La crisis será más larga de lo esperado en América Latina

Trabajadoras en Chincha, al sur de Lima, preparan espárragos para su comercialización. Las exportaciones, así como el consumo local, caerán en medio de la peor crisis de América Latina y el Caribe en 100 años. Foto: FAO
Trabajadoras en Chincha, al sur de Lima, preparan espárragos para su comercialización. Las exportaciones, así como el consumo local, caerán en medio de la peor crisis de América Latina y el Caribe en 100 años. Foto: FAO

América Latina y el Caribe está ante otra década perdida, porque la crisis causada por la pandemia covid-19 se prolongará más de lo esperado y la recuperación demorará años, según el estudio económico sobre la región presentado este martes 6 por la Cepal.

Las secuelas de la crisis “serán mayores de lo esperado, en recesión, desempleo, pobreza y caída del consumo, y la recuperación no será inmediata, demorará años”, dijo al presentar el informe en esta capital la secretaria ejecutiva de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), Alicia Bárcena.

La región “está ante la peor crisis en 100 años, con una caída de -9,1 por ciento en el producto interno bruto, el cierre de 2,7 millones de empresas, sobre todo micro, pequeñas y medianas, 18 millones de nuevos desempleados para llevar el desempleo a 44 millones, más la informalidad que alcanza a 54 por ciento”, dijo Bárcena.[pullquote]3[/pullquote]

Un resultado es que habrá 231 millones de pobres, 45 millones más que en 2019, un retroceso de 20 años, y en pobreza extrema caerán otros 28 millones de personas, alcanzando la cifra regional de 96 millones, más del 15 por ciento de la población, un retroceso de 30 años, sostiene la Cepal.

Quienes permanecen empleados están en una condición frágil, porque en la informalidad hay 159 millones de trabajadores (54 por ciento), solo 53 por ciento de quienes trabajan tienen cobertura médica, solo 46 por ciento sistema de pensiones y apenas 42 por ciento posee un contrato de trabajo.

En el marco de la actual crisis, solo 23 por ciento de empleados puede realizar teletrabajo, en un contexto de ausencia o baja calidad de internet.

Si el crecimiento económico a partir de 2021 es similar al de la década que concluye, 1,8 por ciento, la región alcanzará el PIB de 2019 recién el año 2025, pero si se asemeja al de los últimos seis años entonces solo alcanzará dentro de una década cifras semejantes a las del año pasado.

Ante ese panorama, la Cepal recomienda políticas macroeconómicas que apunten a la recuperación y a la transformación económica y social, comenzando por expandir el gasto fiscal, lo que plantea el tema de cómo aumentar los ingresos públicos.

Para ello recomienda en primer lugar combatir la evasión y elusión fiscal, que en la región llega a 6,1 por ciento del PIB o 135 000 millones de dólares, e incrementar y consolidar el impuesto sobre la renta, en vez del regresivo impuesto al valor agregado (IVA), mayor en la región que en el Norte industrializado.

La recaudación tributaria en la región equivale a 23,1 por ciento del PIB, frente a 34,3 en los países, industrializados y emergentes, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

También se deben regular los flujos de capitales, para frenar sus rápidas salidas y mantener estabilidad financiera, y es imprescindible la cooperación internacional, pues a la región se la considera como de ingresos medios y eso limita la obtención de financiamiento concesional.

Si el Fondo Monetario Internacional emite un billón de nuevos Derechos Especiales de Giro (activo de reserva internacional que respalda las reservas nacionales, un DEG aproximadamente 1,4 dólares), la región podría hacerse con 179 000 millones de dólares en nuevos recursos, dijo Bárcena.

 

También es deseable aliviar el servicio de la deuda externa, pues el pago de intereses representa 2,6 por ciento del PIB, mientras que el gasto en salud es de 2,3 por ciento.

Bárcena apoyó la propuesta del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, para crear con 0,7 por ciento del PIB de las economías más fuertes del mundo un Fondo de Alivio Económico (FACE en inglés), con 516 000 millones de dólares, bajo administración de las naciones aportantes y el Fondo Verde para el Clima.

También sostuvo que los países de la región deben “invertir más en la economía de la vida”, orientando el gasto público hacia la reactivación y transformación económica, en sectores que fomenten el empleo, la paridad de género, la inclusión social, la transformación productiva y una transición hacia la sostenibilidad ambiental.

A-E/HM

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