La peor crisis humanitaria mundial se agrava por falta de fondos

Millones de yemeníes, como esta mujer en la norteña región de Abs, necesitan los programas de asistencia de las Naciones Unidas para sobrevivir, en un país asolado por la guerra civil y otras calamidades. Foto: Giles Clarke/OCHA
Millones de yemeníes, como esta mujer en la norteña región de Abs, necesitan los programas de asistencia de las Naciones Unidas para sobrevivir, en un país asolado por la guerra civil y otras calamidades. Foto: Giles Clarke/OCHA

La peor crisis humanitaria del mundo, padecida por 24 de los 29 millones de habitantes de Yemen, se agrava por falta de dinero y las agencias de las Naciones Unidas informaron este jueves 20 que cierran o reducen sus programas de asistencia.

La coordinadora humanitaria de la ONU en Yemen, Lise Grande, dijo que “tenemos la obligación moral de advertir al mundo que millones de yemeníes sufrirán y podrían morir porque no tenemos los fondos necesarios para seguir adelante”.

El país que ocupa el ángulo suroeste de la península arábiga padece una “tormenta perfecta” que apunta a convertir en hambruna la insuficiencia alimentaria de parte de la población, por el deterioro de su economía, nueve años de guerra civil, inundaciones, la plaga de las langostas del desierto y la pandemia covid-19.

Las agencias de la ONU han prestado auxilio con 38 programas a 80 por ciento de los habitantes, que están en situación de vulnerabilidad y dependen de recibir algún tipo de ayuda o protección.[pullquote]3[/pullquote]

De esos programas, 12 se han cerrado o reducido drásticamente, y antes del 20 de septiembre se producirán nuevas reducciones o cierres.

“No nos queda otra opción”, deploró Grande, alarmada por el impacto que causa la falta de fondos para sostener los programas.

Por ejemplo, desde abril se redujeron a la mitad las raciones de alimentos que se entregan a más de ocho millones de personas en el norte del país, y los servicios de salud reproductiva se interrumpieron en 140 centros.

Los servicios sanitarios se recortaron en 275 centros especializados en tratar personas con cólera y otras enfermedades infecciosas, y se suspendieron los suministros para tratar a los pacientes con traumatismos, que casi con toda seguridad morirán sin recibir tratamiento inmediato.

Las prestaciones de casi 10 000 trabajadores destinados a la primera línea de salvamento fueron suspendidas.

En 189 hospitales y 2500 centros de atención primaria, la mitad de los centros de salud del país, se detendrá el suministro de medicamentos y provisiones esenciales, y se recortarán a la mitad los servicios de agua y saneamiento.

Los responsables de la ONU temen que morirán miles de niños por enfermedades y desnutrición, y 70 por ciento de las escuelas no abrirán o funcionarán a niveles mínimos justo a las puertas de un nuevo ciclo escolar.

En Yemen, en buena medida producto de la guerra interna, hay decenas de miles de personas desplazadas que no tienen a donde ir o se verán forzadas a soportar condiciones inhumanas de vida.

El gobierno de Yemen y el movimiento hutí Ansar Allah llevan más de cuatro meses negociando un alto al fuego para facilitar medidas humanitarias y económicas, sin alcanzar un acuerdo.

Un mediador de la ONU, Martin Griffiths, dijo que si los contendientes no consiguen un punto de encuentro “el país entrará en una fase de más violencia, avance descontrolado de la pandemia y una profunda crisis económica y humanitaria. La hambruna está de nuevo en el horizonte”.

Los programas humanitarios esenciales para Yemen requieren 2410 millones de dólares, según los cálculos de la ONU, y una reunión de donantes, principalmente Estados industrializados, comprometió en junio aportes por 1350 millones, lo que deja un desfase presupuestario de más de 1000 millones de dólares.

A-E/HM

 

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe