiados en Macharetí (Chuquisaca).

El protocolo fue elaborado como parte del Proyecto de Salud y Ciclo de la Vida Tsimane que trabaja en ese territorio desde el año 2002 por acuerdo con el Gran Consejo Tsimane y el Consejo Regional Tsimane y Moseten.

El objetivo es realizar investigación y atención primaria en salud y planificar y ejecutar respuestas de prevención.

El protocolo se basa principalmente en impedir el ingreso de personas ajenas a la comunidad, controlar la salida hacia lugares de mayor riesgo, el aislamiento de las personas sospechosas de tener la enfermedad y campañas de comunicación en su propio idioma.

Si bien muchas de estas medidas también están siendo aplicadas por otras etnias originarias, algunos aspectos que podrían considerarse únicos son los esfuerzos especiales para proteger a los adultos mayores, el equipamiento de los puestos locales de salud con concentradores de oxígeno y oxímetros de pulso, o la información sobre la ubicación de las aldeas y casas para el rastreo de contactos, explica Michael Gurven por correo electrónico a SciDev.Net .

Él es profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de California y autor principal del estudio de caso de la etnia, publicado en la revista The Lancet.

“Los ancianos están siendo aislados y protegidos de la posible propagación del virus”, destaca y recuerda que para los pueblos nativos los ancianos son vitales para mantener la cultura y el idioma de sus antepasados.

Reunión de la comunidad de los tsimanes durante la Fase I del proyecto. Foto: Proyecto de Salud y Ciclo de la Vida Tsimane

“Hemos participado en campañas y brigadas médicas, nosotros llevamos y traemos a los Tsimane, controlamos que se mantengan en su territorio, que no salgan a vender sus productos, como el pescado, y les recomendamos cómo desinfectarse cuando salen a los centros urbanos”, refiere a SciDev.Net Carola Vaca, directora de la Reserva de la Biósfera y Estación Biológica del Beni, que participó en la primera fase del estudio.

El protocolo podría ser adoptado por otros pueblos nativos adaptándolo a sus particularidades. “Para ser efectivos, los planes deben ser colaborativos y deben involucrar a las poblaciones indígenas en el proceso de decisión” explica Gurven.

“Hemos realizado cierres de la entrada de caminos para que la gente de las ciudades y pueblos no pueda ingresar a las comunidades y el protocolo nos sirve para hacer entender a las comunidades y sobre todo a las personas mayores de la comunidad”, comenta a SciDev.Net. en entrevista telefónica Maguin Gutiérrez Cayuba, Secretario de Salud del Gran Consejo Tsimane.

“Lo que la pandemia muestra es que los pueblos indígenas están adaptándose a esta situación revalorizando prácticas tradicionales como el trueque o la producción de alimentos orgánicos y sistemas de medicina tradicional”, señala a SciDev.Net por teléfono Miguel Vargas Delgado, director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social de Bolivia.

Añade que las propias organizaciones indígenas han tomado medidas para resguardar su salud, “ante la ausencia del apoyo de las instituciones del Estado” frente a la pandemia.

Ciclo de la Vida Tsimane Las comunidades tsimanes están asentadas a lo largo de ríos y bosques de la selva boliviana. Foto: Ben Trumble
Ciclo de la Vida Tsimane
Las comunidades tsimanes están asentadas a lo largo de ríos y bosques de la selva boliviana. Foto: Ben Trumble

Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originario Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia, explica a SciDev.Net  en entrevista telefónica que “debido al modelo extractivista dominante los territorios indígenas ya no son esos espacios que en el pasado permitían autoabastecerse con la caza, la pesca y la recolección de frutos”.

“Muchos creen que al estar aislados dentro de la selva estaríamos autoprotegidos, pero no se considera que ya no tenemos los recursos como cuando nuestros antepasados enfrentaron otros virus y pandemias, por eso es importante ver caso por caso la situación de cada pueblo indígena”, afirma.

El aislamiento colectivo ha sido considerado la única opción viable frente a epidemias y amenazas en muchos grupos indígenas diferentes en todo el mundo. Pero hacer que eso suceda de manera efectiva, satisfaciendo las necesidades de alimentos y atención médica, no es fácil, refiere Gurven.

“No hay soluciones milagrosas, pero queríamos que otros vieran lo que hemos hecho. Los líderes tribales y todos los demás interesados ​​deben reunirse lo antes posible para elaborar el mejor plan posible dada la situación local”, concluye.

Por su parte, Vargas afirma que la diversidad de pueblos indígenas muestra que la discusión de protocolos es posible mientras tomen en cuenta las características sociales, culturales y en particular de salud, que varían de un pueblo a otro. Se debe evitar la homogeneización.

Según Vargas, los protocolos ofrecen respuesta inmediata de los pueblos indigenas ante la pandemia pero no garantizan su supervivencia. A esto se suma la preocupación de que el sistema de información oficial en salud del país no registra lo casos por variable étnica, lo cual no permite saber el número de personas indígenas infectadas.

“Es urgente contar con información desagregada por autoidentificación étnica”, concluye Vargas.

Este artículo fue publicado originalmente por SciDev.Net.

RV: EG

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe